21. Cuidaré De Ti

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Antes vivían cerca de un bosque a las afueras de​ la ciudad por lo que no había mucha gente alrededor, sus padres casi nunca estaban pues debían trabajar muy duro para mantenerlos.

—Hongito, la comida está lista —Yugyeom llamó a su hermano y este corrió para sentarse en la mesa.

Yugyeom formó una sonrisa, él fue quien se encargo de su hermano, sus papás habían estado demasiado ocupados para siquiera revisar que durmieran, pero ninguno les reprochaba nada, Yugyeom entendía que era por el dinero y siempre trataba de llenar el probable vacío que podrían generar en Hongjoong.

—¿Quieres hacer algo después? —pregunto Yugyeom mientras comía.

—¿Podemos terminar de arreglar mis zapatos? —pregunto mientras se limpiaba las migajas de pan.

—Claro, cariño.

Yugyeom solía ser demasiado cariñoso y mimoso, le gustaba y aunque Hongjoong se quejaba, no mentiría el hecho de que se sentía bien.

Era el único que lo abrazaba, Hongjoong era reacio al contacto físico innecesario, pero con Yugyeom era diferente, podía dejar que lo abrazara durante horas.

Era su hermano mayor, su única familia.

Yugyeom tenía quince años mientras que él tenía once, ambos habían crecido bastante bien juntos.

Después de comer, Hongjoong corrió hasta su habitación y llevo sus zapatos a la sala, estaban rotos y desgastados, sin embargo al menor le gustaban mucho.

—Esta vez están muy rotos —los zapatos ya habían sufrido modificaciones varias veces,.

—Podemos​ arreglarlos —Hongjoong rodó los ojos, se tenía demasiada confianza.

—Okey, te traeré lo que necesites —Yugyeom sonrió, su hermano era hábil con las manos, arreglando la mayoría de las cosas que se rompían.

—No necesito mucho —miro la forma del zapato— necesitaré cuero —sabía que era caro, pero era lo necesario.

Yugyeom nunca le dijo de dónde sacaba todo.

Estuvieron todo el día trabajando, Yugyeom reía y bromeaba, burlándose de su hermano, este gruñía, pero le hacía ameno el trabajo, así que le parecía genial que estuviera a su lado.

—Miren, Yugyeom y yo arreglamos mis zapatos... —al anochecer vieron que sus padres llegaban, Hongjoong se acercó emocionado para mostrar sus nuevos zapatos.

—Que lindos —su mamá miró su trabajo, la Omega sintió que lloraría viendo a sus hijos..

No podía darles nada, ni siquiera podía comprar materiales, ella los quería mucho.

—¿La cena está lista? —su padre miró a Yugyeom.

—Si... —el mayor se tensó,

Hongjoong lo notó, podía ver como su hermano borraba su hermosa sonrisa cada que estaba su padre en casa, sabía que algo tenía que ver con ser un Omega.

—Bien —su padre ni siquiera miró los zapatos que hicieron.

—Esta muy cansado, pero está feliz por ustedes —su mamá acarició el cabello de Hongjoong y este asintió poco convencido.

El Alfa se sentó y espero, Yugyeom gruñó y llevo su plato y el de Hongjoong ante de sentarse lo mas lejos que pudo, lo cual no era mucho, ya que la mesa era redonda y no tan grande.

Hongjoong lo siguió, sentándose a su lado, miró su plato sintiendo el olor a fresas de su hermano volverse un poco molesto.

—¿Por qué no me serviste? —se quejo su padre.

1-1-8: LuminiscenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora