Snake • Tokyo Revengers

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— Deja de meterte en esto... No es tu problema, Hajime — habló llegando bruscamente a espaldas del pelo blanco. En el momento justo donde los policías ya no estaban y Haruchiyo muy ocupado fumando quien sabe que cosa a las afueras del edificio.

— Deja de actuar como si quisieras ser descubierta entonces. Te estoy salvando el pellejo, un "gracias" no estaría de más — se volteó para mirarla — cuando me hables a mi, quítate esto — y sin permiso quitó la nueva máscara de su rostro, no le gustaba el sonido de la estática. Además, estando los dos solos sin ningún tipo de vigilancia, le parecía absurdo que se ocultara.

— Soy libre de actuar como me apetece. Si quiero que me atrapen o no, ese es mi problema ¡De nadie más!... No me hagas pensar que quitarte el chip fue un error — suspiró un poco — ten cuidado con lo que haces, idiota... Nada me cuesta enviarte con la chamuscada de tu noviecita —.

— A mi no me amenaces, (N) — la señaló con su dedo índice, causándole molestia — ¿Dime cómo reaccionaría Kakucho si de casualidad alguien le dijera el paradero de quién asesinó a Izana?... ¿O que haría Mikey si supiera que quien le arrebató la vida a su hermana sigue con vida?... Soy quien más sabe de tí y tu hermanito, estás consiente de eso, no me provoques porque estoy ayudándote. También estás fuera de la policía y ganando más dinero gracias a mi, que eso no se te olvide — culminó dando un toquecito en la frente de la más bajita, quién para ese entonces tenía una notoria vena brotando en su frente.

Apretó los labios con enojo, volviendo a su expresión juguetona tan solo segundos después. Koko sabía que eso no significaba algo bueno, lamentablemente ya conocía lo retorcida que podía llegar a ser la mente de (N) y debía buscar una manera de frenar lo que sea que estaba pensando mucho antes de que logrará idear algo más concreto.

— Deja de mirarme así, tampoco estoy tan enferma ¿Sabes? — pasó ambas manos por detrás de su cabeza — ¿Acaso no confías en mí? —.

— Dejé de confiar en ti el día que desperté sobre la camilla de un maldito laboratorio... ¡Por cuarta vez! —.

— Que delicado~ uno ya no puede hacer pruebas tranquila — rodó los ojos, lusiendo algo infantil — bueno, yo me voy... Tengo dos mocosos que exterminar — le quitó la máscara al mayor y la limpió con su ropa, lista para ponérsela e irse de una vez.

— ¡Oh! Y aléjate del policía — advirtió, tomando la mochila que Komatsu le había dado — te traerá problemas —.

— Yo no estoy involucrada con ningún policía... Ya no — murmuró, frunciendo el ceño.

— ... No estás aquí precisamente por haber sospechado de mi... Sabías que él vendría hasta este lugar... Lo has estado acosando, yo lo sé — río al ver cómo ella se tensaba — jajaja~ no te pongas así, las relaciones que puedas tener fuera de la organización no son mi problema... Solo ten cuidado y no seas tan confiada, te conozco lo suficiente como para saber que hace falta un par de palabras bonitas para tenerte diciendo "te amo"... Muchos te consideran un genio, para mí eres la misma mocosa ingenua que conocí a los catorce —.

— Vete a la mierda — fue su única respuesta, mientras colocaba su máscara e iba directo a la moto.

— Me mandas mucho ahí, ha de ser un lugar muy bonito — dicho esto, solo recibió un dedo medio — jajajaja~ —.

=•=•=

— ¿A dónde vas? — preguntó el pelirrosa al verla salir del edificio.

— ¿A dónde más?... — soltó con obviedad — necesito acabar con un par de basuras que me siguen molestando —.

— ¿A qué te refieres con eso? —.