TAN BLANCO COMO LA NIEVE

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CAPÍTULO 34

Siento mi móvil vibrar, estoy apunto de ignorarlo pero lo cojo, siento como Ian apoya mi espalda en la pared y pasa a besar mi cuello.

—¿Hola?— preguntó

—Dereck...—escuchó la voz rota de Has, todo se paraliza, el miedo me recorre y unas ganas de llorar me invaden, pienso lo peor.—Estamos en el hospital... solo me intento proteger... fue idiota... ven.— solloza

—¿Hospital?—preguntó e Ian deja de besarme y me baja con cara de preocupación, Has me dice la dirección y cuelgo.

—Dereck.— es lo único que digo y corremos a la moto, saco las llaves y nos ponemos el casco, Ian va demasiado bebido como para conducir pero al menos está en si mismo.

Acelero y me paso con precaución, aunque si me paso los semáforos no es precaución...

Llegamos rápidamente y a Ian se le nota que ya no tiene tanto efecto de alcohol.

Entro rápidamente y con la mirada busco a Has que llora en una silla de espera, me apresuro a llegar a ella y arrodillarme frente a ella.

—¿Que le pasó?— preguntó con la voz rota y el miedo a flor de piel

—Le han apuñalado... nos intentaron robar y él se hizo el valiente... le apuñalaron tres veces...— explica y siento como mi mundo se desmorona.

Me levanto aturdida y me falta el aire, mis ojos se inundan en lagrimas y siento mis manos temblar, doy pasos hacia atrás y mi vista se ha nublado.

—Estoy aquí...—dice Ian y siento sus brazos rodeándome por la espalda, me doy la vuelta y hundo mi cabeza en su pecho.

—Dereck....no lo puedo perder, Ian—sollozo y siento mi corazón estrujarse, mis manos temblando en el pecho de Ian

—Lo superará—murmura acariciando mi cabello.

—¿Me lo prometes?—sollozo

—Eso está fuera de mi alcance, nena—murmura.

Y los momentos con Dereck empiezan a aparecer en mi cabeza, cada momento que recuerdo, todo con él...la primera vez que llegamos al colegio, me cogió de la mano, yo tenia tanto miedo que se quedo conmigo una hora hasta que lo echaron a su clase. La vez que me enseño a nadar, la persona que me explico la razón del dolor, la primera persona que me amo, la primera familia, el primer chico que me protegió de cada bravucón, el que me enseñó el boxeo, el que me enseñó a defenderme, nuestras bromas pesadas... nuestras risas en verano, nuestras quejas por el  calor de verano.

Siento mis piernas fallar, no me doy cuenta cuanto lloro hasta que miro la camisa de Ian, me pone en su regazo mientras él se sienta, acaricia mi pelo mientras yo hundo mi rostro en su cuello.

No lo puedo perder, no a mi hermano, no a mi única familia.

—Ian—sollozo

—Dime—dice suavemente

—Tengo miedo—murmuro

—Estará bien...—reconforta Ian—Va a superar esto... vamos a superar esto..— murmura mientras mis ojos estas llorosos y un dolor desgarrador me recorre.

—¿Familiares de Dereck Wolf?—llama una voz autoritaria, me levanto y me acerco la primera, a mi lado Ian y Has.

—Ha perdido  mucha sangre ¿quien de ustedes es AB positivo?—pregunta y yo niego al igual que Has.

—Creo que yo—dice Ian y con esperanza miro sus ojos de distintos colores.

—Haremos la prueba de compatibilidad igualmente, sígame—dice el doctor

MIEL Y TORMENTA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora