Capítulo 9

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Estaba saliendo del dojo completamente exhausto.

Apenas podía respirar y mi cuerpo dolía al moverse. Gwen que estaba a mi lado dejó su enojo por un momento y vino a ayudarme.

- ¿Estas bien? No deberías sobre esforzarte. -Puso mi brazo sobre su hombro y me ayudó a llegar a un lugar para sentarme.

Me senté y finalmente me relajé.

-Estoy bien, solo que he hecho ejercicio en casa también y está comenzando a pasar factura. -Me estiré haciendo crujir mi cuerpo.

Gwen parecía sorprendida por eso.

-Ben si sigues así podrías causarte una lesión. -Sonreí sabiendo que en realidad es por lo de ayer.

Tengo un par de cortes que no se curaron del todo y estoy agotado pues tuve que regresar a pie. Aun así, me recuperó rápido y como hoy me lo tomaré con calma no hay motivos para preocuparse.

-Estoy bien Gwen gracias por preocuparte por mí. -Le sonreí y ella me devolvió la sonrisa. -Además de así puedo hacer que finalmente me hables valió la pena.

Gwen puso los ojos en blanco y noté que estaba por irse así que la tomé de su muñeca.

- ¿Vas a decirme de una vez que te sucede? -Gwen me miró enojada y antes de que dijera algo decidí hacerme la víctima. -Es feo que la persona en quien más confío de repente deje de hablarme...

Ella finalmente entendió y se sentó a mí lado.

-Besaste a mi mejor amiga...-Ok tienes un buen punto. -Y en la primera cita.

Recibí un pequeño golpe en el brazo que al darme en un corte me dolió bastante. Estoy usando un buzo de color negro para cubrir mis brazos con algunos cortes.

-Bueno en mi defensa es Emily y llevaba un tiempo queriendo invitarla a salir. No conozco muchas mujeres tampoco. -Por ahora.

Solo por ahora...

Gwen solo suspiró como si no quisiera aceptarlo.

-Es solo que jamás me los imaginé de esta forma... por cierto deberías llamarla hoy dijo que quería verte. -Gwen se puso de pie y suspiré algo resignado.

Parece que mis avances con Gwen deben esperar.

Da igual ninguna persona debe ser el centro de mi vida, si quieren apoyarme yo lo apoyaré cuando me necesiten. Si no puedes irse al carajo, no quiero cargas en mi vida.

Caminé cojeando hasta la parada de autobús y fui hacia el centro de la ciudad.

Con el dinero en efectivo que le robé a los Caballeros Eternos compré un nuevo celular de último modelo, una computadora portátil para acceder a la Extranet.

Algunas piezas que recuerdo iban a necesitar y de paso compré un suplemento muscular. Aun si no lo ocupo sería bueno tener una excusa por el aumento muscular que voy a tener.

Con todo listo me dirigí a casa en autobús.

Aún era temprano así que la casa estaba sola, me di un buen baño de agua helada, puse a calentar algo de pollo en el horno y saqué una soda del refrigerador.

Me dejé caer sobre el sofá y saqué lo que pasé comprando.

Primero mi teléfono con todos mis contactos y algunas canciones que tenía. Se podría decir que este dispositivo es el equivalente al iPhone 4 o 5 incluso. Costó bastante pero ahora tendría acceso a Internet en mi teléfono, música e incluso juegos.

No es que me importe, pero si tienes capacidades para tener lo mejor, el no hacerlo sería desperdiciar.

Luego abrí la caja donde estaba mi segunda compra.

El Omnitrix tal vez no sea suficiente...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora