44. A Fuego Lento

106 12 34
                                    

—¿Dónde está Seonghwa? —gruñó Hongjoong mirando al jefe de los policías.

—Esta con Sully —Hwanwoong miró la reacción del Omega y supo que todo era verdad.

Estaba enamorado del Park.

—Ríndete y dejaremos libre al joven Park —era tiempo de las negociaciones y si no funcionaban, bueno, lo harían funcionar.

Hongjoong formó una mueca al ver hacia donde iba la situación.

—¿Ustedes en que son diferentes a nosotros? —preguntó Hongjoong— les recuerdo que ya han asesinado a inocentes y han secuestrado.

Leedo desvío su mirada al de la máscara negra, bajo su mirada hasta el vientre de este sabiendo que Hongjoong no se equivocaba.

—Solo ríndanse y hagan más fácil el trabajo —gruñó Xion— igual sino lo haces, tu querido Alfa estará en problemas —bufo.

—No nos rendiremos —declaró el Omega— no me interesa lo que le hagan a Seonghwa —trato de convencerse de esas palabras a pesar de que se sentía un pinchazo en su corazón.

Necesitaba saber que su Alfa estaba vivo, pero no podía rendirse ante la policía. Sería como bajar la cabeza ante sus creencias y no estaba dispuesto a que estos ganaran más terreno sobre ellos. 

—¿Seguro? —Leedo ladeo la cabeza antes de alzar su mano en una seña.

En ese momento apareció Sullenberg y lanzó a Seonghwa al suelo. Hongjoong jadeo sorprendido al ver a su Alfa lleno de golpes, intento correr hasta su lado aunque sus pies no se despegaron del suelo.

—Si te rindes, te lo entregamos —musito Ravn tratando de entender las razones por las cuales seguir peleando.

Hongjoong miró a Seonghwa dudando esta vez de su respuesta, el Alfa se veía herido, demasiado para siquiera intentar pelear, pero no podía solo rendirse, había sacrificado demasiado como para ignorarlo.

Leedo tampoco estaba dispuesto a perder, cuantas veces lo habían humillado, se habían burlado de él hasta que despertaron la rabia que pronto se convirtió en ira, fue un grave error, ser usado por Jongho sólo le enseñó sus puntos débiles, pudieron envenenarlo y ahora querían justicia.

Patético.

Todo había sido su culpa en primer lugar.

Así que estaba decidido a que esta noche terminaría con todo.

—Ya lo oíste Park —Sullenberg pateó el estómago del mencionado— Hongjoong no te salvará —se burló.

Seonghwa apenas abrió los ojos y miro a su Omega, el dolor se reflejo en ambos.

—Te abandonará como todos.

—No lo entiendes —se rio Seonghwa tratando de mantener la cordura— este era mi destino desde el principio.

No quiso mirar más a Hongjoong, le dolía saber que al final de todo solo era un estúpido que se había enamorado de la persona equivocada.

Hongjoong sintió la decepción y el dolor de Seonghwa, quiso romperse en ese momento.

Si actuaba en esos momento podría recuperarlo o perderlo. No quería pensar cual sería más fácil, el miedo a equivocarse con Seonghwa le hizo sentir frio, al no saber que sería mejor, por primera vez decidió seguir a su corazón.

—Lo siento —Hongjoong volteo para ver a sus amigos— esta vez... Lo necesito —sus ojos se llenaron de ira y tristeza.

Seonghwa alzó la vista sorprendido. No esperaba que su Omega dijera eso, no pudo evitar que su lobo se sintiera emocionado y que sus ojos brillaron llenos de vida a pesar de todo el dolor que su cuerpo estaba sintiendo. 

1-1-8: LuminiscenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora