8. Rescate Fallido

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—Tu eras la mejor opción porque eras el hermano de San, pero ahora que al parecer tienes una relación con Leedo, te convertiste en aún mejor —Hongjoong sonó como si no estuviera hablando con una persona, dejando en claro sus intenciones— el plan salió mal cuando recogimos a Seonghwa en tu lugar... La familia Park​ se aprovecho de la situación y quedamos como villanos —formó una mueca, odiaba los titulares de los periódicos.

—Desde el principio fueron por mi —tembló de solo pensarlo.

—Queremos un rescate e información —mostró una sonrisa bastante escalofriante para el menor— Seonghwa aportó una nueva idea... Y la usaremos a nuestro favor —miró al Alfa quien se sintió feliz.

—¿Información? —quiso salir corriendo, pero la mano mano de Yunho se clavo en sus piernas. Era una advertencia que entendió a la perfección.

—Eres novio de Leedo ¿No? Seguro que ha hablado sobre los Omegas desparecidos —musito Hongjoong mientras enseñaba el informe que había conseguido gracias a Eden— aquí dice que el caso es de Oneus.

Jongho cerró los ojos con fuerza, tratando de ignorar la hoja de papel, no podría traicionar a Leedo, así que fingiría que no vio nada.

—Jongho, será mejor que hables —Hongjoong supo que sabía algo con su reacción.

Espero, pero Jongho solo se mantuvo quieto mientras seguía con los ojos cerrados, se estaba hartando del comportamiento del menor.

—No tengo paciencia para estas cosas —gruñó antes de levantarse, el ruido hizo que Jongho quisiera abrir los ojos, pero los mantuvo cerrados— Si no hablas, haremos que Leedo hable por ti —se acercó al teléfono y cuando Jongho escucho el sonido se alertó.

—¿Todo esto es por eso? — hablo con miedo, no quería meter a Leedo en esto, no era algo que el buen Alfa podría tomar.

—La desaparición de los Omegas es más importante de lo que crees, es un gran secreto que mantienen las familias ricas —este golpe sería más grande que cualquiera de los que habían hecho.

—Leedo y los demás hacen lo que pueden —no podía creer que su hermano estuviera metido en esas cosas, siempre lo había visto como alguien distinto, aunque desde que se fue, esa imagen se distorsiono un poco.

—Ya veremos si tu noviecito, en verdad hace lo que puede —gruñó Hongjoong mientras volvía su atención al teléfono haciendo que Jongho se pusiera tenso.

—No me gusta que estés con él —murmuró San, jamás podría convivir con los policías, los detestaba tal y como detestaba a sus padres.

—¡Están trabajando lo mejor que pueden! El jefe de la policía les hace difícil el camino y aun así... —sus ojos se oscurecieron un poco— ustedes no lo conocen, pero es dedicado y siempre trata de hacer un buen trabajo —se cruzó de brazos bastante molesto, no tenían el derecho de insultar a Leedo y a sus compañeros.

—Por eso todavía no debimos desatarlo —Hongjoong tocó sus sienes bastante irritado, dejó el teléfono para volver y mirar a Jongho.

—La unidad Oneus está comprada, no es honesta —insistió Yunho.

Jongho abrió la boca enfadado, los últimos meses había visto a Le​edo tan estresado por no poder seguir la pista a los criminales, jamás dejaba el trabajo, siempre estaba con un ojo sobre lo que sucedía y estaba listo para ayudar a quien lo necesitaba.

—Es honesta, yo mismo he hablado con todos ¡El caso de los Omegas ni siquiera está a manos de Oneus! Lo lleva otra unidad... Creo que es Onewe —se tapó la boca al darse cuenta de que había dicho información bastante preciada. Hongjoong sonrió, anotando eso, al parecer habían delegado del puesto a las piedras en su zapato.

1-1-8: LuminiscenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora