DERECK Y HAS

61 4 0
                                    

CAPÍTULO 26

—Eres insoportable, eres consiente de que llegarás esta tarde ¿verdad? —digo según Ian aparece en mi pantalla, me ha llamado él mientras estaba en mi mejor momento de inspiración para hacer las tareas. —Me acabas de quitar la inspiración de hacer tareas— cierro el libro y me hecho hacia atrás en la silla.

—Oh vamos, estoy apunto de coger el vuelo, mira estoy en el aeropuerto— gira la cámara para mostrarme el gran aeropuerto con gente y maletas de viaje.

—Te ves demasiado bronceadito—me burlo, aunque el toque moreno le queda bastante bien resaltando su pelo rubio sucio.

—A mi tía se le ocurrió la gran idea de hacer el entierro bajo el ardiente sol de la tarde y de sacar a su sobrino todos los días bajo el sol en todo su esplendor— explica

—Quiero conocer a tu tía, suena como la mejor tía de la historia—

—Pues hablando del Rey de roma... ahí está— voltea la cámara para enseñarme a una señor de unos 43 años, rubia, bronceada, y con una sonrisa.

—¿Como me dijiste que se llamaba?— preguntó

—Acuérdate que rima con el nombre de mí padre.— intenta pero a mi no se me ocurre nada.

—¿Que rima con Joe?— preguntó ya que el padre de Ian se llama Joe Macolley.

—Jane.— dice rodando los ojos.

—Sabes que no soy buena con los nombres pero si con las caras— me quejo

—¿Con quien hablas, Iansito?— escucho la voz amable de su tía.

—Tía Jen, te presento a la molesta de Alaska Wolf— dice mostrándome, yo sonrió y levanto la mano, me pongo nerviosa, no sé socializar y mucho menos si es en llamada.

—¡Pero que guapa!— comenta saludando.

—Ian..— murmuro entre dientes, para que saque conversación y me salve de esta.

—Discúlpala no sabe socializar y no le gusta la gente.—explica Ian mirando a su tía, suelto el aire que no sabía que retenía. —Pero yo os dejo a ambas por que acaban de anunciar mi vuelo.— dice levantándose con el móvil en la mano.

—Te veo en el aeropuerto— me guiña un ojo y cuelga sin dejar que me despida.

Los últimos días se me han hecho más aburridos de lo normal, es como antes: yo sola y en silencio... Pero ahora se hace rarísimo, me he acostumbrado tanto a los comentarios molestos de Ian que ahora me falta eso, incluso sus buscas de pelea, sus intentos de ligar (que sin ninguna razón me molesta).

Y el rubio de ojos caramelo intenta hacer conversación, pero ha dado en mi orgullo y que vuelva a hablar con él costará mucho, si es que no se rinde.

Me levanto de la silla para estirar mis piernas y un poco mis brazos.  Escucho la puerta principal y salgo de mi habitación, para encontrarme a Dereck entrando con un par de bolsa de la compra.

—Haberme dicho para ayudarte, casi no pisas por casa ¿está todo bien?— preguntó ayudando a guardar las cosas

—Todo está bien y quería saber si querías venir hoy conmigo y Has a la playa.— dice un poco nervioso, pero recuerdo que hoy a las seis llega Ian y le prometí que estaría allí.

—¿A qué horas?— preguntó

—A las seis, estará un pco frío pero es lo mejor.— dice y cierro los ojos soltando un suspiro.—No puedes.— contesta Dereck por mi.

—No es que no quiera.... Solo que me comprometí antes con otra cosa.— me excusó

—¿Con el rubio ese? Lo siento Alsk, pero ese chico no me gusta..— dice mirando el interior de la bolsa y sacando la compra.

—A mi no me gusta mucho Has, pero aquí estamos.— comentó y su mirada encuentra la Mía. Vale, tal vez me pase un poquito...—Lo siento, es solo que no es justo que yo acepte y tolere que estes con Has y tú no aceptes a Ian, es solo un amigo.— me disculpo

—Tienes razón, lo siento.— acepta —Mejor cambiemos de tema— dice y acepto—¿Cuáles son tus planes?—

—Eso no es cambiar de tema, Dereck— me cruzo de brazos burlona.

—Bueno tendré que saber por que mi hermanita no me acompaña a la playa.— dice

—Ian regresa de su viaje y le prometí que estaría esperándole.— digo

—¿Viaje?— pregunta y se lo que intenta, sacarme demasiada información para luego incomodar a Ian.

—No te daré más información.— digo doblando la bolsa para luego reutilizarla.

—¿Vemos una peli y luego te acerco al aeropuerto? Así de paso recojo a mi novia y te dejo a ti segura.— dice y la palabra con la que nombra a Has me hiela.

—¿Cuando se lo pediste?— preguntó y sabe a qué me refiero.

—Ayer... la llevé a un restaurante.—

—Que cursi— me burlo

—Me dijo que si.— sonríe feliz, y un sentimiento de nostalgia me recorre pero a la vez me da felicidad por él.

—¿Cuando la veré otra vez por casa?— preguntó bajito mirando la encimera.

—No lo se, pero ya no viene mucho por lo de la pelea...¿no crees que deberías disculparte?—Murmuro lo último.

—Si me disculpo sabrías que sería falso, yo solo me disculpo cuando me he equivocado y se que lo he hecho mal... pero no me voy a disculpar por decir lo que pensé y sentía.—

—Ella no sabrá que es mentira, pero las cosas mejorarían entre las dos mujeres de mi vida.—pide

—Me deberás una grande, hermanito.— digo revolviéndole el pelo mientras me siento en el sofá.

—Lo que quieras.— dice y sonrió.—Pero si te vas a cambiar hazlo ya, que nos vamos, la casa de Has está un poco lejos y el aeropuerto al otro lado.— dice y me levanto, miro mi vestimenta: la sudadera Gris de Dereck que le robe hace años y un jean negro ajustado con mis Nike blancas.

—Vamos, yo así estoy bien.— digo y él asiente caminamos hasta la puerta y bajamos a donde está el coche. Me subo de copiloto pero miro a Dereck.

—¿Ella no querrá sentarse aquí?— preguntó mirándolo

—Eres la que llegó primero— dice encogiéndose de hombros, me siento más tranquila y emprendemos el camino hacia la casa de Has.

MIEL Y TORMENTA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora