Capítulo 20

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  "Invisible"


Capitulo XX:  "Todos están esperando que te rompas, a ver tu caída. Mantén los ojos abiertos. –Taylor Swift. "



  — Quiero que te alejes — dice, casi en un susurro.


No le creo o quizá no quiero creerle porque a pesar de que no hace mucho eramos completos desconocidos he llegado a quererla más de lo que me quiero a mí mismo, a sentir la necesidad de ser alguien para ella. 


  — Está bien.


 El resto del día pasa en cámara lenta y no quiero ni imaginar lo que será el fin de semana. Cuando salgo del colegio la veo irse caminando y recuerdo el día que la perseguí por saber adónde se dirigía. Me subo a la moto haciendo que cobre vida con un rugido y procedo a salir del estacionamiento antes de que mi retorcida mente me incite a seguir a Katherine.

Mamá no se encuentra en casa así que tengo la libertad de dejar la mochila sobre el sofá e ir a la cocina en busca de algo que calme los ruidos de mi estómago, muero de hambre. Abro la heladera para sacar todo lo que me haga falta para preparar un buen emparedado que cure mis penas y sobretodo mi hambre, ojalá pudiera ahogarme en comida para no pensar. Prefiero no llevar mis pensamientos para el lado de Katherine, así que saco el móvil para revisar alguna red social, pero es en vano porque rápidamente mi mente se dirige hacia ella y el día que la vi por primera vez en el colegio, que sus mangas despertaron esa curiosidad creciente en mí.

No me arrepiento de nada excepto del hecho de creer que podía ayudarla a mejorar su vida porque al final terminé siendo un estorbo para su depresión que se manifiesta con tanta intensidad en este momento. Me siento mal, siento que la traincioné y en el intento de no hacerlo me fallé a mí mismo, se supone que iba a estar para ella sin importar qué pudiera pasar y en cuanto se pusieron difíciles las cosas me quise retirar.

Termino el sándwich apresurado y corro escaleras arriba para dejar de pensar en estupideces.


  — ¡Justin! ¡Justin! Eres como una morsa. ¡Levántate!


Abro un solo ojo cuando la luz me deja casi ciego.


  — Arriba, Justin. ¿Dormiste todo el día? No me gusta eso, quiero que hagas algo productivo. — Mamá y su voz chillona—. Eres como un animal, comes, duermes y vas al baño. 


— Te faltó la parte de aparearse — digo, rodando en la cama para abrazar la almohada.


Me golpea la espalda con la mano completamente abierta haciendo que me arda la piel.


  — ¡Levántate!

— Mamá — digo, intentando no perder la calma—, no quiero levantarme porque no puedo hacer nada aquí. ¡Tú no me dejas salir! — Me siento en la cama con los ojos tan abiertos que llegan a dolerme los párpados.

  — Puedes hacer algo aquí adentro. Ordena tu habitación, ayúdame a lavar el coche. Solo muévete, vives acostado.


 Comienza a levantar ropa del suelo que ni siquiera había notado que estaba allí. Aprieto la almohada contra mi rostro antes de dejarme caer de nuevo en la cama.

Invisible.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora