17. Ojos Azules

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—¿Quienes son en realidad? —pregunto San mientras terminaba de​ examinar a Yeosang— tu nombre jamás apareció en los informes de la policía —había tenido esa duda desde hac tiempo.

—Soy Yeosang —se encogió de hombros.

—Solo estoy yo, pueden confiar en mí —le regalo una pequeña sonrisa, sabiendo que el mayor ocultaba algo.

Wooyoung miró a Yeosang y este le regresó la mirada, ambos se vieron durante unos segundos, pareciendo debatir en sí debían responder o fingir que nada sucedía.

—Soy Kang Yeosang —contestó con una mueca, esperando una reacción poco positiva.

—Yo soy Jung Wooyoung, un Omega que se infiltró en sus vidas —mostró una gran sonrisa, a pesar de todo lo que sucedió estaba bien con eso— aunque mi apellido no es importante, solo debes saber que viví junto a Yeosang durante mucho tiempo. 

—¿Hablan de la familia Kang? —lo miró sin creerlo, con razón el nombre se le hacía conocido, de alguna u otra forma.

—Obvio —Wooyoung rodó los ojos.

Los miró sin creerlo, aunque tenía sentido, ellos conocian las normas de la alta sociedad, también tenían ese anillo que le habían prestado a Hongjoong, por supuesto que eran de ese mundo.

—No le digas a nadie sobre esto —Yeosang se acercó de forma amenazante al Alfa— cuando nos dejaron morir, lo aceptamos —desvío la mirada.

San​ sabía que a Wooyoung lo habían buscado, los informes estaban ahí, pero no entendió porque a Yeosang no lo habían buscado, si era de una familia tan importante, entonces debieron buscarlo.

—Estoy muerto para mi familia —murmuró con una sonrisa, pero sus ojos se pintaron de azul— así de simple —miró hacia abajo, había decidido huir antes de que causara más problemas— nunca pensé que me seguiría Wooyoung —miró hacia su amigo quien le regalo una sonrisa.

—Prometí que estaría contigo y planeo cumplir mi promesa —le había dolido un poco tener que abandonar a su familia, pero igual ya estaba dado por muerto, estando vivo solo causaría más problemas.

La familia Kang era más amable, al menos la versión que el conoció, jamás los trataron como algo menos por ser Omegas, tuvieron las mismas oportunidades que los Alfas de la familia, pero en cuanto el poder comenzó a disminuir, no tuvieron más opción que adaptarse, los Park estaban sobre ellos, exigiendo algo que no tenían, proponiendo ayudarlos siempre y cuando todos los Omegas desaparecieran.

Yeosang tuvo que tomar la decisión más difícil de toda su vida, abandonando todo lo que conocía, para que sus padres no cayeran en un agujero profundo de deudas.

—¿Los querían asesinar? —San dejo escapar un sonido asustado.

Era sorprendente la forma en la que los Park tenían poder con todas las familias, era claro quien gobernada en su país. 

—Los Park parecen no soportar a los Omegas —Wooyoung se cruzó de​brazos, molesto con ellos— cuando amenzaron a... Bueno los Kang, se negaron, su único hijo era Omega, pero al final se estaban ahogando, no había otra opción —el menor se acercó a los otros dos.

—Lo siento —San se sintió culpable por haber indagado.

—No importa, eso lo aceptamos hace tiempo —Yeosang atrajo a San y a Wooyoung— ahora estamos aquí, no morimos como pensamos —los abrazo, se sentía bien.

Cuando fueron atrapados, pensó que jamás volvería a ver el sol, estaba bien con eso, su final sería junto a Yeosang así que lo acepto.  El único que no podía aceptar su destino fue Yeosang y gracias a eso y que San llegó, ahora siguen vivos, están vivos,  eso es más que suficiente. 

1-1-8: LuminiscenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora