1-1-8: Luminiscencia

12. Caminos Opuestos

Después del escándalo y que se estuviera culpando a Seonghwa, Hongjoong tuvo que tomar una de las decisiones más difíciles de su vida.

Entre el bienestar del Alfa y su odio a la familia Park...

Seonghwa sabía que debía volver en cualquier momento a su casa, pero no espero que sería tan pronto, estaba temblando cuando Hongjoong tomó su mano.

—Adi... —Hongjoong beso sus labios y sintió sus lágrimas caer.

—No me digas adiós —murmuró al separarse del beso.

—Entonces... Nos vemos —acarició sus mejillas y paso su dedo limpiado sus lágrimas.

—Más te vale —amenazó el Alfa y Hongjoong sonrió antes de asentir.

—Ten cuidado —no podía evitar sentirse asustado, el Alfa estaría lejos de él, miró como este cerraba los ojos resignado— no dejes que te hagan daño y cualquier cosa, sabes donde vivo —se levantó de puntitas para besar los párpados de su Alfa.

—No te pondría en riesgo.

—Lo sé —se alejo un poco y vio la sonrisa de Seonghwa— siempre puedes mandarme cartas, solo no ocupes mi nombre.

—Que triste, me encanta tu nombre —abulto sus labios— pero tengo tantos motes que darte —sonrió mirando como Hongjoong inflaba sus mejillas..

—Eres un idiota.

—Ya es hora —Yeosang entro a la habitación.

Miró las mejillas rojas de ambos chicos y formó una sonrisa. Ambos asintieron y salieron de la habitación de Hongjoong, ya en la sala estaban los demás.

—¿Yunho y Mingi? —Hongjoong se dio cuenta de que los Alfas no estaban ahí. A pesar de haber acordado verse en ese momento.

—No lo sé, es la primera vez que no llegan a tiempo —San se cruzo de brazos, algo se sentía mal, sabía que los Alfas habían estado arriesgándose al ir con su hermano cada vez más seguido y eso no le gustaba. Uno, estaba celoso de que ellos pudieran ver a su hermano y no saber que era lo que hacían y dos, estaba preocupado por ellos, ya que si los atrapaban podrían comprometer el grupo, si eso ocurría estarían en peligro.

—Mmm —era extraño que esos dos faltaran a las reuniones— después de liberar a Seonghwa, iré a su casa —murmuró el Omega, también sentía que había algo extraño.

—Si necesitas mentir, hazlo —San miró a Seonghwa desviando su atención, necesitaba distraerse y también quería despedirse bien.

Jamás cometería el mismo error dos veces, gracias a eso su hermano seguía sin querer verlo y prefería a Yunho y a Mingi.

—No mentiré... Tampoco es que pueda ser honesto, pero trataré de no hablar con la prensa —le mostró una dulce sonrisa al Alfa.

—Ya no podré molestar a Hongjoong contigo—Wooyoung formó una mueca, había estado agarrando confianza con todos y había descubierto el punto débil del Omega.

Desde que se recuperó estuvo de un lado a otro, estaba tratando de recuperar sus fuerzas ayudando a los demás, Yeosang le dijo que descansara, pero no podía hacerlo, sentía que ya había descansado demasiado.

—Hasta luego —Yeosang le mostró una cálida sonrisa.

Seonghwa asintió antes de seguir a Hongjoong a la salida, ya sabía dónde vivía así que no era necesario ocupar nada en al cabeza. Solo que tuvo que disfrazarse para no ser reconocido, caminaron unas calles antes de que se subieran a un carruaje.

—¿Quién es? —el Alfa miró al Beta que estaba frente..

—Es Madoxx, a veces nos ayuda con las huidas —sonrió antes de subirse.