Capítulo 38

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-¿Para qué os vais a Italia?- pregunte mientras que miraba a Jo, el que no paraba de ir de un lado al otro, mientras que pasaba la mano por el pelo. Se paro ante mi pregunta. Se acerco a mí y se sentó a mi lado en el sofá de su casa.

-Mi padre es un abogado muy famoso. Hace unos años llevo un caso de un político y le ayudo a liberarse de la cárcel. Este político tiene amigos y contactos por todo el mundo. Como ya dije, tiene muchos amigos. Pues uno de sus amigos es ex presidente de Italia al que gobierno quiere meter en la cárcel por robar dinero al país, y este político al cual ayudo mi padre, le recomendó a su amigo a mi padre. Entonces este ex presidente llamo a mi padre y le ofreció una cantidad de dinero impresionante si le ayuda a librarse de la cárcel. Mi padre acepto la oferta- explico Jo.

-Pero, ¿tu padre sabe italiano?- pregunte con curiosidad.

-Claro, una parte de sus estudios de abogado, ha pasado en Italia, donde conoció a mi madre- dijo él con una sonrisa mientras que miraba al suelo.

-¿Y no puedes quedarte?- pregunte con un nudo en la garganta.

-Por desgracia, no. El presidente dijo que mientras que dura el juicio, quiere que todos cercanos a mi padre estén en Italia bajo su guardia. Dice que este caso es confidencial, y no se puede que nadie se entere de esto.

-Pero... me lo acabas de contar- dije un poco asustada. Si este caso es confidencial, y el ex presidente llega a saber que yo sé sobre el caso, el me puede matar.

-Ya lo sé, porque confío en ti y espero que no se lo cuentes a nadie- dijo Jo mientras cogía mis manos entre las suyas.

-No se lo diré a nadie- le prometí.

-Gracias, ahora solo falta llamar nuestros amigos y decirles que me voy a Italia.



Después de charlar con Jo, el decidió que era mejor quedar para contárselo al grupo. Me fui a casa para darme una ducha y arreglarme.


Después de ducharme, me acerque al armario aun en la toalla, y mire lo que podría ponerme. Decidí coger unos jeans negros con una sudadera de "The Beatles" y unas botas militares negras. Me puse un poco de maquillaje y cogí mi abrigo con mis guantes.

Salí de casa en dirección a casa de Jo. Hemos quedado todos en una cafetería muy cercana a mi casa, donde ahora yo trabajo, pero por vacaciones de invierno, me han dicho que vuelva en enero.

Antes de picar en la puerta, salió Ashley. Tiene ojos hinchados y rojos, se nota mucho que ha llorado.

-Ashley, ¿estás bien?- pregunte, mientras que la cogía de la mano y la acercaba a mí, para darle un abrazo. Se perfectamente que no está bien, pero igualmente se lo pregunto.

-No, no estoy bien. Me voy a Italia durante un puto año- dicho esto, ella se echó en mis brazos para llorar.

-No llores, ya verás que este año va a pasar muy rápido- dije mientras le acariciaba el cabello.

Entre los sollozos de Ashley, oí como la puerta de su casa se abría. Levante mi cabeza y vi a Jo observándonos.

-¿Vamos?- dijo él, mientras que se dirigía la coche.

-Vamos- dijo Ashley mientras que se separaba de mi y se limpiaba su nariz con la manga del abrigo.

Los tres subimos al coche y fuimos directos a la cafetería.

El camino ha sido muy corto, pues la cafetería se encontraba tres calles más abajo de mi casa.

Salimos del coche, y pudimos ver a todos en la cafetería esperándonos.

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