15. Mantener la Compostura

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Hongjoong estaba arreglado como si fuera alguien con poder, no sabía cómo es que Yeosang y Wooyoung sabían eso, pero ni siquiera pudo preguntar.

—Ahora, debes mantener la compostura y no dejes que tu olor se altere —Yeosang le aconsejo— y recuerda eres familiar de los Kang —le entrego un anillo, Hongjoong miró con sorpresa el anillo en su dedo.

—Es un sello, no podrán hacerte nada mientras tengas esto —explico Wooyoung con una sonrisa— Yeosang lo cuido muy bien a pesar de estar atrapados —recordó como había sido, por suerte nadie había visto el anillo.

Fue ahí que Hongjoong se preguntó a quién había rescatado, esas joyas eran caras, pensó, la familia Kang era dueña de muchas minas, algunas de ellas habían sido compradas por la familia Park, miró a Yeosang esperando alguna explicación, pero el Omega no dijo nada.

—Recuerda, vas porque debes hablar con Seonghwa, ignora a todos los demás o arruinaras todo —Yeosang se aseguró que todo estuviera en orden— y relaja tus facciones, si eres de la alta sociedad siempre debes verte tranquilo y confiado, además de presentable.

—Lo sé —bufo, había visto a Seonghwa preocuparse por detalles insignificantes así que más o menos sabía cómo debia ser su imagen.

—Deberias ir —Yeosang miró a Wooyoung y este negó con fuerza.

—Si voy podrían descubrir el disfraz —suspiro, quisiera poder acompañar a Hongjoong, pero eso sería imposible.

Y así fue como llegó a la mansión Park, era tan grande que casi parecía un castillo, se sintió un poco intimidado, pero ya había entrado antes.

Era un niño cuando las rejas se abrieron, frente a él estaban sus padres y a un lado estaba su hermano, lo recuerda de forma tan fresca que pareciera que fue hace unos días, pero ya habían pasado años desde esa vez. Debía respirar y relajarse, no dejar que los recuerdos atacaran su mente, ahora no venía como Kim Hongjoong, sino como Kang Dean.

Un sirviente salió y tuvo que forzar una sonrisa, le explicó con las palabras que Yeosang le había dicho, para su suerte se lo creyó y lo dejó entrar.

—Hoy no están los señores Park, pero les informaré sobre su visita —el sirviente lo guio hasta la sala.

—No es necesario —formó una sonrisa y pareció ser que el sirviente comprendió.

—Como desee joven Kang —hizo una reverencia y salió de la sala para buscar a Seonghwa.

Hongjoong limpio el sudor en sus manos, había pasado las puertas lo que significaba que estaba haciendo las cosas bien. Miró la habitación para distraerse, en definitiva era tan grande, la pintura era grisácea y había pinturas que parecían muy caras colgadas alrededor de toda la pared, había adornos que seguro no podría pagar ni en sus sueños. La lámpara que colgaba era de cristales caros, que seguro habían mandado a hacer.

—¿Dean? —Seonghwa se asomo algo inseguro y al ver el cabello reconocible de Hongjoong, trató de mantener la boca cerrada para no arruinarlo.

—Los dejó —el sirviente se fue de la escena al ver que Seonghwa reconocía al Omega.

—Vamos al jardín —Seonghwa estiró su brazo y Hongjoong no tardó en tomarlo, ambos caminaron con cuidado de las miradas de los sirvientes.

Llegaron al jardín, Hongjoong trató de mantener la boca cerrada, pero esos jardines eran hermosos, llegaron a la parte trasera, donde había una mesa de color negro, con un adorno sobre ella, una flor azul en una bola de cristal, también detrás de la mesa había una estatua con dos lobos peleándose.

1-1-8: LuminiscenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora