LA PROMESA

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CAPÍTULO 33

—Voy a por bebida, ¿quieres otra botella de agua?—pregunta

—No, quiero las llaves de la moto.— y al ver su cara agregó—No voy a permitir que conduzcas con dos botellas de alcohol y lo que traerás.— el bufa como niño pequeño y rodando los ojos me da las llaves, me las guardo en el bolsillo y apoyo mi hombro en la pared tras de mi.

Miro su musculosa espalda desparecer entre la gente y mariposas revolotean en mi interior.

—¿Realmente crees saber quien es tu chico? No es lo que parece, y realmente creo que te está mintiendo en la cara—Dice un chico llegando a mi lado, el pelinegro que busca peleas con Ian.

—Lo conozco mejor que nadie.—Murmuro, sus palabras me enfurecen, odio que juzguen a la gente sin saber lo que hay detrás.

—¿Estás segura? ¿Sabes que se acuesta con mujeres por dinero?— pregunta y me quedo helada.

"No me he follado a nadie desde que te he llevado al cementerio de mi madre... me importas... demasiado"
Me ha dicho eso... le creo, lo conozco.

—¿Que? No, él no es así.— digo fríamente.

—¿Estas segura?— pregunta con una sonrisa en los labios al ver mi cara.

Él me ha contado todo...¿no es así?
Tú también le has ocultado una cosa...
¿Que joder? Que si conocí a mis padres y que abusaron de mi ¿que seguía siendo virgen pero me hicieron cosas? ¿Eso? Eso le he ocultado por que me avergüenzo de eso, por que creí que sería mi familia y la familia no siempre es lo mejor. Me da vergüenza, me da asco recordar eso, me recuerdo como alguien débil e ilusa, me avergüenza y no quiero que el me mire con pena.

—¿Que pasó, nena?—Pregunta fríamente Ian llegando y pasando su brazo por mis hombros para pegarme más a él. Me saca de mis pensamientos, y de la conversación conmigo misma.

—Na-nada.—Tartamudeo sin apartar la vista del pelinegro que sonríe mientras bebe de su cerveza.

—¿Estás segura?— Pregunta Ian, pero no le miro a la cara, estoy demasiado ¿aturdida?.

—Yo me voy, muñeca.—Dice levantando la botella hacia mi como un brindis, me guiña un ojo y pasa por mi lado para desaparecer.

—¿Que te dijo?.— pregunta

—Nada importante— miento

—Pareces aturdida...¿que te dijo?—pregunta preocupado.

No quiero creerlo, no me habría mentido. Lo que me duele es que no me lo dijera, no lo que hace.

¿Y que pretendías? ¿Que te dijera que se acuesta con mujeres por dinero? ¿Como un tipo de prostituto?
Él no es eso, y si lo es tiene sus razones, uno no es lo que quiere ser, es lo que le toca y si lo hace es por que su vida no ha sido facil... por que él lucha cada día por lo que tiene, conciencia.
¿Por que no es una niña acomodada como tú?
¿A que viene eso? Nunca he sido acomodada hasta que Dereck se hizo famoso.

—Estoy bien, solo ¿me acompañas a tomar aire?— preguntó cogiéndole de la mano, el confuso entrelaza nuestros dedos y me saca de allí, al llegar al campo de fútbol suelto el aire.

—¿Que te dijo?— pregunta

—Nada, Ian.— respondo.

—No estarías así si no hubiese sido nada— dice

—Dios, nos hemos mentido ¿vale? Ambos hemos ocultado algo.—suelto al sentirme presionada.

—¿Que?— pregunta

—Estábamos empezando bien, me enamore y lo acepte. Estoy loca por ti como tú por mi, pero hemos ocultado cosas, Ian, te he ocultado algo...— digo mientras miro el cielo ya un poco oscuro. —Te mentí, conocí a mis padres, viví un tiempo con ellos, abusaron de mi, que igual seguía siento virgen pero me hicieron cosas. Que era una débil ilusa que creía en la familia perfecta, pero lo único que hicieron es cambiarme a mal, me dañaron y me volví lo que soy.— digo un poco alterada—Te mentí por que me avergüenza, fui una ilusa, sabía que me tenía que proteger... pero joder, eran mis padres ¿como me harían daño? Pues lo hicieron y de la peor manera.—

—Yo...yo lo siento.— dice acunando mi cara en sus manos y limpiando una lagrima que sale de mi ojo.

—¿Me dirás que ocultas? Ya te lo he dicho yo, no tengo más secretos, soy todo lo que vez y lo que sabes ¿y tú?— preguntó y él se separa de mí confuso.

—No se de que hablas— murmura

—Mira, me da igual que te acuestes con mujeres por dinero, solo quiero que no me mientas, que podamos arreglar todo lo que odiamos de nuestra vida, que me da igual que te hayas acostado con miles de mujeres por dinero, solo no me mientas, lo arreglaremos, sabes que lo haremos pero tenemos que hacerlo juntos.—digo y él se aleja un poco de mi descolocado.

—Yo... yo me prostituyo, pero no lo quiero hacer, te juro que lo intenté dejar pero me faltaba dinero... necesitaba el dinero, lo dejé durante un tiempo, cuando te conté lo de mi madre en el cementerio, lo dejé y lo quiero hacer pero necesito ese dinero, pagar las de dudas en el otro país, pagar la comida, los impuestos... yo... yo odio lo que hago, mi vida, pero no se como más mantenernos a flote...— duce desesperado mientras una lagrima sale de su ojo, me acerco a él y una parte de mi siente que miente en algo.

—Si quieres dejarlo, déjalo, haremos esto bien. Conseguiremos un buen trabajo, juntos, lo que gane será para ayudarte a pagar todo, dejarás lo que odias y nos mantendremos a flote con cosas legales.— propongo

—¿Por que lo pintas tan bien? No es fácil... no puedes darme tu dinero.. no puedes—

—Si puedo ¿sabes por que? Por que tú me haces feliz, me haces sentir segura, miles de cosas bonitas y eso vale más que cualquier billete.— sigo limpiando su lagrima.—Dejarás eso y lo resolveremos bien ¿me lo prometes?—

—Te lo juro— dice sonriendo entre la tristeza, y una sonrisa triste vale más que cualquier sonrisa.

—Ahora volvamos allá dentro y bailemos hasta que nos duelan los pies. Arreglaremos tu vida, arreglaremos todo.— digo

—¿Como estas tan segura?—

—Por que te tengo aquí, a mi lado.—

—¿No te enfadaras? ¿Por que reaccionas tan bien?—

—No me enfadare, por que se que no es lo que deseas, por que se que lo haces por necesidad, por que eres tan valiente para aceptarlo y decírmelo, por luchar y sobrevivir , por que confiaste en mi y me juraste dejarlo, me juraste que lo arreglaríamos juntos. Y ahora yo te juro que jamas me iré, no hasta que arreglemos todo.—

—Gracias... no se que haría sin ti.—acuno su rostro en mis manos.

—Seguir con tu juramento.—murmuro.—Dejarás todo lo que odies, dejarás lo que detestas y comenzaremos desde cero... si nos caemos, nos levantamos con más fuerza.—

—¿Así de fácil?— pregunta

—Así de valiente.—respondo

—¿Siempre tienes las palabras perfectas?—

—Tengo siempre la frase indicada– digo con una sonrisa que le reconforta a él.

—Lo dejare todo por ti... pero ¿y si nos quitan la casa?— pregunta

—La pagaré por ti, le pediré dinero a Dereck, se lo pagaremos después de resolver las deudas y lo demás, lo pagaremos y todo será fácil.—

¿Por que lo pinto tan fácil ? Tan bonito...

—Te devolveré cada centavo, Alaska.— dice

—Lo se, pero ahora el dinero es de ambos, cada centavo es de los dos, cada esfuerzo y Victoria serán nuestros.—

—Ojalá se cumpla, nena.— murmura para luego cogerme de la cintura y besarme, enrollo mis piernas en su cintura.

Y la promesa está sellada, lo haremos bien, lo cumpliremos y resolveremos esto...

MIEL Y TORMENTA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora