41. Volvamos A Casa

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Apenas habían logrado salir, fue muy complicado, pero con la ayuda de Yunho fue posible, siendo que fingió estar desangrándose así que los oficiales a cargo fueron a darle atención, fue ahí que el Alfa los golpeo, no le importo en absoluto desquitarse, porque cuando reaccionó les había destruido el rostro.

—Roba las llaves —Wooyoung formó una mueca, había escuchado el gorgoteo de la sangre por lo que supo que debía prepararse para ver una escena muy sangrienta.

—Voy —Yunho camino hasta la celda de Wooyoung y la abrió.

—Vamos a buscar a los demás, esto es un laberinto así que trata de recordar por donde pasamos.

Los pasillos eran largos, fríos y húmedos, podían sentir que en cualquier momento un animal saltaría, las condiciones eran insalubres y se preguntaron cuantos pasadizos conectarán con aquella prisión.

Para el final del día habían encontrado a los demás, pero las horas pasaban y la boda ya habría terminado para ese momento.

—¿Qué les pasó? —San miró a los Alfas, estaban heridos, demasiado como para haber sido una simple pelea.

—Problemas —Mingi miró de reojo a Yunho.

Aún se sentía herido. Cuando Yunho le grito que era su culpa, se trago las palabras, tenía razón. Fue estúpido al escuchar a los padres de Jongho, pero no mentía cuando les dijo que solo quería verlos feliz.

—Estos caminos los conozco, me encontré con la unidad Onewe hace tiempo —musito Hongjoong un poco más confiado cuando descubrió que los caminos conectaban con toda la ciudad.

La luna era oculta por las nubes grises que indicaban el inicio de otra tormenta.

Hongjoong se quejo, la boda ya había terminado para cuando llegaron al lugar, pero todavía no era demasiado tarde. La marca se hacía en el hogar del Omega, así que debían correr de nuevo.

—Hay mucha seguridad —gruñó San al ver tanta gente rodear los jardines de la mansión— no podremos entrar así —todos estaban cansados y con las pocas armas que tenían sería imposible ganar.

—Debemos seguir el plan original —suspiro Hongjoong, no quería hacerlo porque volvería a traicionar la confianza de Seonghwa.

—¿Lo harás? —Yunho miró con sorpresa a su líder.

—Sus padres saben quién soy, será difícil que yo me infiltre... Este será su trabajo —miró a Yeosang y a Wooyoung— solo dejarán pasar Omegas, primero los harán ayudar a Jongho, los harán estar ahí cuando todo empiece para después desecharlos —comentó.

Habían reunido tantas pruebas para este momento, pero no era así como quería que fuera. Hongjoong necesitaba ver a Seonghwa, pero eso comprometería su plan, ya no podía dejarse llevar, esta vez haría lo posible para terminar con los Park.

—La unidad Oneus conoce mi rostro —recordó Yeosang, habían sido atrapados una vez.

—Te disfrazaras, los dos... No quiero ponerlos en riesgo si no funciona —tenia miedo de ver que todo había sido en vano y aunque debía admitir que sentía vergüenza.

Estaba usando a sus amigos para ganar la batalla, mientras ellos se infiltraban le darían el suficiente tiempo preparar el ataque final, de nuevo estaba actuando por su orgullo y necesidad de venganza, no conocía la casa de los Choi como le gustaría, pero había recorrido los planos una y otra vez, descubriendo que estaban conectados con el edifico central de la policía.

Eso era malo. Pero no del todo, estudio la forma en la que todo se conectaba, desde los asesinatos que cometió hasta la desaparición de los Omegas, sabía a la perfección que no importaba que, para los Park eran juguetes para conseguir poder, por eso estaba tan seguro de que los dejarían entrar siendo Omegas.

1-1-8: LuminiscenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora