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"Limpieza"

Katsuki no esperaba pasar la tarde con sus novios limpiando su casa de arriba a abajo.

—¡No los escucho limpiar!—Gritó Mitsuki desde la planta alta.

—¡Eso estamos haciendo, mamá! —Respondió Katsuki en el mismo tono—¡No somos Flash!

Izuku y Shoto se miraron de reojo, temiendo que se formara una pelea entre los dos rubios, una escena que se estaba volviendo común cada vez que visitaban la casa de los Bakugo, pero que seguía sin ser agradable de presenciar.

Cuando Katsuki dirigió la mirada a sus novios, estos lo miraron con el ceño fruncido y una expresión que decía: "No la cagues más". Él solo rodó los ojos y siguió limpiando por milésima vez un retrato.

 Él solo rodó los ojos y siguió limpiando por milésima vez un retrato

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—Bueno, como no nos ponemos de acuerdo, jugaremos Mario Kart.—Dijo resignado el rubio.

—No creo que sea buena idea, después se enojan ustedes dos.—Comentó Shoto con el ceño ligeramente fruncido.

Bakugo lo miró ofendido, soltando una maldición.—No digas estupideces, yo no hago eso.

Midoriya solo lo miró con una sonrisa nerviosa y un leve sonrojo de vergüenza.

Cuando se trataba de videojuegos, ellos dos se volvían muy competitivos cada vez  que jugaban y no era la primera vez terminaban discutiendo, diciendo que alguien había hecho trampa. Como usualmente ganaba Todoroki, terminaban haciendo un berrinche por sus múltiples derrotas, aunque esas acciones le hacían gracia a Todoroki.

Bakugo tomó el control y se sentó en el sofá. Midoriya, aún con esa sonrisa tímida, se acomodó a su lado, y Todoroki encendió la consola y el juego comenzó.

Las risas y los gritos no faltaron al comienzo, creando un ambiente de diversión y tensión que, a pesar de la competitividad del juego, siempre disfrutaban. Pero, al final, Todoroki cruzó la meta primero, como siempre.

—¡No puede ser!—Gritó Bakugo, arrojando el control y rompiendo un jarrón en el proceso.

Los tres chicos se miraron con pánico al escuchar unos pasos pesados acercándose. La puerta se abrió de golpe y apareció Mitsuki, con una mirada severa.

La rubia los castigó a los tres por igual, argumentando que como ya eran parte de la familia también les tocaba castigo

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La rubia los castigó a los tres por igual, argumentando que como ya eran parte de la familia también les tocaba castigo.

—Kacchan, si sigues así, esto no va a terminar bien.—Le susurro el peliverde con un tono de advertencia.—¿Por qué no tomamos un descanso?

Katsuki soltó un bufido y dejó el trapo a un lado y se sentó en el sofá con un suspiro pesado. Shoto se unió a ellos, sentándose al otro lado de Katsuki.

—Podríamos intentar hacer esto más divertido.—Sugirió Izuku—Tal vez con un poco de música.

El rubio asintió dudosamente y sacó su teléfono para poner su playlist. Sin embargo, a los segundos escuchó los gritos de su madre.

—¡No es momento para fiestas, sigan limpiando!—Gritó Mitsuki al escuchar la música.

Katsuki gruñó con cierta irritación e Izuku y Shoto no pudieron evitar reírse. El rubio estaba debatiendo si contestarle a su madre o no, pero cualquier sentimiento negatividad o pensamiento fue reemplazado por una cálidez en su pecho al sentir los labios del bicolor y el peliverde sobre sus mejillas, dejando escapar una sonrisa.

Deseo amado || TodoBakuDekuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora