Pasamos media hora nadando, hablando y jugando en el agua. La ropa estaba empapada de agua. Al final decidimos salir de la piscina y ir a casa, estaba anocheciendo y hacia un poco de frío. El salio de la piscina y me ofreció la mano para que pueda salir. Cogí su mano y salí. Los dos nos hemos dirigido hasta mi casa.
-Jo, ¿quieres ducharte en mi casa o prefieres ducharte en la tuya?- le pregunte.
Me lanzo una sonrisa y entro en casa casi corriendo. Cuando yo entre en casa, no le vi por ninguna parte.
-¿Jo? ¿Donde estas?- le pregunte chillando.
-¡Aquí, en la ducha de tu habitación!- al escuchar eso, abrí los ojos como platos y subí corriendo a mi habitación.
Cuando llegue, Jo ya estaba en la ducha. Así que fui en el cuarto de mis padres y cogí unos boxers de mi padrastro (y si, me daba algo tocarlos) y unos pantalones. Me dirigí a mi habitación. Al entrar me puse en la cama y empecé a rebuscar en mi móvil algo que ni siquiera yo sabia que era.
Acabo de unos minutos se abrió la puerta del baño.
-Emm... Noah, mi ropa esta mojada. ¿Que me pongo?- cuando le mire, casi quede con la boca abierta. El salio del baño, con una mano sujetando mi toalla de mariposas azules rodeada sobre su cintura, ligeramente se veía un bulto en el sitio de su miembro. Con la otra mano se rascaba su nuca mirándome. Me sonroje al verle así.
-Te sonrojaste al verme así ¿eeh?-.
Sentí como mis mejillas estaban ardiendo. No le dije nada. Le entregue la ropa. Cogí lo primero que pille en el armario. Y fui a la ducha.
-Me voy a duchar. Ponte cómodo.- le dije en camino a la ducha.Acabo de una media hora salí de la ducha. Me seque el pelo. Y a la hora de vestirme, vi que cogí un sujetador blanco con un lazo en medio. Un tanga a juego y lo que mas me hizo abrir la boca formando una "O" fue, que solo cogí una camisa de mi padre que me iba grande. "Mierda" pensé. "Tarde o temprano tendrás que salir." me dije a mi misma. Así que preferí salir antes. Me puse la camisa y la ate.
Salí del baño y vi a Jo sentado en mi cama con los pantalones de mi padrastro. El estaba leyendo una revista que había encontrado en mi habitación.
Cuando entre en el cuarto, su mirada se fijo en mi y luego, me miro de arriba a abajo. No sabia que decirle, así que simplemente me senté frente suyo con la piernas colgando de cama.
-¿Te va bien la ropa de mi padrastro?- le pregunte.
-Si. Aunque los calzoncillos me apretaban el pene, así que decidí no ponermelos.- me lanzo una media sonrisa.
"Sabes, no me interesaba si te iban grandes o pequeños y tampoco me interesaba que es lo que te apretaban." Dije a mi misma.
-¿Quieres picar algo?- le pregunte por preguntar algo.
-Como quieras, aunque después de nuestros juegos en el agua, me entro hambre.- me dije tocándose la barriga. Me fije, de que me olvide de darle o una camisa o alguna camiseta o algo. Pero la verdad es que me gustaba mas así, sin ninguna prenda superior.
Me levante de cama y fui a la cocina. Note que mientras que andaba, la camisa se me levantaba y dejaba a la vista una parte pequeña de mis nalgas. Como un movimiento automático, baje la camisa y Jo Soltó una risa. Me sonroje.
Llegue a la cocina y cogí un par de cervezas, unos ganchitos, chuches y cosas así.
Llegue a la habitación con manos llenas de comida, el me sonrió y se levanto para ayudarme con la comida.
-¿Y cuantos tíos han pasado por tu paraíso?- me pregunto señalando con la mano la habitación.
-Bueno, ese sábado paso uno, estábamos los tres aquí, Sam, Chris y yo.
-¿Chris?- me pregunto.
-Si, Chris. Es mi ex.
Al escuchar que Chris era mi ex, a Jo se le dibujo una sonrisa en la cara.
-¿De que sonríes?- le pregunte.
-Nada, solo me alegro de que no tenga competencia.
Sonreí.
Pasamos horas hablando. Riendo. Bromeando. El tiempo paso muy rápido.
-Noah, mañana te llevo otra vez a las clases y no espero un no como respuesta.
-Mandón- le dije con voz floja.
-¿Que me has dicho?- dijo el levantándose de la cama.- Repitelo- se acerco hacia a mi.
-Dije, mandón.
-Sabes Noah, una de las cosas que no me gustan, es que me llamen mandón. Y eso, querida mía, tiene consecuencias.
-¿A si? ¿Cuales?- le dije desafiándolo.
-Ahora los veras.
Se echó encima mio y empezó a hacerme cosquillas. Empecé a reírme como si nunca en mi vida había reído. Le cogí de los hombros y le intente apartar, pero era obvio que el era mas fuerte que yo y no podía hacer nada al respecto.
El me cogió de las muñecas y las levanto encima de mi cabeza, se puso encima mio y puso una pierna entre mis piernas obligando a que se abrieran. Quedamos mirándonos cara a cara. Solo se escuchaba nuestras respiraciones chocandose. Empezó a acercarse a mis labio, cuando de pronto sintió algo raro en mis muñecas. Levanto la cabeza y miro las cicatrices de las muñecas, pasando sus pulgares por ellas. En efecto de defensa me solté de sus manos y me senté. El se sentó frente mio y me miro con mirada extrañada.
-Noah, ¿que son esas cicatrices en tus muñecas?- pregunto el.
-Nada, unas pequeñas cicatrices del pasado.- dije bajando la cabeza para mirarlas.
-¿¡Pequeñas cicatrices!?- dijo el casi chillando. Me asuste un poco y las lágrimas empezaron a amenazar.
-Jo, de verdad que no son importantes.- dije con voz casi temblorosa.
-Noah, me puedes contar todo lo que quieras, no me reiré de ti, tampoco se lo contare a alguien. Y mas, nunca te dejare sola. Así que adelante, cuéntamelo.
-Si que importan y mucho.- le dije.
Me lance sobre el y las lágrimas empezaron a rodar sobre mi cara. Apreté con fuerza mis puños y empecé a llorar. Jo me abrazo con fuerza y apoyo su cabeza encima de la mia.
-Noah, lo siento. Nunca te dejare, quiero ayudarte a superarlo. Te prometo que te ayudare.
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Engañados
Teen FictionNoah una chica suicida que muestra sonrisas falsas cuando por dentro esta gritando. Sus ultimos dias se llenan de nuevas amistades, un nuevo amor, unas amistades falsas y nuevas cicatrices. Una novela que te hara sentirte indentificado, te hara llor...