Capítulo 43

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Estiré mi cuerpo mientras en la cima de un edificio seguia el comboy que protegía al alcalde.

No va demasiado protegido, ha evitado interactuar con humanos y parece que no le agrada ser tocado por estos.

Le dio un puñetazo a uno de sus guardias por poner su mano sobre su hombro para escoltarlo.

Levanté la muñeca y utilicé el comunicador del Omnitrix para comunicarme con Labrid y los Jovenes Plomeros.

-Estado de misión-Como si estuvieran esperando mi pregunta la respuesta fue inmediata.

-Equipo A fuera del sistema subterráneo listos para el ataque.-Sonreí al escuchar la confirmación de Labrid.

-Equipo B listo con el piso seguro y los preparativos en la zona.-Asentí con la cabeza antes de presionar el dial del Omnitrix.

Baje el reloj mientras respiraba hondo sintiendo como mi mente se centraba mientras mi cuerpo crujia al terminar mi estiramiento.

¿Que?

No quiero ser el héroe mas grande del universo y tener dolor de espalda a los treinta.

Activé mis poderes Galvan para repasar el plan antes de finalmente responder.

-Labrid recuerda.-Moví el Omnitrix mientras movia el Omnitrix listo para seleccionar un alienígena-No Russian.

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Sentado en el pequeño vehiculo humano su enojo con la humabidad aumentó. Cada vez los fondos que tenia disminuian por la corrupción humana. Para que le permitan contruir de manera ilegal en el subterraneo tenia que pagar grandes cantidades de dinero pese a tener el cargo mas alto de la ciudad.

Estando en el centro de la metrópoli se dirigía a su hogar en las afueras de la ciudad, los edificios que lo rodeaban no eran tan altos como en la ciudad vecina Bellwood. Estuvo alli al ver como otro Highbreed iniciaba una granja de Dnaliens alistando la mano de obra necesaria.

No entendio el motivo tras el envio de tres comandantes Highbreed a tal bola de lodo hasta que entendió la importancia de la Tierra.

Eran un planeta fuera de la protección de los Plomeros pero que constaba como propiedad de la confederacion que lideraba la galaxia bajo el Código de Paz Galvan. Eso significa un planeta donde sí bien es ilegal determinadas acciones, no habrán fuerzas de la ley que tratarán activamente de detenerte y encerrarte.

El equivalente a un mal barrio en una mala ciudad cuando en el sistema solar vecino hay una raza capaz de usar telepatía básica y que están a un paso de comenzar a colonizar otro sistema solar.

Le dolia la cabeza pero debia hacerse, por el bien de que su ideal se cumpla.

Debido a la diferencia de altura con los humanos debía usar un dispositivo Vaxasauriano que le permutia reducir su tamaño al de un humano para que funcione correctamente la mascara de plasma que le daba el aspecto del Alcalde.

Lo había secuestrado, estaba pensando en asesinarlo pero teberlo con vida podria resultar útil ya que no tenia acceso a un lector neuronal para simplemente quitarle todas sus memorias.

Miró hacia sus manos asqueado por las veces que estrechó manos con los humanos.

Los rayos de sol que iluminaban sus manos a través de la ventana se vieron interrumpidos por una sombra.

Una sombra extraña...

El auto de repente fue impactado por algo en la parte superior, sus guardias de  inmediato se alertaron y antes de que pudieran dar la alarma una especie de tela había sido pegada en una de las llantas. Un cuerpo con pelaje azul habia saltado del auto conectando la llanta con un poste de luz cercano antes de siquiera tocar el suelo.

El Omnitrix tal vez no sea suficiente...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora