Me encontraba en el exterior de la casa de Emily.
Estaba algo nervioso no mentiré, tal vez sea porque es mi primera vez conociendo a mis suegros o porque descubrí que mi suegro es un ex-agente de la KGB.
Toqué el timbre mientras revisaba mi atuendo, la botella en mis manos y que la moto esté ennun buen lugar.
La puerta se abrió y un hombre alto, probablemente un metro y noventa centímetros me miraba hacia abajo. Mi suegro llevaba una camisa azul remangada mostrando un par de tatuajes que reconocí ser del ejército rojo, noté el arma escondida entre su ropa y un cuchillo guardado en su pierna.
Extendí mi mano.
-Un gusto verlo señor Blunsky, lamento la tardanza.-Llegué dos minutos tarde pero nunca está demás disculparse.-Traje una botella que espero disfrute.
El solo estrechó mi mano y asintió tomando la botella. Sus manos tenían callos y eran bastante frías, aun asi se sorprendió al reconocer lo costoso que era el vino que traje.
-Pasa Benjamin, tengamos una charla.-Asentí entrando a su casa.
Se veía elegante, era de dos pisos y bastante espaciosa. La sala tenía decoraciones de madera y cristalería costosa, escuchaba dos voces venir de una habitación continua a donde estaba. Sé de quienes son pero parece que el padre de Emily les ordenó no meterse.
-¿De qué desea hablar?-El tomó asiento en el sofá más grande del lugar y se acomodó. Señaló el as8ento frente al suyo y me senté en silencio.
Sacó lonque parecía una botella de coñac y se sirvió un vaso. Tomó un pedazo de hielo algo grande en su mano y aplicando fuerza lo partió a la mitad, lo puso en su vaso y dio un sorbo antes de hablar.
-¿Sabes porbque he querido hablar contigo?-Tal vez porque me quiero coger a tu hija pero tengo mis tengo otras teorías.
Negué con la cabeza fingiendo ignorancia.
-Verás durante años nunca realmente me preocupé por este día, sabía que llegaría después de todo Emily es maravillosa.-Se puso de pie dándole otro sorbo a su vaso.-Es una buena chica, es responsable, talentosa y tiene un futuro brillante.
Se acercó a la la mesilla entre los muebles y puso su mano debajo. De allí sacó un arma que parecía haber pegado con cinta adhesiva. Específicamente una mágnum .44 de cañón recortado.
-No me preocupaba porque sabía que cuando este día llegue estaría listo para cuando alguien decida intentarlo.-Revisó el arma y hasta yo noté las balas cargadas.-Le prometí a mi esposa ser flexible pero descubri algo interesante. Ahora antes de continuar quiero que me responda con honestidad joven Tennyson.
Me quedé en silencio mientras él me apuntaba con el arma y le daba un sorbo al coñac.
-¿Quién eres?-Escuché el click del arma cuando el martillo está a un paso de exparsir mis sesos en la pared.
Resistí el impulso de reir como maniático.
-Soy Benjamin Tennyson, un joven de Bellwood.-Me encogí de hombros mientras me ponía de pie. Me acerqué al arma y puse mi frente en esta.-Simplemente tengo algunos secretos, al igual que usted señor The Red Death.
Sus ojos se abrieron cuando mencioné su nombre clave de cuando estuvo en la KGB.
-Ahora podemos iniciar una nueva conversación donde le digo mis intenciones con su hija y usted decide si creerme.-Saqué de mi chaqueta un documento clasificado, la razón por la que un ex KGB está en Bellwood.-O podemos tratar de destruirnos mutuamente.
El hombre frente a mi quedó en silencio y bajo el arma.
*¡JAJAJAJAJAJA!*
Comenzó a reirse a carcajadas mientras volvía a guardar el arma.
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El Omnitrix tal vez no sea suficiente...
Science FictionUna vida llena de dolor, una muerte sin importancia y un despertar ajeno. Un anhelo, un deseo, una idea antes de morir le dio lo que buscaba ¿Tendrá lo necesario para enfrentar esta nueva vida? En memoria de Jotaro Constante