22. La Mentira

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Se encontraban en la casa de Hongjoong, en su habitación en específico, el frío golpeaba la ventana y las lámparas apenas alumbraban la habitación.

—¿Tenías un hermano y no me dijiste nada? —la mirada de Seonghwa era severa e inquisitiva.

—No te lo dije porque no era importante —suspiro, tener a un Alfa detrás de él le agobia un poco.

—Es importante.

—Bien, si tanto quieres saber te lo contaré —gruñó— tenía un hermano ¿Si? Pero murió hace unos años, cuando tenía quince... Fue asesinado por tus padres —sintió que las lágrimas se juntaban en sus ojos.

Le contó toda la historia, con lujo de detalles, era momento para sacarlo todo y se dio cuenta...

Nunca lo había superado, solo ignoraba el vacío.

—¿Mis padres?

—¡Si, Seonghwa! ¡Tus malditos padres mataron a Yugyeom! —su voz se rompió, lo había guardado durante tanto tiempo— ¡Lo mataron a él y a Wonho! —comenzó a llorar.

Seonghwa lo abrazo con fuerza, le dolía escuchar el llanto del Omega, se dio cuenta de que no lo conocía en absoluto, nunca se imagino el que tuviera un hermano, no sabía...

—Lo siento...

—Regrésame a mi familia —sus manos se hicieron puños, arrugando la ropa del Alfa— por favor regrésalos y déjalos ser felices —sus lágrimas fluyeron y no pudo controlarse.

Quería que fueran felices, quería de vuelta a su Yugyeom.

—No puedo hacer eso —Seonghwa se sintió culpable.

—Los extraño.

Hongjoong lloro hasta que se quedó dormido bajo el reconfortante aroma de Seonghwa, el cual le recordaba su pequeño hogar en el bosque, donde era feliz. Donde a pesar de la falta de dinero, Yugyeom y Wonho estaban a su lado, donde no tenía que preocuparse por sobrevivir, su única preocupación era que sus zapatos favoritos se habían vuelto a romper.

Seonghwa lo vio y suspiro, con cada paso que daba descubría peores cosas de sus padres, ya sabía que no eran buenos padres, pero no pensó que serian capaces de matar, no pensó que podrían hacer tanto daño.

Necesitaba preguntarle a Jinyoung, sabía que él podría saber algo, el huyó de la familia y reconstruyó su vida.

Estaba a punto de levantarse y dejar a Hongjoong en su cama, cuando el Omega se lo impidió, sus manos se envolvieron y no lo dejarían escapar.

—No te dejaré solo —murmuró Seonghwa con cariño— te lo prometo.

Con esto Hongjoong relajo su agarre y dejó ir al Alfa, este sonrió mientras se cambiaba de ropa a algo más cómodo e hizo lo mismo para Hongjoong, este se dejo hacer, haciéndose bolita en cuanto el frío tocó su cuerpo, Seonghwa se apresuró y cuando terminó se acostó, el Omega de inmediato lo envolvió en brazos.

Seonghwa continuó cepillado su cabello hasta que se quedó dormido.

Hongjoong despertó y se sonrojo al descubrir que Seonghwa lo tenía envuelto en un fuerte abrazo, sus piernas también estaban enredadas así que no podría huir de él.

Sus ojos se le cerraban, pero supo que era por haber llorado, sintió que había liberado una gran carga, después del día en el que vio a Wonho solo había llorado dos veces más. Pero nadie debía saberlo.

—Lo siento —murmuró...

Hongjoong se levantó después de varios intentos, lo miró dormir de forma pacífica y quisiera que eso fuera duradero, pero él mejor que nadie sabía que nada duraba.

1-1-8: LuminiscenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora