Capítulo 41

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Mirando la expresión de miedo en la cara de Alan me relajé recostando mi estresado cuerpo sobre la silla después de explicar mi plan para secuestrar al alcalde.

Agarré una bolsa de papas cercana y comencé a comerlas. El hambre me ha estado molestando desde que regresé a mi forma humana y si bien no me siento tan cansado creí que era bueno tomar una siesta antes de dar el golpe.

Los Jóvenes Plomeros llevan media hora despiertos, apenas despertaron estaban alterados por estar en un piso seguro enemigo pero Alan pudo calmarlos.

Al parecer los reconoce y aunque Labrid no está de acuerdo, Alan parece más que listo para trabajar con ellos.

Noté como miraba a los Jóvenes Plomeros y supe de inmediato que fue buena idea dejarle ciertos atisbos de memoria para este momento. Esto demuestra que mi método para manipularlos funciona a la perfección...

-Ben aún en la suposición de que decidan ayudarnos, seguimos siendo solo nosotros contra un grupo de fuerzas armadas.-Labrid miró a Alan y luego en dirección a la habitación donde estaban los Jóvenes Plomeros.-Comprendo si somos tu y yo los que estamos en la línea de enfrente, pero si vas a poner niños en peligro entonces creo que yo debo idear el plan.

Me reí entre dientes, después de ver toda la vida de una persona reconoces los motivos detrás de cada una de sus acciones.

-Labrid no lo entiendes, ellos deben hacerlo si quieres prepararlos para ir contra Servantis.-Labrid apretó sus puños y Alan a su lado solo bajó la cabeza.-Si él tenía de objetivo el grupo de mi abuelo entonces está más que preparado para venir contra nosotros, los Highbreed y lo que queda de los Plomeros en este sistema solar.

Era algo obvio.

Servantis debe tener un arma.

Algo capaz de hacerme frente a mi, a los Plomeros, a los Jóvenes Plomeros y al abuelo.

De no ser así, no se atrevería a ir contra todos nosotros tan descaradamente...

Pero no está lista.

De estarlo, lo habría enviado contra nosotros hace mucho, mucho tiempo.

Y creo saber quién es esa arma...

-Son solo unos niños...-Notando como Labrid parecía dolido y deprimido me acerqué para poner mi mano en su hombro.

Sé porque se pone así. Al matar a su hermano dejó a su sobrino huérfano, en la mayoría de planetas eso sería común pero en el mundo de Labrid los jóvenes huérfanos eran usados de manera diferente.

Digamos que a los dirigentes del planeta de Labrid no les importa si los jóvenes estudian o no, una vez se graduen solo serán un engranaje más del gigantesco reloj que es la burocracia. Los huérfanos...

Bueno, si no quieres gastar en crear academias públicas y toda esa paja...

Entonces mandan a los huérfanos a una academia militar donde al salir serán un peón usado para vigilar una pantalla por el resto de tu vida rogando que nada aparezca en tu monitor porque de hacerlo, un buque de guerra será el enemigo.

Y para cuando Labrid finalmente se unió a los Plomeros ya era tarde.

Su sobrino había muerto enfrentando a los Incursianos en una luna lejana. No hubo funeral porque no valía la pena el costo de envío el transportar esos cadáveres así que el hermano de Labrid probablemente está flotando en el espacio con un agujero en la cabeza mientras toda su familia ni siquiera se molestó en preparar una despedida.

Solo recibieron la noticia de que estaba desaparecido y que era probable que ya no esté con vida.

El universo es cruel.

El Omnitrix tal vez no sea suficiente...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora