Capitulo31

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La manta no traía tanta calor, como su cuerpo. Mi cabeza descansaba en su pecho, escuchar sus latidos del corazón me relajaba mucho.
El jugaba con un mechón de mi pelo. Los dos estábamos en silencio.
-¿Tienes sueño?- pregunto el rompiendo el silencio.
-No.- respondí mientras me acomodaba en su pecho.
-Me asuste, cuando estábamos en el baño, y aquel hombre saco el arma- levante un poco mi cabeza y fije mi vista en el. El estaba mirando ala nada. Su rostro era serio-. Pensé que el te iba a matar- continuo- y lo único que quería en aquel momento, era que si el disparara, empujarte a ti y recibir la bala- mis ojos se llenaron de lágrimas. ¿De verdad que haría eso por mi?- en aquel momento, entendí que tu no eras como todas, entendí que quería estar a tu lado siempre, protegerte, cuidarte, quererte...- no le deje acabar la frase. Acerque mi mano hacia su cabeza y la lleve hasta mi cara. Lo bese suavemente mientras me sentaba a su lado.
Enredaba su pelo con mis dedos mientras que con otra mano acariciaba su mejilla. El pasaba sus dedos suavemente sobre mi espalda desnuda.
-¿Que hora es?- me separe de sus labios para hacer la pregunta.
-Las tres de la madrugada- contesto el sonriendo.
-Deberíamos ir a dormir- dije mientras le daba otro beso en los labios.
-Si, deberíamos- contesto el con una sonrisa, mientras que me tumbaba en la cama y se ponía encima mio. Y lo repetimos otra vez.

Los rayos de sol entraron por la ventana despertándome de mi sueño. Abrí poco a poco los ojos, y me sorprendí de no haber encontrado a Jo a mi lado. Me senté en el cama, y el dolor vaginal me invadió anunciando mi perdida de virginidad, pero era un dolor soportable.
Mire al rededor, tenia que admitir, su habitación es mucho mas ordenada que la mía. Las paredes era de un color gris oscuro, en el suelo había una gran alfombra negra que cubría todo el suelo de la habitación, la cama era de matrimonio con sabanas de color azul marino. En la pared estaba la ventana, des de la cual se veía perfectamente mi habitación. "PD: necesito comprar unas cortinas" dije a mi misma.
Voltee la cabeza al sitio donde esta noche estaba durmiendo Jo. Al pasar la mano por la almohada, encontré un papel, lo abrí, y leí lo que ponía en el:
Buenos días princesa. Se que te despertaste y yo no estaba. Pero he tenido que madrugar para preparar la sorpresa. Así que baja. Un beso.
Sonreí y me levante de la cama,  me puse una camisa blanca que el tenía y salí de la habitación. Al salir, una olor dulce invadió mi olfato. Baje las escaleras y entre en la cocina. Ahí estaba Jo preparando desayuno.
-Buenos días. ¿Como dormiste?- pregunto el con una amplia sonrisa en su rostro.
-Buenos días. Bien, aunque al despertar me dolía un poco la parte baja.- dije poniendo mano sobre mi vientre. El soltó una carcajada.
-Normal. Ha sido tu primera vez. En la mesa del comedor hay un vaso de agua e ibuprofeno- dijo el.
-Gracias- respondí mientras me giraba en mis talones para ir al comedor.

En la mesa encontré un vaso con agua e ibuprofeno, pero también me encontré con dos tazas de café con leche, y un jarrón con rosas rojas.
Me tome el medicamento y cogí una rosa, la acerque hasta mi nariz, y olí el aroma fresco de la flor.

Fui a la cocina, y me acerque a Jo.
-Veo que ya has encontrado las flores.- dijo el mientras daba la vuelta a algo parecido a creps. Acerco su cara hacia la mía y me dio un suave beso en los labios.
-¿Que vamos a desayunar?
-Tortitas. ¿Te gustan?- pregunto el con un poco de esperanza de que me gusten en su cara.
-Mmm... Nunca las he probado.
-Ves a la mesa, ya casi están listas.
Le obedecí y me fui a la mesa. Me senté en la silla, y bebí un poco de leche que había en mi taza.

Vi a el entrar en el comedor con dos platos de tortitas.
-No como tanto.- le dije mientras que cogía el plato lleno de comida.
-Come, te gustara, sino lo dejas.
Corte un trozo de tortita y la metí en la boca. Eran de  verdad deliciosas, así que no pensé dos veces en acabarmelas todas.

-Jo, ¿Has visto mi móvil?- pregunte mientras que rebuscaba en mi ropa del día pasado.
-¿Has mirado en tu bolso?- me dijo el mientras que me observaba.
Le hice caso y busque en el mini bolso que llevaba la noche pasada.
-¡Lo encontré!- dije, el esbozo una sonrisa. Encendí el móvil y mire a la pantalla principal...- ¡Mierda! ¡10 llamadas perdidas de Marc! Jo, me va a matar.
-Pues vístete y vamos a tu casa.- dijo el mientras que se levantaba de su cama.

Me vestí con mi vestido negro, y los zapatos de tacón. Arregle un poco mi pelo y baje hasta el recibidor de la casa. Ahí estaba el, sonriendome.
-¿Vamos?- le pregunte cogiéndole de la mano.
-Espera, tengo que preguntarte algo.- dijo el con una sonrisa traviesa.
-Dime...- sin poder reflexionar, el me empujo suavemente hacia la pared, sus labios se juntaron con los mios, encajando perfectamente. Su lengua rozo con mis labios, de modo que los entre abrí dejándole paso, nuestras lenguas se juntaron, y sentí su calor recorriendo todo mi cuerpo. Me encanta sentir esa sensación.
El se separo de mi, de modo que solo se escuchaba nuestras respiraciones aceleradas. El se acerco hacia mi oído, dando pequeños besos detrás de la oreja.
-¿Aceptas ser mi novia?- pregunto el en un susurro, cerca de mi oído.
-Acepto.- sentí su sonrisa contra mi piel.

Salimos de casa cogidos de la mano. Estaba un poco nerviosa, no sabia que iba a decirme el Marc.

Quedamos frente la puerta de mi casa, cogí el bolso h busque las llaves de casa.
-Tranquila, todo estará bien.- me tranquilizo Jo, mientras que me daba un beso en la frente.
Introduje la llave en la cerradura y la gire.
Entramos en la casa, y había silencio completo. No había nadie ni en comedor ni en la cocina. Entonces escuche unos pasos por la escalera.
-¿Noah?- dijo una voz des de la escalera.
No podía olvidar esa voz nunca, ese era el. ¿Pero que hace aquí?
-¿Dan? ¿Eres tu?- pregunte acercandome casi corriendo hacia las escaleras.- ¡Dan!- exclame cuando vi a mi primo  bajar. Un chico no mas alto que yo, con pelo castaño casi negro, ojos marrones, y esa de su sonrisas perfectas. Iba sin camisa, lo que dejaba ver su perfecto cuerpo de modelo.
Me lance a sus brazos, dándole un gran  abrazo.
El era el chico que siempre me alegraba en los momentos difíciles. Aparte de ser mi primo, el era mi mejor amigo.
-¡Cuanto tiempo Noah! Has cambiado mucho des de que te vi. ¿Cuanto tiempo era? ¿ siete años? Bueno da igual, ¿como te va todo?- dijo el emocionado de verme, pero luego me aparto de el y puso cara seria al ver a Jo.-¿Y ese quien es?- pregunto Dan señalado a Jo con cara de pocos amigos.
-El es Jo... Mi novio- dije un poco insegura.
-¿Tu novio? Bueno, entonces tendré que aceptar el echo de que mi peque ha crecido.- dijo Dan acercándose a Jo.
Le ofreció la mano en modo de  saludo.
-Soy Daniel, pero para amigos y familiares Dan, encantado de conocerte.
-Soy Josh, pero llame Jo. Encantado.
-Ahora que todo esta bien, Noah, tenemos que hablar. Marc se ha ido a una fotosesión, para una campaña de ropa interior. Pero se ha ido bastante enfadado por que no le contestaste a sus llamadas y el no sabia donde  estabas... Por cierto ¿donde estabas esta noche?
-Me quede a dormir en casa de Jo.- al decir eso, una sonrisa pervertida apareció en el rostro de Dan.
-¿Haciendo que?- dijo Dan en tono perverso.
-Dormir- dije sonrojandome.
-Ya, seguro. Bueno pasamos el tema de vuestra noche de folleteo, y volvamos al de Marc. ¿Que vamos a hacer cuando vuelva?- dijo Dan pasando al salón para sentarse en el sofá. El acto seguido, Jo y yo nos sentamos junto a Dan.
-Mmm... No se, a lo mejor ya no estará enfadado. No se, le diré la típica escusa de que me había emborrachado, perdí la conciencia y Jo como un buen amigo me llevo a su casa.
-Vale, veremos si eso va a funcionar o no.

Seguimos hablando. Parece que Jo y Dan se llevan bastante bien.
Escuchamos como la puerta de casa se abrió. Era Marc.
-¿Marc?- me acerque hacia la puerta y si, era el.
-Noah, ¿donde has estado toda la noche? Te he llamado.- dijo Marc, enfadado.
-Estuve con Jo.- al escuchar que estube con Jo, el enfado se había ido de su cara.
-No pasa nada, confió en ese chico. Por cierto, ¿esta aquí?
-Si, en el sofá con Dan.
Marc me dedico una sonrisa. Estaba apunto de ir al salón, cuando me sonó el móvil. Era Ashley.
-Hola Ashley.- la salude.
-Hola. ¿Pues quedar? Necesito contarte algo, es muy importante.
-Claro, quedamos en el parque al lado de mi casa.
-Perfecto, adiós.- y después de despedirse, colgó la llamada.
¿Que es ta  importante que me quiere contar?

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