Parte 30.- La última chispa

96 14 4
                                    

Un gran y esperanzador resplandor blanco iluminó toda la zona. Y se enfrentó cara a cara con los poderosos relámpagos del Lado Oscuro.

Dos poderes místicos chocando el uno contra el otro. La magia contra La Fuerza. Luz contra oscuridad. La maldad contra la última chispa de fe.

El choque de poder era tan inmenso, que varias grietas se abrieron en el piso. Lo que restaba de la integridad del lugar comenzó a deshacerse. Múltiples rayos de plasma blanco y azul golpearon en todas direcciones, partiendo a la mitad los troncos de algunos árboles muertos y carbonizados; y haciendo varios agujeros en lo que restaba del suelo.

La ministra comenzó a perder la esperanza. Los fieros y descontrolados relámpagos de Palpatine ganaban cada vez más terreno en el choque de magia.

Su desesperación crecía con cada metro que su Patronus no corpóreo perdía frente al Lado Oscuro de La Fuerza. Y resignada a aceptar su destino, cerró los ojos.

"Estimada Hermione Granger. Nos complace informarle que fue aceptada en el Colegio de Hogwarts de Magia y Hechicería". La ministra recordó por última vez la alegría que sintió al recibir su carta de admisión para comenzar su aventura.

"Es Leviosa. No Leviosá". Recordó por última vez los primeros momentos de enojo, los de tristeza y la felicidad que vivió con su ahora esposo: Ron Weasley.

"Harry... nadie vendrá. ¡Harry!" Recordó por última vez el momento en el que Harry Potter conjuró un poderoso Patronus para hacerle frente a cien Dementores. Un momento que ella tuvo el honor de presenciar.

"¡Es una niña Hermione! ¡Es una niña!" Recordó por última vez el momento en que vio el rostro de su primera hija Rose Granger-Weasley, siendo cargada por Hellen Myers tras el agotador parto.

"¿Un varón?" El nacimiento de su segundo hijo hizo que Ron brincara de alegría y derramara lágrimas igual que con el primero. Nunca imaginó que su esposo pudiera llegar a ser tan emotivo, pero el nacimiento de Hugo Granger-Weasley, demostró lo contrario.

"¿Para sustituir al actual ministro? ¿En serio?" Ron y su esposa se abrazaron en el recuerdo que marcaba el punto más alto de la carrera profesional de Granger. El momento en el que se volvió la máxima autoridad mágica de Londres.

Un recuerdo tras otro. Una hermosa, pero ocupada vida. Los más bellos recuerdos a lado de sus seres queridos.

--¡Hermione! ¡Despierta!

Tras volver del trance, Hellen Myers sumaba el reducido poder de su Patronus a la escaramuza, añadiendo un poco de fuerza al choque de poderes.

La mujer aún se llevaba la mano al pecho por el dolor de la herida. Se veía pálida y con los labios azulados.

--¡No vamos a poder vencerlo Hermione! ¡Debes irte!

Su amiga estaba ahí, lo había estado desde hace mucho. Ahora la protegía, estaba dispuesta a dar su vida por ella.

--Hellen...

--¡Mi herida es letal! ¡No pude curarla! ¡Solo vete! ¡Alerta a todos! Y por favor... dale mis saludos a tus familia. El mundo perderá a una aurora, pero tus hijos no perderán a su madre.

Del rostro de la ministra escurrió una lágrima. Sus ojos se hicieron brillosos. Y decidida a cumplir la última y racional voluntad de su amiga, cortó el hechizo, se envolvió en una nube de energía blanca, y emprendió vuelo a través de una de las gigantescas grietas abiertas en las paredes.

Desde lo lejos solo pudo observar cómo el brillo del Patronus de Myers se apagaba poco a poco, dejando su última chispa. Una ráfaga de salvajes relámpagos atravesaron las paredes del edificio.

El poder fue tan intenso, que una inmensa explosión tuvo lugar en el interior de las oficinas del ministerio. El dañado edificio no soportó más el combate, sus cimientos finalmente cedieron y las paredes colapsaron junto con el techo.

Y así, el máximo orgullo de la comunidad mágica se derrumbó en pedazos, quedando para siempre sepultado entre las rocas de lo que alguna vez fue el ministerio británico

Heartstopper/Harry Potter Episodio 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora