Sybill Trelawney tomó su taza de té envuelta en un pequeño pañuelo rojo, y sin previo aviso ni vergüenza, la puso justo en la mesa de Darcy Olson, casi derramando la infusión en el libro de la chica, mientras el resto de la clase miraba.
--Muy bien chicos, ahora vamos a... --la profesora se interrumpió súbitamente a sí misma y levantó el dedo índice, como si hubiera olvidado algo. –Bienvenidos a... --arrugó la nariz y comenzó a respirar de manera acelerada, como si fuera a estornudar--. Disculpen niños –y sin darse la vuelta, justo frente a sus alumnos, comenzó a hurgar su nariz, casi cerrando los ojos de la satisfactoria sensación que esto le brindaba.
Darcy quedó impactada, sobre todo porque era justo ella la que la tenía en frente. Maldijo el momento en que eligió sentarse hasta delante pensando que podría aprovechar mejor la clase. No pudo evitar echarle un reojo al pañuelo que envolvía la taza de té de la profesora y no pudo evitar ver una minúscula pisca de una sustancia verde y de aspecto gelatinoso embarrada en el trozo de tela.
Nick era incapaz de apartar la mirada de su profesora de adivinación. Charlie había tomado ya la materia con ella en semestres anteriores, después de hacerlo, había recomendado a todos alejarse de esa aula lo más posible. Mcgonagall casi le imploró a Nelson que optara por tomar la clase de estudios muggles en lugar de la materia de adivinación. El por qué comenzaba a hacerse entendible.
--Lo siento mucho por el retraso. Pero ahora sí pequeños. Les doy la bienvenida a la clase de adivinación, la más compleja de las artes mágicas –declaró metiéndose la mano en la parte trasera del pantalón y rascándose lentamente.
Nick y Tao veían la escena horrorizados, igual que el resto de la clase. Comenzaron a envidiar a Harry Greene por optar por la aburrida materia de aritmancia, o a Aled por haberle hecho caso a Mcgonagall de tomar la de estudios muggles, y a arrepentirse de no haber acompañado a Charlie a las ahora ya no tan aburridas oficinas del Ministerio de Magia.
La profesora al fin terminó de rascarse sin pena alguna, y prosiguió a oler sus dedos, haciendo un gesto de desagrado tras completar la acción.
--¡Oh! Pero qué tonta, he olvidado traer mi pluma. Pequeña, ¿Podrías prestarme la tuya? –le extendió la misma mano a Darcy.
Algunos de los chicos en la parte trasera del aula comenzaron a guardar sus pertenencias y a levantarse de sus asientos, dejando sus lugares impecables y ordenados como si jamás hubiesen estado allí.
--¡Oh! Pero qué veo –Trelawney olvidó la petición que le hizo a Darcy tras ver la escena de unos cuantos alumnos abandonando su clase--. Parece que algunos chicos se han ya percatado que no poseen "la vista", el maravilloso don de ver a través de las cosas.
--"La vis..." se acabó, me largo de aquí –declaró Tao levantándose de su asiento.
--Espera amigo –lo detuvo Nick—Tal vez realmente haya algo que valga la pena. No por nada la profesora es famosa. Bueno... eso dicen... y... eso quiero creer.
Tao miró a la profesora una vez más, sus labios seguían moviéndose frente al resto de la clase, como si no le importara en absoluto lo que sus alumnos pensaran de ella.
--Tú ganas Nick –dijo casi azotando su libro de "Los secretos de la adivinación" en su mesa –haré que valga la pena haber comprado este tonto libro y la tonta bola de cristal.
Sybill Trelawney dejó de hablar consigo misma para proseguir a buscar un objeto perdido en su bolsa, de la cual comenzó a extraer un montón de envolturas de ranas de chocolate y unas cuantas grageas de todos los sabores con un extraño algodón que se había formado sobre ellas.
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Heartstopper/Harry Potter Episodio 2
Fanfic¡Un pegaso necesita ayuda! Dos meses después del ataque al castillo de Hogwarts por parte de un probable mortífago, la escuela reanuda sus actividades normalmente. Sin embargo, Rubeus Hagrid se topa con un incidente que puede poner en sobre aviso a...