Capítulo 4

539 34 5
                                    

"Invisible"


Capitulo IV: "Si alguna vez sientes que no le importas a nadie... Háblame. Por mucho que no te conozca, me terminarás importando".


Suena la campana y me importa una mierda el libro en el suelo. Corro hasta el casillero de ella obstruyéndole el paso, intenta esquivarme casi sin hacer caso de mi presencia, la tomo por la muñeca y saca su brazo tan rápido y gritando tan fuerte que me deja sorprendido.

Estoy perplejo.

- ¿Qué te pasó?

-No te importa -dice, duramente.

-Ven aquí...

-No, Justin.

Los alumnos comienzan a andar para entrar a sus salones correspondientes y por supuesto ella quiere llegar temprano. Me vale nada lo que quiera hacer, yo siento la necesidad de saber qué le ha pasado, porqué está así, creo que me merezco una explicación por el simple hecho de que me preocupo por ella, por su salud, por su vida, por absolutamente todo lo que tiene que ver con esta chica.

-Salte de mi camino, llegaré tarde.

Sus palabras son completamente duras, no tiene expresión alguna.

-Tú y yo vamos a hablar.

- No molestes, no me conoces. No pretendas que te importo. Vete por donde haz venido. Al fin y al cabo, si me conocieras te alejarías como si nada.

Las lágrimas punzan en sus ojos haciendo que me quede completamente paralizado, ella necesita sacar el dolor que lleva dentro.

-Yo sé que no te conozco, pero...

-Sólo déjame.

Quiere seguir haciendo su camino al salón, pero vuelvo a tomarla por muñeca para no dejarla ir. Nuevamente ese grito de dolor y se zafa casi en menos de medio segundo.

-Te quiero lejos de mí. -Aprieta los dientes.

Eso ha sido el equivalente a un puñetazo en el rostro.

-Sólo quiero ayudarte.

-Nadie puede hacerlo, estoy perdida.

A veces siento escalofríos cuando habla de ese modo.

La dejo seguir con su paso, sus palabras me han golpeado y atrapado de sorpresa, pero tomo aire y la persigo decidiendo que si quiero demostrarle el interés que siento por ella tengo que hacer esto. No me importa si quiere llegar temprano o si no quiere contarme.

- ¿Qué te ocurrió?

-No te metas en mi vida.

Suspiro.

-No me obligues a tomarte por la muñeca. ¿Qué es lo que escondes, Katherine?

-Déjame en paz, dije.

Me pongo en su camino y rueda los ojos, me agacho para subirla a mi hombro. Ella ahoga un grito y se abandona al llanto. La sostengo de las piernas. Siento el rugido de su estómago y abro bien los ojos mientras recorro el pasillo para salir del colegio.

-Te invito a desayunar.

Se le escapa un sollozo.

-Tenemos clases.

-Me importa nada, ¿hace cuánto no comes?

- ¿Puedes bajarme por favor? -Suplica.

Me quedo en silencio mientras pienso dónde podemos comer algo. Bueno, ella porque yo ya he desayunado con mi madre en casa.

Invisible.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora