Deseo amado || TodoBakuDeku

03.

Midoriya y Todoroki se encontraban juntos en la habitación. El peliverde había pedido ayuda al bicolor para hacer unos ejercicios de matemáticas, a lo que este accedió sin problemas. Sin embargo, una vez terminada la tarea, no supieron qué hacer después.

Todoroki estaba tratando de mantener la calma y evitar cometer alguna tontería, especialmente después de lo que Bakugo le había revelado, mientras que Midoriya albergaba una pequeña esperanza de ser correspondido por su amigo, alimentada por las sospechas que Uraraka había sembrado durante una larga conversación.

El ambiente se volvió incómodo; ninguno de los dos sabía cómo iniciar una conversación sobre el tema.

—Todoroki...

El bicolor dejó de mirar su libreta y prestó atención.

—Yo quería decir que...

Las palabras de Midoriya fueron interrumpidas por unos golpes en la puerta. Todoroki se levantó para abrir, sin notar la expresión de decepción en el rostro de su compañero.

La que golpeaba era Yaoyorozu.

—¡Chicos! —Sonrió. —Hola, Midoriya-san.—dijo al ver al peliverde, sin parecer sorprendida por su presencia en la habitación de Todoroki. —Los vengo a invitar a una fiesta en mi casa, no es nada especial... simplemente decidí organizarla.

—Nos encantaría ir.—afirmó Midoriya.

—Los espero allí.

Todoroki volvió su mirada hacia los ojos verdes de Midoriya, levantando una ceja ante la decisión tomada por ambos, pero decidió no comentarlo.

—¿Qué estabas por decirme? —preguntó.

—¿De qué? —respondió Midoriya fingiendo ignorancia.

—Parecías a punto de decir algo antes de que llegara Momo.

—No era nada importante... Oh, mira la hora, ya es muy tarde —empezó a recoger sus cosas nerviosamente—. Adiós, nos vemos mañana en clases.

Midoriya salió rápidamente de la habitación de Todoroki. Una vez afuera, suspiró con cansancio. Estaba huyendo de nuevo.