27. Periódico King

93 9 2
                                    

Seoho miró con horror la escena del crimen, todas las marcas estaban ahí y el olor nauseabundo pentetro sus narices.

—Lo encontramos —Keonhee miró con tristeza todo el lugar, parecía triste y podía oler el miedo combinado con la culpa.

Al final del día Yugyeom había sido consumido por la rabia de haber perdido a su pareja su lobo se volvió salvaje y logró tomar las riendas.

—Kim Yugyeom estas acusado por homicidio en serie —la voz apagada de Leedo les causó un escalofrío.

Leedo se veía diferente, se veía triste y aún con la herida decidió que no podía quedarse en cama, así que salió sin haber estado por completo sanado, pero era lo mejor, sino su corazón le recordaría todo el tiempo que había hecho algo mal.

—Tuvimos suerte —Ravn tenía a Yugyeom esposado.

Justo estaban patrullando en el momento indicado, habían salido por una llamada de una Omega asustada, diciendo que había visto la sombra de un gran lobo, por lo que salieron de inmediato, sin pensarlo dos veces, a mitad de camino escucharon el aullido de un lobo y supieron donde se encontraba, al llegar vieron al gran lobo.

Vieron la sangre en su pelaje y supieron que acababa de salir de algo.

Ravn y Leedo se encargaron de contenerlo mientras que los otros se preparaban para lo peor.

—Lo siento —Yugyeom los miro, sabiendo que era lo mejor.

En el fondo estaba feliz de poder terminar con todo su sufrimiento, quería despedirse de Hongjoong, pero al menos sabía que estaría bien.

Oneus lo llevó a la cárcel, pero no terminaría ahí, sería juzgado y sabía que lo condenarian, ni siquiera tuvo que esperarlo. Ya no les servía a los Park así que nadie lo sacaría de ahí.

—¿Voy a morir? —pregunto..

—Depende de lo que diga el juez —musito Xion sintiéndose extraño.

El Omega mayor olía a fresas podridas, sabía que era porque estaba mal.

—Seguro me mandan a la horca... Tal vez... La vieja guillotina —esperaba que fuera una muerte rápida, porque no queria que doliera.

Leedo sabía que no había posibilidad de que sobreviviera, al final había cometido ocho asesinatos, cuatro parejas felices habían perdido la vida por su culpa.

Era injustificable, ni siquiera la tristeza y rabia de haber perdido a alguien, Leedo se veía más duro que de costumbre y estaba comportándose como un muerto, pero nadie podía animarlo.

—Podemos cerrar este caso —Hwanwoong trató de sonar animado, pero viendo la situación, tampoco se sentía bien.

—El juicio tardará poco —Keonhee miró a Yugyeom caminar sin poner resistencia.

Habían pensado que sería más difícil contenerlo, pero al parecer en esos momentos era Yugyeom, estaba cuerdo y era consciente, no como el animal que encontraron en la madrugada a mitad de la lluvia.

—Cuánta gente —Yugyeom miró a sus alrededores, era la primera vez que salía después de todo lo que pasó.

Las cámaras no tardaron en aparecer, ahora Oenus era noticia, siempre estaban en la boca de todos, esperando que hicieran su trabajo, lo del sábado había sido un error fatal, pero Leedo se aseguraría de limpiar su nombre.

—Es el asesino de marcas —un reportero estaba hablando con entusiasmo, explicando la historia que había sido oculta.

Mostrando a Yugyeom como un despiadado asesino que hacía esto porque su pareja lo había abandonado. Era una verdad parcial, a medias, pero a nadie le interesaba saber la verdad cuando una buena historia vendía más.

1-1-8: LuminiscenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora