Parte 9.- Lechuza

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--Expecto... Patronun... --el susurro fue acompañado de una pequeña y blanca luminiscencia.

Con los párpados abiertos a su máxima capacidad, Ron veía incrédulo el resultado. Un pequeño animal en miniatura. Una magnífica y sutil demostración. El pequeño lobo blanco provocó en Weasley un intenso sabor a nostalgia; le permitió recordar aquellos momentos junto a Harry Potter, junto a su esposa Hermione; su entrenamiento tras la inquisición de Dolores Umbridge. Amistad. Aventura. Miedo. Tristeza....

--Charlie... en serio... en serio no puedo creerlo. Dominaste el encantamiento Patronus. ¡A los catorce años! Y no solo eso... parece que dominas también la intensidad con la que lo proyectas.

"Y por ello el encantamiento Patronus es más que solo un recuerdo feliz, es la suma de todo lo que hemos vivido, de todo lo que somos. De nuestros miedos, nuestras derrotas..." Las palabras de la aurora Hellen Myers vinieron a la mente del muchacho, una ayuda que, a pesar de la persona de la que viniera, no merecía ser desechada.

--Se lo debo a la profesora Myers. Ella me enseñó... aunque sea un poco.

Mcgonagall observaba sonriente la interacción entre su joven alumno y Ronald Weasley. El auror se veía orgulloso. La escena era idéntica a la de un padre viendo a su hijo triunfar.

--Ojalá todos los aurores nos hubieran enseñado así, señor Weasley. Tal vez, si tuviéramos más profesores como usted...

--Lo lamento hijo, ojalá pudiera ayudarte. Pero en serio el ministerio me tiene muy ocupado.

Un pequeño e incómodo silencio se hizo presente tras el rechazo de la propuesta. No era común que Ron se negara a algo. En general no lo hacía. Sin embargo, su convicción era firme esta vez.

"Úuuu Úuuu" se escuchó el ululato de una lechuza. Frente a ellos apareció un ave muy despeinada, como si hubieran querido desplumarla. Su vuelo era torpe. El aleteo era tan burdo que se iba de un lado a otro. Pero, sin importar su aspecto, cumplió aparentemente su objetivo.

--¿La lechuza de Sybill Trelawney? –preguntó Ron--. Desde aquí huele a sudor de ella. Los aurores deben estar muy ocupados como para haberla dejado pasar.

El ave entregó a la directora Mcgonagall un sobre: "Confidencial, solo para usted directora". Y abriendo el sobre, reveló el contenido para sí misma, respetando la indicación de la adivina.

--Seguramente es otra de sus profecías que pronostican algo malo para mí. ¿Qué será esta vez? ¿Siete años de mala suerte? ¿Otro partido de Quidditch perdido? Siempre me habla de... --Mcgonagall dejó de hablar en seco cuando las palabras de lo que Trelawney había escrito atravesaron directo a su mente.

--¿Está bien directora? –incluso Charlie se percató de la temible expresión que la anciana adoptó tras leer el mensaje.

"Úuuu Úuuu" la lechuza mensajera emprendió nuevamente un torpe vuelo fuera de las instalaciones del ministerio, creando un alboroto mientras abandonaba el edificio.

--¡¿Cómo entró ese animal aquí?! ¡Apesta! ¿Dónde rayos está seguridad? ¡Se les paga para que hagan bien su trabajo! –se escuchó gritar a un hombre a lo lejos de los pasillos.

--¿Directora Mcgonagall? –Ron comenzaba a preocuparse tras ver cómo la mujer se llevaba la mano al pecho.

--Entonces... esto tal vez sea otra señal... –Minerva se levantó de su silla, dirigiéndose nuevamente a la oficina de Hermione--. Ronald, ven conmigo por favor. Charlie, tú quédate quieto ahí donde estás.

--Directora, pero yo...

--Es una orden Charlie. Te lo pido por favor.

Las puertas de madera de la oficina de Hermione se abrieron delante de la directora. Draco salió del despacho junto con su maletín blanco.

--Directora, no me lo va a creer –el hombre sonreía igual que un niño al que le dejaron comer un dulce antes de la comida--. Hermione me permitió la crianza de...

Minerva ni siquiera dio tiempo a Malfoy de reaccionar. Con un simple señalamiento de su dedo emitió una clara orden no verbal: "Vuelve adentro Draco".

Y siguiéndola, Ronald Weasley y el apuesto hombre de cabello rubio regresaron al interior de la oficina de la ministra de magia. Cerrando tras de ellos las puertas. Y dejando a Charlie Spring en la sala de espera con la duda en la punta de la lengua.

Heartstopper/Harry Potter Episodio 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora