Capítulo 10

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"Invisible"



Capitulo X:  "Si vieras todo lo que yo veo entenderías porque te quiero -One Direction."




Cortamos el beso, apoyo mi frente sobre la suya para verla dejar los ojos cerrados como si le diera vergüenza verme de frente. Sonrío.


— Te quiero, ¿oyes eso?


Su boca traza una mueca parecida a una sonrisa y vuelve a sollozar. Sus labios forman una línea recta cuando las lágrimas retoman su camino costa abajo en sus mejillas rosadas.


— ¿En serio?

— En serio, Kath. Deja tus inseguridades de lado y confía en mí. ¿Cómo podría no querer a una chica linda, inteligente y dulce? Lo único malo que tienes es querer destruir lo que yo tanto quiero.


Ahoga un sonido en su garganta y de repente la encuentro robándome un beso.


— Dime que me quieres —exige, intentando ocultar una sonrisa.

— Te quiero. —Yo no oculto la sonrisa.


No comprendo por qué le parece extraño que la quiera. De repente me encuentro intentando ponerme en su lugar y comprende que necesita más afecto del que tiene. Su familia parece estar rota, ellos no le pueden brindar el amor que una mujer frágil requiere en este momento, y no tiene amigos, entonces la ecuación cierra por todos lados. Necesita que la quieran.


— Otra vez —murmura.

— Te quiero.

— Creo que nadie más que mi mamá me lo ha dicho desde mis diez años.


Dentro de mí me siento pequeño. No puedo dejarla ir, quiero que este momento dure para siempre.


— Acostúmbrate porque voy a decírtelo cada una hora.

— ¿Una hora? —Hace una mueca.

— ¿Cada menos?


Su sonrisa es tierna ante mi pregunta. Alargo la mano para secarle las lágrimas y le planto un pequeño beso en los labios. Su sonrisa no se desdibuja, pero nos vemos interrumpidos por el móvil que comienza a vibrar en su bolsillo, me suelta la mano para atender la llamada, aprieta los dientes y suspira.


  — Mamá. — Se aleja el móvil del oído y cierra los ojos como si le molestara algo — . Lo sé, voy de camino. — Vuelve a alejar el móvil y comprendo que la madre le está gritando — Bueno, ma.


Corta la llamada y mete el móvil en su bolsillo. Se observa los brazos durante unos segundos antes de volver a acomodar las mangas sobre sus lastimadas muñecas. Intento buscar la sonrisa en sus labios pero es en vano porque ya no hay rastros de ella.


  — ¿Todo bien? 


Asiente rápidamente.

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