DESTRUCCIÓN

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CAPÍTULO 44
¡¡¡ÚLTIMO CAP!!!

Me dan el alta en dos días, dos días donde le dije a Dereck lo que había pasado... y el dolor sigue igual de latente... no puedo aceptar que me haya roto así, no puedo creer que pese a todo lo que le conté lo haya hecho... por que él sabía como me dolían las mentiras, como me dolía el rechazo y como me dolía que me cambiaran... pero lo hizo ¿no es así? Me cambio... bueno ni siquiera me cambio, por que la segunda siempre fui yo.

Miro por la ventana del coche como las gotas de lluvia compiten por quien llega primera al final de la ventana, el ruido de las gotas impactan contra el capo del coche y el silencio tenso entre Dereck y yo, se podría cortar con un cuchillo.

Cuando llegamos a casa subimos en silencio, cojeo un poco pero puedo caminar, lo mío no fue tan grave como lo de Ian... Ian, me duele pensar en él, fue mi primer beso, mi primera vez, mi primer amor... mi primer todo y él lo sabía... ¿no se supone que "Que alguien conozca tus debilidades y no se aproveche de ellas, es uno de los actos más hermosos que conozco. Elena Poe"? Él conocía mis debilidades y aun así la sutilizó en mi contra.

¿No crees que estás inventando cosas que no?
¿De que lado estas conciencia?
Yo solo digo que él no ha utilizado tus debilidades, solo oculto algo, pero jamas hizo algo para herirte.
Y ocultarme la verdad desde el principio ¿que es?

Me siento en el borde de mi cama mirando la ventana, como la lluvia fuera cae, me siento rota, vacía... por que la escena de la castaña diciéndole "amor" a Ian me destroza, por que creí que me quería, que no había secretos...pero me mintió desde el minuto cero.

Quiero gritar destrozar las cosas a mi alrededor pero me quedo allí sentada con el caos en mi interior mirando la ventana, recordando cada momento feliz con Ian... porque creí que sería feliz con alguien que realmente supiera quien era...

Quiero a llorar, quiero gritar, quiero golpear y gritarle a Ian, quiero herirlo como él me hirió a mi pero estoy tan destrozada que mis lagrimas no pueden salir.

Por que como dicen los libros: "del odio al amor hay un paso" pero se olvidaron que también del amor al odio solo hay un paso, un paso que quiero dar, por que quiero odiarlo, quiero odiarlo por el daño que me hizo.

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Una semana, una semana en casa gracias a la alta médica, acostada en mi cama mirando el vacío techo, con el lado vacío de mi cama sin su calor por las noche a mi espalda, ni su olor a miel, ni su sonrisa mañanera.

No hay nadie en casa Dereck salió a trabajar y yo aproveche para quedarme en cama todo el día, me levanto por algo de tomar... arrastro los pies y busco la botella de agua, y cuando la encuentro doy un largo sorbo... ¿como se puede estar así? Yo no era así... yo no soy débil y estar así me hace patética.

El timbre suena y voy hacia la puerta revisando mi reflejo en el horno, mi cabello revuelto en un moño mal hecho, los ojos un poco hinchados de llorar la noche anterior como un patética enamorada.

Me da igual y abro la puerta pensando que es Has, últimamente ha estado mucho por casa. Pero la botella se resbala de mi mano al ver quien está allí de pie.

—¿Que haces aquí?— preguntó borde mientras él me analiza, en su mirada noto preocupación pero estoy tan furiosa, tanto conmigo misma como con él. Conmigo misma por ser tan débil y estar así y con él por entrar a mi vida, por que yo lo dejé entrar.

—Quería despedirme... me tengo que ir.—dice el muy descarado.

—¿Irte? ¿Ya se aburrió del remplazo?— preguntó refiriéndome a mi, río amargamente y recojo la botella. —Vete a la mierda, Ian, creí que eras distinto, que nosotros éramos reales...—

MIEL Y TORMENTA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora