Una vida llena de dolor, una muerte sin importancia y un despertar ajeno.
Un anhelo, un deseo, una idea antes de morir le dio lo que buscaba
¿Tendrá lo necesario para enfrentar esta nueva vida?
En memoria de Jotaro Constante
Ser Mecamorfo Galvánico y un Galvan hace que construir tecnología sea pan comido. Es agotador tanto física como mentalmente, pero los dos contenedores biológicos están instalados, el Dominus Librium y el Corrodium preparados para mi proyecto.
Solo necesito ir a por mi amigo el conductor que hará todo esto posible.
Decidí aprovechar al máximo el Omnitrix y planeo obligarme a una tercera mutación. Mi intelecto no cumple mis estándares y si quiero usar bien la tecnología alienígena será algo necesario.
Además, será una manera forzada de hacer que se recalibre y obtenga nuevos alienígenas.
Las clases de Karate se intensificaron desde que subí de rango y el ejercicio que debo hacer es mayor. Aun así, me gusta el desafío.
Miré el collar que había creado.
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Logré extraer la toxina que produce Argit y ponerla en un collar que se asegurará de mantener dormido a quien se lo ponga. Apenas su conciencia esté regresando recibirá otra dosis que lo volverá a dormir el tiempo suficiente para que yo haga mi experimento.
Tendré que traerlo en mi motocicleta, pero valdrá la pena, además para cuando termine mi experimento ya será algo tarde, pero podré llevar a Emily a dar una vuelta.
Guardé el collar en mi mochila junto a mi arma creada por los maestros de armas de Techadon y algo de dinero.
Mi madre tuvo la amabilidad de comprarme un casco así que me lo puse antes de conducir. Salí de Bellwood y me dirigí hacia la ciudad vecina Moonstare.
No tarde demasiado pues estoy poniendo a prueba a qué velocidad máxima soy capaz de conducir y hasta ahora no he tenido accidentes.
Llegué a la ciudad y de inmediato llegué a la zona de adinerados que tenía la ciudad. Había una casa bastante elegante y grande, la palabra exacta sería Mansión, pero me duele aceptar que no tengo una.
Parqué mi moto en la parte trasera y decidí esperar un poco. La paciencia es la virtud más grande de un cazador después de todo.
El sol comenzó a ocultarse cuando vi a un niño lindo acompañado de una chica que llevaba uniforme escolar.
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