Capítulo 14

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Kyogle, Australia

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Kyogle, Australia. Un lugar agradable, era pequeño y solo en algunos minutos habíamos recorrido todo el pueblo en auto.

—Iremos primero a comer, después haremos algún recorrido en el parque nacional de aquí. Seguro que este año tienen algo nuevo para mostrar. —Natalie habló mientras seguía a Marcus.

Estacionamos enfrente de un restaurante viejo. Había algunas mesas con sillas afuera y algunos clientes las habían ocupado. El clima estaba nublado y rogaba para que no lloviera.

—Vamos arriba, espero que la terraza esté desocupada. —Salió del auto rápidamente mientras se colocaba un gorro en la cabeza, buscaba a Alexander, pero parecía que él estaba más ocupado con Tatiana.

Aseguré el auto y me coloqué mi gorra. Fui junto al grupo y le di las llaves del auto a Marcus que él rechazó con un gesto.

—Quédatelas. —Me indicó—. Iremos arriba.

—Uh. Ya quiero probar el pollo frito. —Alexander dijo mientras se adentraba al restaurante con Marcus.

Fui la última en entrar y sentí el olor a pollo frito. Olía delicioso y aprecié el frío del aire acondicionado, era algo que las personas estaban buscando porque dentro del restaurante todas las mesas estaban ocupadas. Seguí a los demás y subimos por unas escaleras un poco angostas, la alfombra gris que cubría los escalones tuvo mejores días.

La terraza estaba cubierta y se podían divisar los árboles, muchos de ellos que parecían rodear casi a todo el pueblo, un cambio drástico de paisajes desde donde veníamos. Me senté junto a Natalie quedando del lado de la baranda, si me inclinaba observaba la copa de los árboles. Enfrente estaba Marcus, conveniente ubicación. El señor que nos atendió nos dejó a cada uno los menús correspondientes y dijo algunas palabras más antes de dirigirse a una mesa que lo solicitaba.

Dejé mi pequeño bolso negro en el respaldar de la silla para que no me molestara y me puse a leer el menú. Alexander y Tatiana no paraban de hablar y de vez en cuando incluían a Marcus. Los platos y sus descripciones sonaban deliciosas, solo que ninguno me convencía del todo.

—Pide los calamares con sal y pimienta. Son deliciosos. —Miré a Marcus y busqué su recomendación en el menú.

—Los pediré acompañados con una ensalada —Le sonreí por la recomendación. Según la descripción del plato sonaba rico y mezclarlo con una ensalada le daría un toque crujiente y fresco—. ¿Qué pedirás?

—Hamburguesa —dijo simplemente.

—¿Todos pedirán una cerveza? —Alexander preguntó justo cuando el camarero aparecía por nuestros pedidos.

—Quiero el jugo de arándanos —señalé.

—Igual —Marcus hizo su pedido.

Todos le dimos las indicaciones sobre nuestros pedidos, la mayoría había encargado hamburguesa y los únicos diferentes habíamos sido Alexander con su pollo frito y en mi caso con la recomendación de Marcus.

Solo quiero estar a tu ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora