Parte 16.- Resplandor

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--¡Nick! ¡Detrás de ti! –Harry Greene lanzó una esfera de energía verde hacia el Dementor atacante.

Nelson acompañó a su amigo en el ataque, lanzando un rayo azul. Impactaron de lleno en el objetivo, pero éste apenas se movió tras recibir el golpe. Continuó acercándose lentamente hacia sus presas.

--¡Tao! ¡Darcy! ¡Cuidado! –Aled Last invocó nuevamente al tiburón blanco, haciendo retroceder un poco a los cinco Dementores que casi tomaban a sus amigos entre las garras.

El tiburón desapareció instantáneamente en cuanto su invocador comenzó a respirar agitadamente. El cansancio lo sofocaba. Entrecortaba su aliento. Su visión se nublaba al punto en que iba a desmayarse.

--¡Expecto Patronun! –se escuchó entre la multitud, tras lo cual, un rápido conejo blanco se impulsó hacia el cielo, aterrando con su energía a numerosos Dementores.

Los dragones lanzaban sus incandescentes llamas a los atacantes en una intensa y duradera exhalación de fuego. Pero las criaturas negras apenas parecían sentir dolor con las altas temperaturas.

Nick Nelson estaba exhausto. Dado que no sabía cómo conjurar un Patronus, se limitó a lanzar hechizos a diestra y siniestra sin pensar en las consecuencias. A su lado, Harry Greene parecía haberse desmayado, tras haber cometido el mismo error.

Las ventanas del castillo mostraban múltiples destellos blancos. Y los gritos de terror se escuchaban a través de las paredes. Esta vez no era un simple ataque. Todo un ejército de oscuridad se había lanzado sobre los estudiantes.

Y nuevamente, Nelson se encontró cara a cara con otra de estas temibles entidades. Aquella que alguna vez había ya tratado de absorber su energía y que lo había llevado al ala de enfermería.

--¡Ven por mí! ¡Te estoy esperando maldito Dementor!

Aceptando su desafío, la criatura se lanzó a toda velocidad hacia Nelson, con la intención de drenar cada gota de sus recuerdos.

Y antes de caer inconsciente, Nick pudo ver una chispa blanca. Un pequeño farol de esperanza con sus ojos entrecerrados.

--¡Expecto Patronun!

--¡Expecto...!

--¡Patronun!

El Dementor frenó su ataque en cuanto una intensa luz iluminó su ser. Todas las tinieblas se apartaron en cuanto las varitas de seis magos convergieron, creando un gigantesco resplandor que, por unos segundos, convirtió la noche en día.

La esfera blanca formada por las varitas de Draco, Ron, Singh, Hermione, Neville y Mcgonagall tenía un tamaño enorme.

Uno a uno, los Dementores de todo el castillo se agruparon en el cielo, alejándose lentamente hasta no ser más que una pequeña nube negra en el horizonte.

--Trajiste a los refuerzos justo a tiempo Hermione.

Y de un segundo a otro, varios hombres comenzaron a aparecer entre los jóvenes estudiantes. Sus vestimenta negras, su aspecto serio y refinado, sus varitas impecables y su esencia maquiavélica fueron inconfundibles para los magos en aprendizaje.

--¿Solo diez aurores de apoyo? ¿Es todo lo que el ministerio puede ofrecer Hermione? –Draco lucía molesto, mientras miraba todo el caótico escenario dejado por el ataque.

--Todos están en la reunión de la Confederación Internacional de Magos. Solo ellos estaban disponibles –Hermione dio un gran suspiro antes de guardar su arma.

--¿Hay posibilidad de emergencias y prefieren atender problemas administrativos?

--Deja de jugar al moralista Draco; y sirve de algo. Necesitamos atender a los estudiantes que hayan sido atacados –Hermione hizo sonar sus tacones para poder reunirse con los pocos aurores que había logrado traer del ministerio.

Las tinieblas del ataque fueron reemplazadas por un hermoso escenario. Los rayos solares del crepúsculo bañaron los árboles del bosque prohibido.

La tranquilidad creada por el reflejo cristalino del Gran Lago hizo recuperar un poco de aliento a Aled Last, quien estaba a punto de ceder por completo. Darcy y Tara trataban de ayudar a Nick a incorporarse, mientras cuidaban de un inconsciente Harry.

--Este ataque... fue perfectamente planeado. Esperaron a que los aurores salieran de Londres –Ron Weasley pensaba en voz alta. Si la previa reunión de profesores había dejado la más mínima duda de que un siniestro mago estaba detrás de todo, esto no dejaba ya el menor enigma.

El olor a chocolate comenzó a percibirse en el aire. Era lógico que ese dulce tuviera protagonismo después de este incidente. Algunos alumnos aún temblaban de miedo después de recuperar la consciencia, por lo que no había más opción que la de llevarlos a la enfermería.

--¿Estás bien Nick? –Charlie Spring pudo recuperar la respiración después de ver que su novio estaba a salvo--.

--Charlie... --el muchacho correspondió la preocupación con un abrazo--. Me alegra ver que estás bien. De ahora en adelante no te vuelves a separar de mí ¿Okey?

Hellen Myers observaba desde una distancia considerable el reencuentro. El ver cómo la calma llegaba después de este incidente.

El sol asomó su gloria a través de las frondosas montañas, trayendo consigo la maravilla del amanecer. El frío nocturno se atenuó hasta tornarse en un fresco rocío matutino.

Mcgonagall contemplaba la mañana mientras se culpaba a sí misma de que algo así hubiera podido pasar. Sus alumnos no estaban listos. No sabían protegerse. Muchos de los mayores no podían conjurar un Patronus. Otros desconocían datos importantes de los dementores.

--¿Está bien directora? –Neville puso una mano en el hombro de Minerva, para demostrarle su apoyo.

--Longbottom... ¿Crees que Andrew Allen tenía razón? ¿Crees que somos débiles?

Neville mostró una tímida sonrisa. Sus ojos se hicieron de cristal, mostrando compasión por las palabras de la anciana.

--Nadie hubiera podido prever esto directora. Este ataque fue totalmente inesperado. Aleatorio.

Hermione Granger dio unos fuera del círculo de aurores para reunirse con Hellen Myers. La rubia ya esperaba a la ministra con una firme posición y una mano encima de la otra.

--Me gustaría tener explicaciones Hellen. Ahora más que nunca necesito que Harry Potter complete la misión que le encomendé. Necesito respuestas sobre esa carta del Valle de Godric.

--Me gustaría poder tener respuestas Hermione, pero esto... esto está fuera de nuestro control. Primero el caso Mont Tremblant, luego la acusación al MACUSA ¿Y ahora esto?

Los alumnos reunidos en el patio comenzaron a dirigir su mirada al cielo matutino. Que ahora entre su inmenso azul, dejaba ver algo muy extraño.

Un pequeño punto... proveniente del horizonte. Se hacía cada vez más grande. Un pequeño punto, que tras el ataque de los Dementores, traía consigo aún más preguntas.

Heartstopper/Harry Potter Episodio 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora