Capitulo18

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Era ya la ultima hora. Mery de ves en cuanto me preguntaba cosas sobre Chris y Jo. Solo le decía que Chris era una bueno persona, pero que Jo era algo diferente a Chris.
La hora paso muy rápido. Recogí mis cosas y las puse en la mochila. Al salir del instituto, las chicas me miraban con cara de asco, lo que no me importo, ya estaba acostumbrada a estas miradas. Pero me sorprendió mucho que Claudia se molesto a venir a hablarme.
-Así que estas con el nuevo ¿eh?- dijo ella vacilandome- pues escuchame bien guarra, no te acerques a ese chico, no lo vales, el va a ser mio. Mas te vale hablarle.- le solté una risa.
-Como tu digas.
Pase en alto lo que me dijo y me dirigí a la moto de Jo, pero el aun no estaba. Decidí esperarlo, igualmente el tenia que venir a mi casa para comer.
Le vi acercándose hacia la moto, con el estaba la Claudia, pegada a su brazo. Cuando le mire la cara a Jo, vi un rostro cansado y sin ninguna emoción, lo que me hizo reír. Era obvio que el ya estaba harto de ella.
Cuando Jo se acerco con ella hasta mi, pare de reír, y intente poner cara seria, pero alguna risa se escapaba de vez en cuanto, Jo al ver que yo reía, también empezó a soltar alguna risa.
-Bueno, guarra, vete ya de aquí, Jo me va a llevar a mi casa.- Me dijo Claudia cogiendo a Jo de la mano. El retiro su mano y se acerco a mi.
-Lo siento Claudia, pero prefiero llevar a la guarra a su casa antes que a ti.- dijo Jo cogiendome de los hombros.
Claudia me lanzo una mirada asesina.
-Jo, te vas a arrepentir de no llevarme a mi.
Jo no le hizo caso. Solo se giro me cogió de la mano y me entrego el casco. Yo aun seguía riendo.
-Es pesada la niña.
-Ya lo se, hoy a la salida me dijo que no me acercara a ti.
Jo soltó una risa.
Me puse el casco lila y me senté en la moto. Cogí lo mas fuerte posible a Jo, y con suavidad empecé a ir soltándolo poco a poco.
Jo puso la moto en marcha y fuimos directos al supermercado.
Cuando llegamos al supermercado, baje de ma moto y le entregue el casco a Jo.
Mientras que caminábamos hasta la tienda, nuestras manos rozaban, Jo las miro y cogió mi mano con la suya. A lo que me sonroje un poco.
Entramos a la tienda y cogí un carro. Jo solo iba acompañandome en la compra. Ninguno no decía nada. Así que decidí romper el silencio.
-Jo, ¿que es lo que quieres comer hoy?- le pregunte cogiendo una botella de coca-cola.
-Pues no se. ¿Que es lo que sabes preparar?
-Muchas cosas. ¿Quieres comer macarrones con salsa de verduras?- vi en su cara un poco de asquito a lo que acabo de decir.-Suena mal, pero a la manera que lo preparo, esta muy bueno.
-Como quieras, me comeré todo lo que hayas preparado.
Le sonreí y fui por un paquete de macarrones, cebolla, zanahoria y uno pimientos rojos.
Pague todo y me sobro 100€.
Mientras que caminábamos hacia la moto, Jo me cogió las bolsas, le mire y el estaba mirando a ma moto, yo solo sonreí y le susurré un gracias a lo que el respondió con una sonrisa.

Cuando habrí los ojos, ya estabamos frente mi casa. Baje de la moto y me saque el casco. Había cogido mi mochila y la mochila de Jo. El cogió las bolsas de comida y me siguió hasta mi casa.
Saque las llaves de la mochila y abrí la puerta.
-Jo deja las bolsas en la cocina por favor.- le dije.
-Emm... Noah... ¿Donde esta la cocina.- me había olvidado completamente de que era la primera vez que Jo estaba en mi casa.
-Es verdad, me he olvidado de que era tu primera vez en mi casa.
Le cogí del brazo y hice un gesto con la mano para que me siguiera. El dejo las bolsas en el suelo y me miro.
-Bueno, Jo, ves al comedor y mira la televisión mientras yo preparo la comida.
-Vale, no tarde, tengo hambre.
Me lanzo una sonrisa y se fue al comedor.
Mientras yo saque todo necesario para preparar aquel plato y puse las manos a la obra.

Acabo de una media hora o una hora, la comida estaba lista, la había hecho lo mas rápido que podía.
-¡Jo! Ven y ayudame a preparar la mesa.-le grite.
-¡Voy!
Escuche sus paso.
-Toma Jo, coge esos vasos y cubiertos y llevalos a la mesa del comedor. Ah y coge también la coca-cola.
-Si señora- dijo en un tono un poco burlón y militar. -¿Tienes cerveza?
-Si, pero no te la voy a dar, a ver si te emborrachas o algo.
El se acerco hacia mi. Estaba peligrosamente cerca.
-Venga nena dejame beber cerveza.- Se acerco un poco mas.
-Ni lo pienses.- di un gran paso para detrás y me gire para poner en lo platos los macarrones. Oí la puerta de la nevera abrirse, cuando me gire vi a Jo cogiendo una cerveza.
Hice una mueca.
-Da igual cogela ya.
Jo me lanzo una sonrisa y felicidad, a lo que yo no pude aguantar la mía.
Entre en el comedor con los plato en las manos y le serví uno a Jo y el otro lo puse en mi sitio.
-Gracias.- me dijo Jo.
El cogió el tenedor y probo la comida. Cuando le mire, el me estaba mirando con ojos abiertos como dos platos.
-¿Que? ¿Que pasa?- le pregunte.
-Que esta muy bueno. Eres una buena cocinera. Esta para chuparse los dedos.- al decir eso empezó a comer como si nunca en su vida había visto comida.
Sonreí y también me puse a comer.
Acabo de un rato, los dos habíamos terminado la comida. El hizo un sorbo a su cerveza y me miro.
-¿Quieres postre?- le pregunte un poco incomoda por que al decir postre, el puso una cara pervertida.
-Claro. ¿Que tienes?
-Pues helado.
Fui a la cocina y cogí dos helados quedaban, uno de fresa y el otro de chocolate.
Le ofrecí el de chocolate y el lo acepto.
-¿Vamos a fuera para tomar los helados? Hace calor ahí fuera.
El asintió y me siguió hasta la puerta de detrás que llevaba directa al jardín.
-Vamos, ahí ay un banco.- y le enseñe el banco de Sue y Robert.
Nos sentamos y empezamos a hablar.
Cuando acabamos los helados el me cogió de la mano y me llevo hasta la piscina.
-¿Por que me llevas a la piscina?- le pregunte extrañada.
-Porque aquí nos conocimos.
Me llevo al borde de la piscina y se puso de espaldas a ella. Me atrajo hacia el cogiendome de la cintura. Los dos nos estamabos mirando a los ojos. El empezó a acercarse cada vez mas a mis labios. En ese momento no sabia que hacer, así que automáticamente le empuje. El se ha caído a la piscina y yo empecé a reírme como loca. Vi salir su cabeza debajo de agua. Seguía riendo.
-Ja Ja Ja. Que divertido.- dijo el con una sonrisa en la cara.- Anda dame la mano para que pueda salir.
Le entregue mi mano riendo para que el pueda salir. Pero sentí como el me estiro de la mano y me caí al agua. Cuando saque mi cabeza le di un golpe flojo en el pecho. El empezó a reírse a lo que yo no pude aguantar mi risa. Estuvimos un rato riendo de lo sucedido.

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