Capítulo 31

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Miré  Gwen preocupada sin saber por dónde empezar. Estuvimos casi tres horas tratando de contactar al primo Ken pero no conseguimos nada.

Salió con unos amigos a festejar y la última vez que le vieron fue al final de esa fiesta.

El que ya estén apuntando al primo Ken solo empeora las cosas con respecto a la linea temporal pues debian atacar primero a Gwen y a mi, así mi plan contra La Raíz no podrá efectuarse.

Tengo que encargarme primero de esto.

Maldita familia.

-Tenemos que salvar al primo Ken, Gwen ponte tu chaqueta y vamos en la moto.-Busqué en mi chaqueta y saqué cinco mil dólares.-Usa esto para conseguir un transporte y veámonos en esta dirección. Probablemente encontraremos otra pista del abuelo y a nuestro primo.

Ahora solo quedaba un asunto.

-¿Qué hay del niño?-Labrid parece querer dejarlo libre.

Lamentablemente de hacerlo solo estaríamos dejándolo al alcance de La Raíz y reduciendo nuestro poder de ataque.

-Aun tenemos una charla pendiente. Ven conmigo.-Labrid por alguna razón seguía mis órdenes sin dudar.

Creo que ve al abuelo reflejado en mi. Entramos al congelador donde Alan se encontraba jugando con una llama en su mano.

-Queremos tu ayuda para una misión, es algo peligroso pero puedes sernos de ayuda. Buscas respuestas y nosotros buscamos a quien puede dártelas. Ahora te doy la opción de irte con la advertencia de que nos volveremos a ver...-Alan me miró a los ojos y supo que ahora venía la oferta real.-Pero si decides ayudarnos te daremos las respuestas que buscas y podremos negociar sobre tu estatus en la Tierra.

Alan entendió el mensaje.

Si lo dejo ir, alguien que no será tan amable como yo vendrá a buscarlo por asesinar a sus tíos aun si fue un accidente y van a juzgarlo por los daños que ha causado en su camino.

-Asi que básicamente debo escoger entre prisión segura y arriesgar mi vida por libertad.-Asentí a lo que Alan comenzó a reír.-Bien pero quiero un seguro acerca de mi libertad.

Le arrojé la Placa de Plomero y este la tomó.

-Una placa de Plomero es diez veces mejor que un pasaporte, aunque sea falso ahora podrás hacerlo pasar por real. Si quieres salir del planeta este será tu futuro voleto de salida.-Vi el destello en la mirada de Alan y sonreí al saber lo que pensaba.-Así que para asegurarme el uso apropiado de esa placa la vamos a desactivar hasta que te la ganes.

Alan puso la mano en su nuca sabiendo que lo leí como un libro.

-Irás con el Magistrado Labrid de viaje. Magistrado vista bien y alimente a nuestro compañero.-Los dejé para que Labrid le dijera como serán las cosas.

Miré a Gwen con su chaqueta y le sonreí.

-Te ves bien con esa chaqueta, resalta tu cintura.-Ella me ignoró pero noté su sonrisa.

Me subí sobre la moto y la encendí. Gwen puso su mano sobre mi hombro y una vez sentada me abrazó.

-Siempre puedo confiar en ti... ¿verdad?-Podia escuchar lo insegura que estaba Gwen.

Ella es confiada al luchar pues es una excelente artista marcial, en lo académico hay pocos humanos que se le comparen y tiene excelentes valores morales.

Pero hubieron dos cosas que le faltaron toda su vida...

Libertad y Protección.

Suena como misoginia pero a todos nos gusta tener a alguien que de la cara por nosotros y Gwen que jamás tuvo a alguien que lo hiciera además del abuelo ha causado esta inseguridad.

El Omnitrix tal vez no sea suficiente...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora