Parte 24.- Todo va a estar bien

116 18 9
                                    

--¿En serio no te hicieron daño Nick?

--En serio Charlie. Los Dementores no me hicieron nada. No tienes que preocuparte tanto. Y no tienes que seguir disculpándote tanto.

--Lo siento

La nave muggle aún permanecía en el islote del Gran Lago. Los dragones del profesor Malfoy aún sobrevolaban tranquilos alrededor de la zona.

El largo tiempo de espera no hacía más que aumentar la incertidumbre entre los jóvenes magos.

Primero un ejército de Dementores, ahora una infiltración de seres no mágicos en un vehículo extraño.

--No pude protegerte otra vez Nick. Yo...

--Charlie...

--Lo siento

Hermione, Hellen, Ron y Draco estaban tardando demasiado. Los murmullos de Hufflepuff sugerían que tal vez estaban negociando con los visitantes. Slytherin, por otra parte, sugería que los aurores habían sido ya exterminados. Los alumnos de Gryffindor no perdieron la esperanza, pues en sus conjeturas, se estaba librando un silencioso pero aguerrido combate entre los siniestros muggles y los expertos magos. Ravenclaw por otra parte, se preguntaba si tal vez el Ministerio permitiera usar tecnología, esta nave pudo haber sido interceptada antes.

--Charlie... por favor tranquilo.

--No lo entiendo Nick. En serio no lo entiendo. ¿Por qué pasa esto? Trajimos a los aurores para protegernos la primera vez, y no hicieron más que daño. Pedimos que los expulsaran, y ahora recibimos este ataque para el que no estábamos preparados. ¿Cuándo Nick? ¿Cuándo vamos a poder volver a tener tranquilidad? ¿Cuándo podré volver a dormir sabiendo que tú estás bien? ¿Cuándo podré volver a estudiar sin recordar a Tori a punto de morir casi asesinada por Ben? ¿Cuál es la decisión correcta? ¿En serio tenemos que pagar nuestra seguridad con nuestra integridad mental? ¡No quiero que esto siga así! ¡En serio no lo quiero!

--¡Charlie! –Nick lo abrazó y acarició su cabello, tomándose el tiempo necesario para hacer una pausa. Su novio estaba agitado, realmente agitado. Nelson no tenía idea de qué hacer, pero tal vez... solo tal vez, había algo que se podía decir--. Todo va a estar bien. Te lo prometo.

--¿Cómo lo sabes? ¿Cómo estás tan seguro?

Nelson lo cobijó con su gran túnica de Gryffindor para cubrirlo del ligero frío matutino.

--¿Recuerdas cuando nos conocimos? ¿Recuerdas cómo me hablaste la primera vez?

--Sí. Yo... --Charlie prefirió que Nick hablara. Por alguna razón, su voz se había vuelto tranquilizante, se había vuelto pacífica.

--Me conociste en la clase de Defensa contra las Artes Oscuras. El Boggart se convirtió en el demonio de la película de "La Monja" sosteniendo a la muñeca Anabelle. ¿Te acuerdas? Odié el día que mi hermano David me obligó a verla. No pude evitar soltarme a llorar del miedo.

Nick se permitió recordarse a sí mismo en el suelo. Indefenso. Las lágrimas lo hacían vulnerable frente al resto de su clase y frente al aterrador Boggart.

--Y tú fuiste el único que se acercó a ayudarme. Ni siquiera Harry lo hizo, él solo reía a carcajadas junto con los demás.

--Sabes que Greene siempre ha sido un idiota

--Lo sé, pero... tú no lo fuiste. Esa noche te quedaste en mi dormitorio estudiando hasta que yo me durmiera para poder apagar la luz. Esa noche sin importar lo ridículo que fuera... me protegiste. Me protegiste de un demonio de una simple película muggle. Apenas me conocías, apenas sabías quién era yo. Pero no dudaste en hacer todo eso por mí.

El viento comenzó a soplar. Y un ruido similar al de un avión pudo oírse. La nave muggle comenzó a moverse. Sus alas adoptaron la disposición triangular con la que habían aterrizado, y toda la estructura comenzó a elevarse del islote en el Gran Lago.

--Y luego pasó lo del Yule Ball... cuando Ben Hope puso ese ciempiés en tu bebida y se burló de ti. Algo también cambió dentro de mí. Quería protegerte. Quería cuidar de ti igual que tú lo hiciste conmigo. Nunca me había peleado con alguien, pero... tú me diste la fuerza para hacerlo.

Desde lejos, los alumnos de Hogwarts quedaron sorprendidos al ver cómo la nave espacial se acercaba al castillo, escoltada a ambos lados por los dragones de Draco Malfoy.

--Tal vez sientas que tienes que ser un héroe. Tal vez aún sigas sintiendo que tienes que convertirte en un Harry Potter para poder protegerme de todo esto. Pero ya lo haces Charlie. Sin talentos extraordinarios, sin encantamientos. Me has protegido solo siendo tú.

Ambos muchachos se tenían el uno al otro. Ambos no le apartaron la mirada al vehículo flotante que metro a metro se acercaba hacia ellos. Pero no se podía decir lo mismo de los demás, el resto de sus compañeros, igual que los profesores y los aurores presentes, quedaron boquiabiertos al ver a la máquina voladora aterrizar en el patio principal de Hogwarts.

Más aún, la escena se volvió de lo más bizarra al ver cómo Draco y Ron Weasley bajaban del galés verde, dándole permiso a estos invasores de desembarcar en el colegio para magos.

La mano de Charlie empezó a temblar. Incertidumbre, miedo, impotencia. Todas las emociones gritando al unísono.

Y mientras la compuerta de la nave se abría, para que sus pasajeros pudieran desembarcar, Nick tomó la mano de Spring. La entrelazó con sus dedos compartiendo sus nervios, compartiendo sus sentimientos.

--Charlie. No sé lo que vaya a pasar ahora. Ni sé lo que pasará después. Pero después de conocerte, solo he tenido certeza de una cosa. Y esa certeza es... que pase lo que pase, todo va a estar bien.

Heartstopper/Harry Potter Episodio 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora