-Ya veremos- dije juguetona, me aparte de el, cogí mi ropa y me metí rápido en la ducha. Dios... ¿Porque se lo dije? Estoy mas roja que el tomate, siento que me van a explotar las mejillas.
Me seque el pelo y me puse la ropa. Al salir del cuarto del baño, me encontré con Jo y mi gato en sus manos.
-Es muy mono, ¿como se llama?
-Fred.
-¿Fred?- pregunto el arqueando la ceja.
-Si, como actor Fred Willard.
-¿Te gusta?
-Mucho. Pero eso llame a mi gato así.
Fred salto de sus manos y se fue por la puerta a no se donde. Nos quedamos Jo y yo solos.
-¿Cuando vendrá tu madre?- me pregunto el rompiendo el silencio.
Eche un vistazo en el reloj, eran las 7:34p.m.
-A las 9, pero a lo mejor vendrá mas pronto.
-¿Y eso?
-Bueno, me dijo que me tenia que decir algo muy importante.
Sonó su móvil.
-¿Si?...¿Quien eres?... ¿Que quieres?... No... Por que estoy ocupado... No... Adiós.- colgó y me miro a mi.- Era Claudia.
-¿Que quería?- pregunte interesada.
-Quería que viniese a su casa por que le dolía el ojo después del golpe que le distes.- El se rió.
-Me saco de mis casillas.
-Hiciste bien en darle esta bofetada, es muy pesada la niña, y no se que le pasa contigo, eres muy adorable.- me sonrió. Baje mi cabeza sonrojada.-¿Recuerdas que te dije el domingo, ahí fuera?- me dijo el levantando mi cabeza con su mano.
-Si... Que no baje la cabeza.- mis ojos azules buscaron sus marrones, me encanta mirar en sus ojos. Los dos nos hemos quedado en silencio.
-Perdón.- me dijo el. Frunci el ceño.
-¿Porq...- acercó su cara a la mía, y pego sus labios a los mios. "¡Por fin!" pensé. Me senté encima suyo sin separarnos, entre lancé mis dedos en su pelo aun húmedo, puso sus manos en mis caderas. Estuvimos un rato besándonos, su lengua con la mía bailaban un baile lento, nuestras bocas encajaban perfectamente como dos piezas de puzle. Me acerque mas a el, pegandome a su pecho, el soltó un gemido cuando me moví encima de su miembro.
-Cariño, ya llegue.- se abrió la puerta de mi cuarto y entro mi madre.- Lo siento, ¿interrumpí algo?
-No señora, ya me iba.- dijo Jo levantándose de la cama y poniéndose una camiseta. Mire al suelo, "lo que me va a caer ahora." pensé.- Adiós, nena.- lanzo una sonrisa y me guiño el ojo.
-Adiós.- le dije con una sonrisa. Vi como desaparecía por la puerta de mi habitación. Oí como se abría y se cerraba la puerta principal.
-¿Me quieres explicar que estaba haciendo ese chico en tu habitación semi desnudó? ¿Y que hacías encima suyo?- mierda, mi madre disparo con preguntas poniendo cara seria.
-Es nuestro vecino, y pues creo que no hace falta que te explique que ha pasado.
-¡Tienes que explicármelo!- dijo ella casi gritando.
-No. Toda mi infancia nunca te vi, siempre estuve con papa, y ahora vienes tu de madre protectora. Pues no tengo que por que explicártelo.- le dije. Ella cerro los ojos calmándose, algunas lágrimas empezaron a rodar por su cara.- lo siento, no quería decir eso.- ella se sentó en mi cama.
-No pasa nada, te entiendo, nunca jugué contigo, casi nunca me veías, solo quería recuperar ese tiempo de madre e hija que nunca no tuvimos.
La abrace, y nos quedamos así un rato.
-Emm... Noah... ¿Esos calzoncillos son de ese chico?- dijo ella señalando a los calzoncillos de Jo que estaban junto a su pantalón mojado en el suelo, al lado de mi cama. Abrí ojos como dos platos y me levante de cama estirando de mi cama para que se levante y salga.
-Venga mama, te ayudo a preparar la cena.
-Cocinas muy bien cielo, ¿Quien te enseño?- me pregunto ella.
-Papa.- ella paro de comer y me miro.
-Si, tu padre cocinaba muy bien, siempre me sorprendía con sus platos exóticos.
-Le echo de menos.- dije con lágrimas en los ojos.- Siempre quise que fuese el quien me acompañe hasta altar en mi boda. Que fuese el ese padre protector que no me dejaba salir con mi novio. No es justo, y además a los que lo han matado, solo estarán presos 30 años.
-Ya lo se. Se cuanto tu padre quería llevarte al altar, y verte con el vestido de novia. Aun recuerdo cuando te trajimos del hospital, el dijo "Vas a ser una novia hermosa, y yo te veré en vestido, deseo llegar a ese momento tan importante en tu vida".- rompí a llorar. Mi madre se levanto de su silla y fue hacia a mi llorando.
-No llores, no hace falta. Se fuerte.- le dije.Me asome a ventana de mi cuarto y me encontré a Jo sentado en su cama de espaldas tocando la guitarra, casi no se oía la melodía, su ventana estaba cerrada. Era algo parecido a Lithium de Evanescense, no estaba segura. Me enganche a la melodía, mis ojos se cerraron para disfrutar de la musica. Al abrir los ojos me encontré a Jo frente la ventana mirándome con una sonrisa muy grande, lo que me hizo sonreír también. El paro de tocar la guitarra y la dejo en un lado, abrió la ventana y se sentó en ella.
-Tocas muy bien la guitarra.- dije.
-Gracias, es una cosa que hago para desaburrirme, es un hobbie.
-¿Donde aprendiste a tocarla?
-De mi abuelo. El era todo un artista, pero cáncer jugo contra suyo.
-Lo siento.
-¿Llevaste bronca de tu madre?- dijo el riendo.
-Si. La lleve por que tu estabas en mi habitación medio desnudo, también por que estuve encima tuyo y por que encontró tus calzoncillos en el suelo.
Se rió aun mas fuerte.
-Lo siento, pero valió la pena.- dijo levantado las cejas con gesto perverso.
-Jo, nos vemos mañana, tengo sueño.
-Claro.- me dijo.- Oye, ¿Que era aquello tan importante que te quería decir tu madre?- es verdad, no me lo dijo.
-Emm... No se. No me dijo nada, ahora se lo voy a preguntar. Buenas noches.
-Vale. Buenas noches nena.- me guiño el ojo y desapareció de la ventana.
Fui directa en la habitación de mi madre.
-Mama, ¿Que era lo que me tenias que decir?- le pregunte sentándome en su cama.
-Pues, por el trabajo tendré que ir a Nueva York 6 meses- hizo una pausa- y tendrás que venir con migo.
Me quede paralizada. No quería irme. Tan lejos no.
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Engañados
Ficção AdolescenteNoah una chica suicida que muestra sonrisas falsas cuando por dentro esta gritando. Sus ultimos dias se llenan de nuevas amistades, un nuevo amor, unas amistades falsas y nuevas cicatrices. Una novela que te hara sentirte indentificado, te hara llor...