Capítulo 36

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  "Invisible"

Capítulo XXXVI: "Te quiero solo para mí."





El tráfico los días de lluvia puede ser algo realmente tedioso para personas sin paciencia como yo, que a diferencia de mi mamá me pongo idiota por absolutamente todo lo que hacen los demás conductores creyendo que por insultarlos van a cambiar su manera de manejar.
Llegamos a casa para encontrar olor y humo hasta el comedor, lo que le recuerda a mamá que el pollo está en el horno. Tira el bolso al suelo en su paso apresurado hacia la cocina.


—Aunque no lo creas, ¡lo salvé! —Grita desde la otra habitación.


Me río divertido sabiendo que no tiene remedio, al menos un día a la semana vamos a comer algo quemado o pasado de cocción.

Enciendo el televisor al quitarme las zapatillas y tirarme en sillón, pero no dura siquiera dos minutos mi momento de relajación porque mamá quiere que ponga la mesa así almorzamos. Cuando me pongo de pie con un bostezo claramente exagerado, el móvil suena aprisionado en mi bolsillo haciendo que piense en Katherine. Tomo el aparato entre mis dedos leyendo su nombre en la pantalla siendo prisionero de una extraña corriente que me recorre el cuerpo por completo.


"Ya estoy en casa, ¿más tranquilo ahora?"


Me alegra que esté bien, pero se me hace extraño que haya llegado tan rápido. ¿Podría estar mintiendo? Lo dudo.


"¿Ya? ¿En serio?"


Presiono 'Responder' y aún con el ceño fruncido pongo la mesa para dos.

Mamá llega con una sonrisa y deja la bandeja en medio de la mesa.


—¿Puedes apagar? No me gusta el televisor prendido mientras comemos.


Le hago caso sin chistar, más por el hecho de que estoy pensando en algo más y no solo porque no quiero discutir.

¿Puede haber llegado tan rápido?


—¿Todo bien? —Pregunta ella un poco confundida por mi silencio.


Asiento con la cabeza mientras le regalo una cálida sonrisa. Tomo la bandeja del pollo y me sirvo un trozo, luego me sirvo un poco de papas y vierto zumo de naranja en mi vaso.


—¿Cómo te ha ido hoy?


No es extraño que mamá tenga ganas de conversar mientras almorzamos, pero ciertamente estoy un poco frustrado, cansado y agobiado por los trabajos que debo hacer. Lo que menos quiero es hablar del instituto.


—Bien.

Y es cuando recuerdo la detención del sábado.


—Digamos que... —tuerzo el gesto—, tengo detención este sábado.


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⏰ Última actualización: Dec 01, 2017 ⏰

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