Capitulo28

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Un chico alto, musculoso, guapo. De cabello castaño con reflejos rubios y ojos negros. Era realmente guapo, todas mis amigas babeaban por el. El trabajaba como modelo de ropa, pero normalmente le gustaba ser modelo de ropa interior. Somos muy buenos amigos aparte de ser primos. El tenia un hermano menor que se llamaba Daniel, eran casi iguales. Los dos eran guapos. Marc tenia 21 año, y Dan tenia 18.
Me lance a fuertes brazos de mi primo, para darle una bienvenida con un abrazo.
-Hola Marc. Te he echado mucho de menos.
-Y yo a ti tomate.- y dale con el tomate.- Emm... Noah, ¿quien ese chico que esta sentado en el sofá?
Me separe de el y gire mi cabeza, el se refería a Jo.
-Es mi amigo, también en es mi vecino.
-Hola.- Dijo Jo saludándolo con un típico gesto de mano.
-Hola.- dijo Marc algo serio. Des de muy pequeño que es protector con migo. Siempre me vigilaba cuando salia con chicos.
-Marc, es un buen amigo. No te pongas así.- Marc apretó la mandíbula.
-Es mejor que me vaya. No quiero molestar.- Jo se levanto del sofá y se encamino hacia la puerta principal. Yo le pare poniéndome delante suyo y dejar que mis manos descansen sobre su pecho.
-Jo, no molestas. Sube en mi habitación, ahora subo yo.
-No creo que a tu primo le guste.- dijo Jo añadiendo mientras que se aparto un poco de mi.
-No, no le importara.- me gire y le eche una mirada asesina a Marc.
-Voy a mirar la tele, van dar un partido de fútbol. No tardeis mucho.
-Vale.-dije enfadada. Es peor que mi madre.-Vamos.- dije a Jo y le cogí de la mano.
Al llegar en la habitación, cerré la puerta. Y me senté en la cama frente a Jo.
-Jo, tenemos que hablar.
-Claro, dime.- dijo Jo con una sonrisa en su cara.
Agache la cabeza y mire a mis sabanas.
-Sobre el... El beso de ayer...- levante la cabeza y le vi a el mirándome con una mirada dulce y tierna. Lo que me hizo sonrojar.
-Eres preciosa y no me pude aguantar.- me dedico una sonrisa.-Ven.- se levanto de la cama y me ofreció la mano.
-¿A donde vamos?- le pregunte cogiéndolo de la mano.
-Ahora lo veras.
Me arrastró detrás suyo. Bajamos en silencio las escaleras y salimos de casa por la puerta del jardín sin hacer ruido.
-Tendremos que saltar la valla.- al escuchar eso, me vino a la mente el recuerdo de como me caí con mi parte baja sobre la valla.- No te preocupes, yo te ayudare.
El salto la valla sin ninguna dificultad. Después me subí yo.
-Vale. Ahora dejate caer. Yo te cogeré.
-¿Estas loco? ¿Como quieres que me deje caer?- pregunte levantando la voz.
-Confía en mi.
Le mire un rato y no sabia si caer o intentar bajar yo sola.
-Cogeme.- al final decidí. Iba a caer. Le levante un poco y me deje caer con ojos cerrados. Sus fuertes manos me cogieron y me apretaron contra su pecho.
-¿Ves como no era para tanto?- abrí los ojos y me encontré con sus sonrisa perfecta.- Esperame al lado de la moto. Ahora vengo.
Dicho eso baje de sus brazos al suelo y me encamine hasta la moto con una sonrisa boba.
Al acabo de unos minutos salio Jo de su casa con una mochila.
-Toma- me dio la mochila.- la llevaras tu, yo conduciré el coche.
-¿Coche? ¿Que coche?- pregunte confundida. El me cogió de lo hombros y me giro. Al girarme vi un coche grande, era un Nissan Qashqai azul, que reflejaba un lila. Era impresionante.
-Ese coche.- añadió Jo al ver mi ilusión.
-Tienes 17 años. ¿Como es que conduces un coche?
-Nadie no sabe que tengo 17 años. Y conduzco muy bien, así que la policía no me para, para preguntar sobre mi DNI.
-Entonces... ¿A donde vamos?- pregunte poniéndome su mochila a un hombro.
-Sorpresa. Sientate en el asiento del copiloto. Ya salimos, volveremos a las 11/12 de la noche.
-Mañana hay instituto. Las ultimas clases.
-Me alegro, pero esa no he tenemos que salir, así que sube al coche.- dijo el mientras que habría la puerta del copiloto. Yo subí y me acomode sobre el asiento. Lo rodeo el coche y se sentó. Me dedico una sonrisa y puso el coche en marcha.
El camino para mi era desconocido, pero en cambio Jo parecía conocerlo muy bien. Al cambiar la marcha, puso su mano encima de rodilla y subió un poco hasta el muslo a lo que gemi. El soltó una risa.
-Aun no. Ya llegara la hora.
La verdad es que nunca había tenido sexo, seguía siendo virgen, y quería saber como es sexo. Sam me había dicho que es muy agradable y que se siente muy bien, ya que ella la perdió en año pasado.
-¿Eres virgen?- solté sin pensar.
-Que directa.- rió el- pero no, no soy virgen. ¿Para que querías saberlo?
Anda, ¿y que le contesto? Nada era solo para saber si tenias o no la experiencia. No le podía decir eso. Vale ya se.
-Para saber.
Soltó una carcajada y me guiño el ojo.
Seguimos el camino en silencio. Lo que me pareció raro es que íbamos por un camino en bosque, eso me asusto un poco. El giro a la izquierda y nos paramos frente un camino.
-Bajamos aquí. No te preocupes, no te lleve en un bosque para vioalrte. Te gustara mucho el sitio donde te voy a llevar.
-Seguro. ¿Porque bosque?- le pregunte mientras que bajaba del coche.
-Espera, ahora lo veras todo. Y no olvides la mochila. La necesitamos.
-Vale.
Cerré la puerta. Y al girarme todo lo que vi fue naturaleza, arboles grandes, húmedos, se notaba que ya era verano. Los pájaros cantaban y volaban libres en el cielo. La tierra estaba un poco húmeda así que tenia que ir con cuidado.
Jo puso la alarma y me cogió de la mano. Fuimos por un camino verde. Des de lejos se escuchaba un rió. A lo que yo tenia razón, caminamos un poco mas, y llegamos a una cascada preciosa. Jo me estiro para que le siguiera.
-Ahora tendrás que tener cuidado, las piedras resbalan un poco. Y no quiero que te caigas al agua, tu primo y tu madre seguro que me matarán si te pasa algo.
-De acuerdo, pero es mejor que no vayamos muy rápido.- añadí.
-Como quieras.
Me cogió aun mas fuerte de la mano y le seguí. El camino era estrecho y hecho de piedras, Jo tenia razón, resbalaban un poco, pero yo estaba segura de que no me iba a pasar nada, ya que el me estaba sosteniendo de la mano, y eso me daba mucha seguridad. El agua caía con bastante fuerza. Jo se paro en un piedra grande que estaba en la cabeza de la cascada.
-Pasame la mochila.
Hice lo que pidió. El la abrió y saco de ella una manta, cual pudo encima de la roca.
-Tumbate.- ordeno. Me senté en la mata esperando a que se sentara el. Pero el siguió sacando cosas de la mochila. Saco una bolsa de chuches y la puso a mi lado, entonces si que se tumbo. Nos separaba la bolsa y la mochila las que estaban en el medio de nosotros.
-Me encanta ese sitio, pero, ¿porque me has traído aquí?- le pregunté mirándolo. El me sonrió dulcemente y levanto su mano, con el dedo índice apunto a cielo, a lo que yo mire arriba. Era asombroso. Todo el cielo estaba lleno de estrellas, no había ni un espacio, era de verdad precioso. Me quede un buen rato mirando al cielo embobada.
-Habían leído en internet que hoy era la noche mas estrellada. Y pues pensé llevarte aquí. Si el plan no funciona, y esa es la ultima noche que pasas en España, quería que vieras eso.- le sonreí y cogí una chuche en forma de fresa de la bolsa.
Mirando tanto las estrellas sentían un peso muy grande sobre mis párpados, lo que me obligaba a cerrar los ojos. Acabo de un rato poco a poco me ido durmiendo.

Escuche la voz de Jo, lo que me despertó de mi sueño, pero no abrí los ojos, quería estar tumbada un rato más.
-Eres preciosa mientras que duermes. Sufriste mucho en el pasado, tu presente esta destrozado, y no tienes ni idea de que hacer con tu futuro. No te preocupes, te ayudare a olvidar tu pasado, arreglare tu presente y te enseñare tu futuro. No te pienso dejar sola. Estoy listo para defenderte, para morir por ti, da igual lo difícil que sea la situación. Eres un ángel, estoy furioso por toda esa gente que te trataba de esa manera. Ahora estas conmigo y yo contigo, y nada nos separara. Aceptare ser solo tu amigo, pero eso no impedirá que no de mi vida por ti.- Eso fue lo que susurro el a mi oído, las lágrimas estaban apunto de salir, cuando sentí la presión de sus labios en los mios. Era un beso suave y dulce. El se separo de mi, abrí los ojos poco a poco. Lo primer a que mire, fue a el y una sonrisa apareció automáticamente sobre mi rostro.
-Te has dormido.- dijo el un poco sonrojado por haberme besado.
-¿Que hora es?- pregunte aun con gran sonrisa en la cara.
-Son las 11:04 de la noche, tenemos que volver a casa.
-Claro.
Me levante y recogí la bolsa de chuches ya vacía, la metí en mi bolsillo del pantalón corto. Le ayude a Jo a recoger la manta y meterla.
Empezamos a bajar de las piedras que subimos y le di la mano a Jo para no caer. Al bajar nos encontramos frente un bosque oscuro, apreté la mano de Jo, con fuerza.
-¿Pasa algo?- pregunto prestandome atención.
-Tengo miedo.- dije con cabeza bajada.
-No te preocupes, te protegeré. Estoy aquí.- Prestó mi mano y me acerco hacia el.
-Vamos, antes lleguemos mejor.
Me dedico una sonrisa y empezamos a caminar. Entramos al bosque y mis nervios empezaron a despertarse. Me daban miedo bosque por la noche, nunca sabia con que o con quien te puedes encontrar. Quité esos pensamientos de mi cabeza para no asustarme a mi misma. Y empecé a recordad cosas bonitas para relajarme. Me vino a la memoria todo lo que me había dicho Jo mientras que dormía y me vino una sonrisa tonta en el rostros y Jo la noto, también sintió.
-¿Que pasa?- pregunto divertido.
-Lo acepto.- dije. El me miro extrañado.
-¿El que aceptas?- pregunto confuso.
-Lo que me dijiste mientras que yo dormía, bueno en ese momento ya me había despertado.
-¿Oíste todo?- pregunto serio.
-Si.
-Incluso sentiste el...- no pudo acabar.
-Si, lo sentí. Era lo único no aburrido entre tu charla y el beso.
El se rió.
Al caminar mas oímos un ruido extraño detrás nuestro. Nos detuvimos. El ruido aumento.
-¡Corre!- grite. Los dos como locos empezamos a correr sin saber donde corríamos. Des de lejos vi una forma de... Lo veo mejor... ¡Es el coche de Jo!
-¡Jo! ¡Coche!- le grite. No acercamos hacia el y Jo rápido saco las llaves de su bolsillo. Con un *Click* en el botón abrió el coche. Entre, y seguido de mi entro Jo. Los dos pusimos las puertas en seguro. Estábamos sentados en el silenció, solo se escuchaban nuestras respiraciones aceleradas. Levante la cabeza y me di cuenta. Empecé a reír.
-¿Que es tan gracioso?- me miro Jo.
-Soy tonta. El ruido que oímos, era yo. Una rama se me engancho en la bamba y se arrastraba detrás mio.
Esta vez no era la única que se reía, Jo también se apunto.


Aparcó delante de mi casa. Eran las 12:00 de la madrugada. Estaba nerviosa por entrar en casa. Sabia que me esperaba una bronca muy grande de parte de mi madre y de mi primo.
-¿Preparada?- pregunto Jo apretando mi mano.
-Si.- conteste. Abrí la puerta del coche y salí. Un ligero viento veraniego golpeo mi cara con suavidad. Cerré los ojos y refleje sobre el plan. Si funcionaria, me quedaría todo el verano aquí, con Sam, Mery, Ashley, Marc y por supuesto con Jo. Si no funcionara, me tendré que ir 3 meses a Nueva York, sin nadie, mi madre estará trabajando y eso significa que estaría todo todo el día encerada el la habitación.
Abrí los ojos y rece de que el plan funcione. Jo estaba delante mio con una sonrisa lo que me relajo aun mas. Estaba lista para entrar en casa.

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