Invisible.

Capítulo 18

"Invisible" 

Capitulo XVIII: "Un día no aguantaré más y gritaré todo aquello que me he guardado por tanto tiempo. Así sabrán cómo me siento."

Entramos al salón aún tomados de la mano llamando la atención de unos cuantos compañeros de clase, Kath intenta zafarse de mi agarre pero es en vano porque no me avergüenzo de estar sosteniendo a mi chica. Me encojo de hombros cuando su mirada me fusila intencionalmente. El lugar de ella se encuentra ocupado, por lo que quiere retirarse antes de tener que compartir la mesa con alguien más, niego con la cabeza intentando que deje de ser tan sensible y comience a afrontar las cosas normales de la vida como tener que cambiar de lugar porque otra persona lo ha ocupado, y como es de esperarse todos han buscado lugares que les beneficie para el examen de hoy. Kath me mira cuando Ryan hace una seña en nuestra dirección y es en el mismo momento que noto que estamos de pie viendo a la multitud que comienza a vernos como dos estúpidos fuera de lugar.

  — Ey, Ryan — digo, con una sonrisa ladeada.

Oigo a Chaz hablar detrás de mí cuando Kath tira de mi brazo para salir de allí.

— Hola, hermano — responde el rubio de ojos claros—. ¿Quieres sentarte conmigo? Estudié mucho para hoy.

 Pienso en pedirle el asiento porque tiene uno vacío a su lado al igual que Chaz. Katherine sigue tirando de mi brazo haciendo que se me pongan los nervios de punta.

  — No, gracias. — Volteo donde Chaz—. ¿Nos dejas aquí?

Chaz asiente de manera repetida cuando le echa un vistazo a Katherine, y luego se acomoda al lado de Ryan. Me hierve la sangre de hacerme la idea de lo que piensa Chaz sobre ella.

Kath toma asiento soltándome la mano de manera brusca, a lo que varios estudiantes voltean a vernos sin comprender de qué va la cosa. Y recuerdo que la última vez que estuvimos en el salón, ayer en la primera clase, nos fuimos enojados con la mayoría de ellos. 

  — ¿Viste Kath la cantidad de gente sin vida propia?

Katherine voltea a verme como si hubiera cruzado la raya, pero sinceramente es de esperarse porque jamás ha salido en su defensa. Y puede que piense que soy un estúpido, pero ya no tenemos miradas sobre nosotros.

  — Justin — susurra, casi en un regaño.

— Ya, deja de preocuparte por los demás.

La chica delante de nosotros nos echa una mirada esperando encontrar algo, vuelve a su lugar encogiéndose de hombros y se inclina para susurrarle a su compañero:

  — ¿Son novios?

Kath levanta la cabeza sin comprender por qué hablan de nosotros, y no digo nada porque ya tuve suficiente con todas estas personas que lo único que hacen es observar las vidas ajenas.