3. Ruido

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Seonghwa trato de luchar, pero era inútil, el aire comenzaba a nublar su vista, parpadeo y trato de moverse una ultima vez, pero no paso nada.

—Hongjoong lo vas a matar —escucho una voz distorsionada. 

—Odio a los Alfas como tu —soltó el cuello del Alfa y sonrió al ver que había dejado marcas. 

Seonghwa tosió con fuerza y trato de recuperar todo el aire perdido, sentia el ardor de su garganta y sabía a la perfección que sus ojos se habían llenado de lagrimas y lo único que quería era quitar todo rastro de debilidad. 

Podía escuchar a su padre gritarle por no actuar como debía. 

Podía usar su voz, lo sabía y aún así no salían palabras, estaba congelado, comenzó a sentir terror en la forma en la que se sentía tan inútil a pesar de ser un Alfa puro.

—Explica lo del matrimonio —pidió el Alfa de la máscara morada.

Miró alrededor y supo que no podía hacer nada, dejo escapar un suspiro, de todas formas no perdía nada con contarle a ese chico lo que sucedía, pero tenía curiosidad de saber porque se veía tan interesado en Jongho.

—Bueno... Sus padres decidieron deshacerse de él, hicieron un trato con mi familia y ambos terminamos ligados por eso, sin embargo sigue sin ser oficial... Jongho al ser un Omega no es digno para mi por lo que mis padres están buscando una Alfa para aparearme con ella, aún con el matrimonio arreglado —su rostro era serio y sus ojos no demostraban ningún rastro de vida.

Hongjoong lo vio y se quedó helado, pudo ver que el hijo de los Park la estaba pasando igual o peor que todos ellos. También el olor le indico aquello y se sorprendió, jamás se había sentido mal por algún Park, de repente las marcas en el cuello de Seonghwa ya no le parecían motivo de orgullo, se mordió el interior de la mejilla. 

—¿Deshacerse de él? —San no podía creer lo que estaba escuchando, parecía ser que su hermano la estaba complicado a diferencia de como lo había pensado. 

Seonghwa vio como ese Alfa comenzaba a caminar mientras parecía no poder creer lo que había escuchado, estaba atento porque sentía que en cualquier momento lo atacarían a él como ya lo había hecho el Omega. 

—Efectivamente, el matrimonio se arreglo hace unos días —murmuro bastante cansado. 

—Mi... Jongho está sufriendo todo eso —el Alfa miró Seonghwa al darse cuenta de su error, por suerte logro detenerse antes de revelar algo más, pero no podía evitar sentir curiosidad—Su olor... ¿Cómo es? — preguntó, sabía que estaba siendo un poco imprudente, pero quería saber sobre su hermano. 

Esta pregunta desconcertó a Seonghwa, después de todo a pesar de no tener el primer celo hasta los dieciocho, todos nacían ya con su Alfa u Omega. Desde el momento del nacimiento se sabía que eran, sólo se reafirmaba con el primer celo y la presentación oficial, que eso era una fiesta de las familias ricas para presumir a sus hijos y convertirlos en algún producto para que todos pudieran verlo y ver si era un buen partido para futuras alianzas. 

Seonghwa guardo silencio, dudando en si debía responder, pero el miedo de recorrió su cuerpo de nuevo, en su cabeza estaba la voz de sus padres que le decían que debía ser un Alfa digno de la familia Park y eso significaba que debía poder con todos ahí, pero en realidad no tenía fuerzas para luchar, estaba cansado y no quería morir, por lo que al final decidió cooperar, que era su mejor opción para sobrevivir sin tener que ser el Alfa que le pedían ser. 

—Es... Como el de las cerezas... No... Tal vez frambuesas—dijo, su olor era frutal, aunque claramente predominaba uno, solo que no estaba muy seguro, nunca se le hizo un buen olor.

1-1-8: LuminiscenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora