45.

225 41 0
                                    

“¿Nos preocupamos?”

—¿Crees que deberíamos preocuparnos?

El carmín y el verde chocaron brevemente antes de que Bakugo desviara la mirada.

—No, él sabrá cómo hablar con su padre.—Respondió tranquilo, aunque en realidad no lo estaba. Estaba profundamente preocupado por Shoto.

Siempre que se trataba de Shoto Todoroki, la preocupación era inevitable. Era como cuidar un pollito de colores, frágil y precioso. Aunque Bakugo amaba con locura a ese chico, temía que en algún momento se le bajaría le presión por estar al pendiente de él.

—¿Y si le pide que termine con nosotros y lo lleva a otro país? —Preguntó Midoriya, abrazando con más fuerza una almohada y comiendo unos chocolates para tratar de calmar el nudo en su garganta.

Bakugo lo miró con el ceño fruncido, sintiendo una punzada en el pecho solo de pensar en esa posibilidad.

—No pasará eso. Cálmate, me estás empezando a alterar a mí también.—Dijo, un poco irritado.

No culpaba al peliverde por pensar así. Enji Todoroki era temible, y la costumbre de Shoto de ocultar cosas de su familia solo alimentaba esos miedos.

Midoriya suspiró y se dejó caer en la cama, mirando al techo. —Sé que no debemos pensar lo peor, pero no puedo evitarlo. No sabemos cómo puede ser su padre.

Bakugo se sentó a su lado, dándole un suave golpe en el hombro. —Lo sé, nerd, pero debemos confiar en Shoto.

—Tienes razón.—Dijo Midoriya, intentando convencerse a sí mismo.—Solo quiero que esté bien.

—Lo estará.—Respondió esperando que así fuera.

Deseo amado || TodoBakuDekuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora