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“Desmayo”

Cuando Shoto abrió los ojos, lo primero que vio fue el techo de su habitación y sintió algo húmedo sobre su cabeza. Por el rabillo del ojo, distinguió a una persona envuelta en una sábana, pero al notar el cabello rubio que sobresalía, se tranquilizó un poco y volvió a cerrar los ojos. Sin embargo, recordó que debía estar en los entrenamientos en el gimnasio.

Con un esfuerzo, se sentó despacio en la cama. Sus ojos aún no se adaptaban bien a la oscuridad de la habitación, por lo que alcanzó su teléfono y lo encendió para revisar la hora.

2:27 A.M.

Frunció ligeramente el ceño y se recostó de nuevo, sintiendo un leve punzón de dolor en su cabeza. Mientras intentaba recordar lo que había sucedido; recordó tener un partido de práctica con los miembros del equipo y a Kirishima insistiendo en un partido dos contra dos. Recordó haber hecho equipo con el rubio y cuando estaba a punto de encestar... nada.

Imágenes vagas de estar en la enfermería pasaron por su mente. Recordó a Kirishima y Sero disculpándose con un molesto Katsuki y un lloroso Izuku. También tuvo recuerdos de ver a sus hermanos y Yaomomo visitándolo, pero todo lo demás era un borrón.

Desde la mañana, había comenzado a sentir cierta debilidad, pero no le prestó mucha atención. Todo empeoró cuando olvidó abrigarse bien y el fresco de la mañana impactó de lleno en su rostro, provocando que estornudara. Decidió ignorarlo, convencido de que si no admitía que estaba enfermo, entonces no lo estaba. Para él, tenía lógica. Supuso que todo se había ido en picada cuando se sobreexigió en los entrenamientos.

—Vuelve a dormir, Shoto.—Murmuró Bakugo en voz baja, sacándolo de sus pensamientos. ¿Cómo rayos sabía que estaba despierto? Odiaba eso de su novio, siempre parecía saber lo que le sucedía o pensaba. Era molesto, pero también tierno.

—¿Qué fue lo que pasó?—Preguntó tontamente, puesto que ya conocía la respuesta.

—Te desmayaste cuando estábamos jugando con los imbéciles.—Respondió Bakugo con un suspiro pesado.—Si te sientes mal, solo dilo. No necesitas llegar a esos extremos. —Lo regañó, y Shoto escuchó cómo se removía entre las sábanas. Sabía que cuando estuviera bien, sería regañado por varias personas.

—No pensé que fuera tan grave. —Se excusó, pero volvió a escuchar el sonido de las sábanas y supuso que Bakugo se había sentado. Sintió una mano en su mejilla obligándolo a abrir los ojos.

—Nunca vuelvas a hacer de menos tu sentir, no importa qué tan mínimo sea. Te pido, por favor, que nos lo digas.—La preocupación en la voz de Bakugo hizo que el corazón del bicolor se ablandara.—No sabes el susto que me llevé cuando de la nada te desmayaste... Pensé lo peor.—Admitió Bakugo.—Izuku y yo estábamos demasiado preocupados por ti. Tuve que decirle que yo te cuidaría para que pudiera estar tranquilo, al igual que a tus hermanos.

Shoto se quedó en silencio, sintiendo la gravedad de las palabras de Bakugo. Recordó la expresión de preocupación en los ojos de Izuku y la voz de Kirishima mientras intentaban explicarle lo sucedido. La culpa comenzó a invadirlo.

—No volverá a suceder... lo siento.—Murmuró, apenas audible.

—No te disculpes, solo descansa, ¿sí? —Bakugo se inclinó para besarle la mejilla.— Después hablamos de esto.

—¿Me abrazas?—Pidió en un susurro.

Bakugo se levantó del futón y se acostó al lado de Todoroki. Shoto sintió el calor familiar de Bakugo y por primera vez en todo el día, permitió que su cuerpo se relajara por completo. El ritmo constante del corazón de Bakugo y el suave murmullo de su respiración lo arrullaron, finalmente dejándose llevar por el sueño.

Deseo amado || TodoBakuDekuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora