Deseo amado || TodoBakuDeku

30.

“Conociendo a...”

Ya habían pasado exactamente dos meses desde que los tres comenzaron a salir juntos, y un mes desde que las madres de Bakugo y Midorya insinuaban indirectamente sus sospechas sobre la relación entre ellos. Todoroki había sido sincero con su madre y le había contado la verdad en comparación con los otros dos jóvenes.

Decidieron reunir a sus padres durante el fin de semana para declarar oficialmente su noviazgo, pero había un gran detalle: en esa relación no eran solo dos.

—¡Hagamos una caja gigante de regalo y que Shou-chan salga de ahí! —dijo Midorya emocionado.

—No, deberíamos usar máquinas de humo y hacer que aparezca de la nada.—Respondió Bakugo con cierta malicia en su tono.

Todoroki, contrario a sus novios, pensaba que estaban exagerando la situación.

—¿No sería más fácil que entre de manera normal o que simplemente esté con ustedes? —Sugirió el bicolor, aunque al principio lo ignoraron, finalmente decidieron darle la razón.

[...]

—Los hemos reunido aquí para decirles algo importante para nosotros.

—Son pareja, ¿verdad? —sonrió Inko con emoción en su rostro.

En la otra esquina del sofá, Masaru entregaba dinero a Mitsuki mientras decía en voz alta que una madre nunca se equivoca.

Bakugo rodó los ojos molesto por el teatro que siempre montaba su madre. Por otro lado, Izuku estaba llorando mientras abrazaba a su madre.

El joven rubio se aclaró la garganta para llamar la atención de todos. —No solo somos nosotros dos.—afirmó, dejando a los demás confundidos. Izuku se separó de los brazos de su madre y fue en busca del bicolor. Cuando lo encontró afuera de la casa rodeado de gatos, la imagen enterneció al peliverde.

Cuando los ojos de Todoroki se posaron en los adultos, hizo una reverencia inmediatamente—Mi nombre es Todoroki Shoto.—dijo con nerviosismo apenas perceptible en su voz. Trató de mostrar una leve sonrisa.

—Nosotros tres estamos en una relación.

—Eso no me lo esperaba.—Admitió la rubia mirando a su hijo con una sonrisa en el rostro—. ¡Los felicito, chicos!

Inko se acercó a Todoroki y lo abrazó, diciéndole cosas amables con suma emoción. Las felicitaciones de los adultos no se hicieron esperar.

A pesar de que todo iba bien, las cosas se complicaron cuando intentaron darles clases de educación sexual.