Heartstopper/Harry Potter Episodio 2

Parte 22.- Presagio

--¿De otro universo? ¿Y por qué invaden Hogwarts? –preguntó Hermione incrédula

Los oídos de Ron Weasley parecían haber escuchado un gran disparate que solo un niño podía creer.

Pero ahora estaban aquí, estos doppelgangers que respondían exactamente al mismo nombre que los muchachos de Hogwarts y cuyos rasgos faciales eran casi idénticos, eran la prueba suficiente para hacer tambalear cualquier argumento en contra.

--Bueno... --Nick especuló que "Hogwarts" era el nombre del lugar o el mundo en el que se encontraban—en realidad nos perdimos. Estábamos escapando de... esto va a sonar ridículo... eran zombis

Draco Malfoy levantó la ceja al escuchar ese término. Era una burda invención del mundo muggle.

--¡Sí! ¡Zombis! –reafirmó Nick su postura—literalmente muertos vivientes. Llegaron a nuestra ciudad de repente. Nadie en Truham sabía lo que estaba pasando. Las autoridades dieron a nuestros maestros información falsa. Y rumor tras rumor, nadie previó que podía tratarse de algo así.

--¿Muertos vivientes? ¿Inferi? ¿A eso se refieren? Solo los magos más oscuros pueden lograr eso. ¿Saben qué encantamiento lo causó? –el comentario sin duda llamó la atención de Draco.

--No fue magia señor –respondió AX-12. El stormtrooper desertor aún cojeaba por la gran herida en su pierna. Se quitó el casco para poder respirar mejor tras sentir mucho dolor--. Se trata de un virus. Se nos ordenó liberarlo para experimentar con los pobladores del planeta de estos muchachos.

--Ninguno de nosotros sabía lo que transportábamos –la doctora Herin trató de completar lo que su compañero había dicho para que no fuera mal interpretado--. Se nos dijo que el agente biológico que transportábamos era esencial para la resurrección del Emperador. Lo liberamos sin saber lo que contenía. Y poco tiempo después vimos cómo la cápsula de vapor mató instantáneamente a gente inocente. Ellos ni siquiera pudieron reaccionar, murieron al instante para después reanimarse en estos monstruos violentos. Las casas, los restaurantes, las escuelas... los cadáveres vivientes se movieron tan rápido y tan sutil que la ciudad parecía un pueblo fantasma. Las autoridades jamás se dieron cuenta hasta que ya era tarde.

"Monstruos violentos", "cadáveres vivientes", Hermione comenzó a sentir que el corazón se le convertía en hielo. Estas palabras... estos conceptos le hacían eco en sus pensamientos.

--Disculpa Nick... ¿A qué te refieres con que a tus profesores les dieron información falsa? –Granger comenzó a sentir que las manos le sudaban. Estaba realmente nerviosa.

--Bueno... la profesora de educación física recibió un comunicado acerca de que se trataba de una amenaza de bomba. Fuera de eso, otros profesores recibieron la noticia de que se trataba de una fuga de gas peligrosa. Y en el caso del colegio Higgs, a Samantha le dijeron que se trataba de la amenaza de un grupo armado.

--El almirante Tarkwon... --AX-12 apenas podía hablar por el ardor de la herida--. Él nos ordenó infiltrarnos; conocer el funcionamiento de ese planeta desconocido era fundamental. Le ordenó a los Dark Troopers enviar información ambigua a todas las autoridades para debilitarla. Así él podría liberar el biológico sin que nadie opusiera resistencia.

"¡Cuarenta y dos muggles fallecidos! ¡El MACUSA señalado como responsable! ¿Se avecina una guerra contra los muggles?", la noticia vino a la mente de Hermione Granger. Además de esa extraña carta: "Tengo información del caso Mont Tremblant, me urge hablar con el Ministerio, pero requiero escolta para salir del pueblo. Me encuentro en la 5ta casa del Callejón Potter, en el Valle de Godric".

Terror e ira. Intriga y repulsión. Las emociones se entrecruzaron en el interior de la ministra de magia. No era idéntico, pero el modus operandi que acababa de ser descrito por los misteriosos pasajeros, parecía hacer un perfecto juego con las amenazas recientes.

Pero ahora, se agregaba un factor más a sus ideas, recuerdos que le helaron por completo el alma: "La sangre de unicornio se usa solamente en rituales de nigromancia". "Y al hogar vendrá un ejército de impuros. Una afrenta a la vida, un nacimiento en la tumba...", "resurrección del Emperador". Las palabras de Draco, los versos de la profecía de Trelawney, la sangre de unicornio...

--No es Voldemort...

--¿Hermione? ¿Amor estás bien? –Ron miró a su esposa ponerse completamente pálida, su mano estaba helada y cubierta de sudor.

Pensamientos inexplicables. Imágenes sin sentido. Hermione comenzó a percibir todo ello. Una cara... con intensos ojos rojos, con una sonrisa llena de crueldad...

--¡Amor cálmate! ¡Escúchame! ¡Amor!

En esta ilusión, los ojos rojos fueron reemplazados por crueles imágenes: "¡Charlie! ¡Por favor Charlie, háblame! ¡No te mueras! ¡No! ¡Char! ¡Char!" Nick Nelson derramaba lágrimas frente al cuerpo de su novio, mientras un gigantesco destructor estelar, reducía a polvo el castillo de Hogwarts, dejando cada piedra cubierta por el fuego.

"¡Hermione! ¡Hermione! ¡Por favor ayúdame! ¡Él mató a mis tíos! ¡Los mató! ¡Y tú no hiciste nada!" Harry Potter permanecía arrodillado frente a la ministra de magia, completamente desconsolado, junto a dos ancianos dormidos.

--Ben Hope no trata de revivir a Voldemort... El caso Mont Tremblant... la carta que recibió el ministerio sobre el Valle de Godric... todo es una maldita trampa. ¡Draco, tú lo dijiste! ¡La nigromancia podría desgarrar la delicada tela del universo mismo! ¡Ese maldito hizo contacto con alguien de otro universo!

--Solo es un ataque de ansiedad Hermione. Nada más --Hellen Myers tomó del brazo a su amiga, incluso ella comenzaba a sentir miedo por esas palabras delirantes.

--Hellen. Escucha –Hermione pasó de lucir aterrada a recobrar momentáneamente la compostura--. Tenemos que ir ya a la Confederación Internacional de Magos. Tenemos que decirles lo que está ocurriendo. ¡Todo el mundo mágico tiene que ponerse en alerta! ¡Él quiere matarnos! ¡Quiere matar a todos en Hogwarts! ¡Se llama Palpatine! ¡Sheev Palpatine!

Y entonces los presentes se desconcertaron. El agua del lago parecía comenzar a moverse por cuenta propia. Incluso algunas hojas de los árboles parecieron haberse marchitado en segundos.

--Espere... --la doctora Herin comenzó a sentir un temblor en su mano, mientras la sensación de pequeñas y afiladas agujas le recorría la piel--. Nosotros jamás le dijimos ese nombre. Usted no puede saberlo.