Deseo amado || TodoBakuDeku

58.

“Secreto revelado”

Ya habían terminado los entrenamientos y la mayoría de los chicos ya se habían cambiado, solo quedaban un pelinegro y un pelirrojo conversando animadamente olvidándose que ya debían irse.

—¿Recuerdas cuando Bakugo... —Empezó el pelinegro riendo, pero bajó la voz al ver a Bakugo aún en la puerta esperando a Todoroki.

—¡Sí, cómo olvidarlo! —Respondió Kirishima, conteniendo la risa.—Nunca pensé que haría algo así.

Sero miró a su alrededor, asegurándose de que Bakugo no estuviera cerca, y continuó.—Es que, en serio, sé que somos adolescentes pero me sorprende que él no haya disimulado.

—¿Qué hizo Bakugo? —Preguntó Shoto, quien acababa de unirse a la conversación sin que Sero y Kirishima lo notaran.

El par se sobresaltó. El pelinegro intentó disimular, pero era demasiado tarde.—Oh, eh, nada, Todoroki. Solo hablábamos de... cosas de hace tiempo.

Kirishima, no tan rápido para cambiar de tema, se rió nerviosamente.—Sí, solo una tontería del pasado.

Shoto arqueó una ceja, evidentemente curioso.—¿Qué tipo de tontería?

Sero, sin darse cuenta del peligro, soltó.—Bueno, antes de que ustedes empezaran a salir, él solía observarte cuando te cambiabas. Se quedaba mirándote como un tonto, y cuando se daba cuenta de que lo estábamos viendo, se ponía muy rojo y dejaba de mirarte.

Kirishima soltó una carcajada y añadió.—Sí, y cuando le preguntábamos por qué así eso, solo nos insultaba. Creo que nosotros nos dimos cuenta que le gustabas antes que él mismo.

Shoto miró a ambos con una mezcla de sorpresa y vergüenza.—No lo puedo creer... ¿Katsuki en verdad hacía eso?

Sero y Kirishima se dieron cuenta demasiado tarde del error que habían cometido. Justo en ese momento, Bakugo apareció en el lugar, con una expresión que daba miedo.

—¿De qué carajo están hablando?—Exigió saber, cruzando los brazos.

Sero y Kirishima palidecieron, mientras Shoto mantenía una expresión neutral, pero sus ojos brillaban con un destello de diversión.

—Nada importante, Bakugo.—Respondió Kirishima, intentando calmar la situación.

El rubio miró al bicolor, luego a Sero y Kirishima, y finalmente frunció el ceño.—Más les vale que no estén hablando de eso.

Shoto sonrió ligeramente y sus mejillas se pintaron de un color rojo.

Bakugo se quedó mirándolo sonrojándose también al entender que ya la habían dicho. Volteó a ver a los otros con el ceño fruncido antes de resoplar y salir del lugar mientras agarraba de la mano a Todoroki y  murmurando algo sobre "idiotas".

Sero y Kirishima soltaron un suspiro de alivio, pero sabían que tendrían que ser más cuidadosos en el futuro, aunque no estaban seguros de haber salido totalmente ilesos. Por otro lado, el rubio tendría que darle una larga explicación a su novio.