¿EN EL PURGATORIO?

46 3 0
                                    

CAPÍTULO 41

Aparezco en el bosque... en mi lugar favorito, donde traje a Ian... la primera vez que peleamos y nos desvelamos.

Giro sobre mis talones y solo veo el bosque, no se ve la carretera, una espesa neblina cubre el paisaje cubriendo todo lo demás solo dejándome ver los árboles más cercanos. Y empiezan a aparecer recuerdos en el aire, como si se tratara de unas pantallas flotantes, en cada una un recuerdo, me siento perdida pero aún así me fijo en el primer recuerdo.

"Me fijo en sus ojos de distinto color uno de color gris como la tormenta y otro de color caramelo como la miel ... las cejas pobladas, pestañas envidiables, mandíbula marcada, labios ni finos ni anchos con un pircing inferior en el lado izquierdo, el pelo revuelto dándole ese toque tan...¿sexy?, da igual, tiene cuerpo atlético, al menos por la camisa ajustada negra que deja ver los tatuajes de su brazo derecho.
No me fijo en ellos solo miro su ropa: un jean negro un poco ajustado con una cadena y un agujero en cada rodilla, la camisa negra ajustada, una cadena que se encuentra oculta en su camisa y zapatillas converse negras un poco viejitas."

La primera vez que le dirigí la palabra...

"Que fría— dice con un poco de meloceria acercándose a mi.
—Hay algo llamado espacio personal ¿lo conoces? Pues el mío es más grande que el de la gente normal, llamémoslo burbuja personal XXL— digo borde y él se aleja con una sonrisa de fuckboy en los labios.
—¿XXL?— pregunta
—XXL— repito cruzándome de brazos y apoyándome en él respaldar de la silla.—Ahora mejor aléjate de mi—
—¿Que? ¿Por que?—"

La pantalla se quiebra en el medio y así le salen grietas... hasta que se rompe fatalmente y cae al suelo como pequeños trozos de cristal.

¿Que esto? ¿Donde estoy?

Mi pregunta desparece cuando reconozco un recuerdo, esas palabras que me dolieron cuando salieron de su boca, cuando me di cuenta de lo que realmente quería: un amigo en el cual poder confiar.

"—Lo dijiste tú: nos acabamos de conocer, no nos importa nada de lo que hagamos. Mantente lejos de mi vida y yo de la tuya.— dice un poco subido de tono pero antes de poder contestarle siento unas mano en mi cintura, giro la cabeza y veo a Will, sus manos bajan hacia mi trasero descaradamente lo que me molesta."

"—Yo no juego. Pero déjaselo claro, a mi hermano le acoso durante medio año y no fue una linda experiencia.— digo quitando su mano y poniéndola sobre la mesa.
—¿La entrenadora no juega?— pregunta con un poco de excitación.
—Yo no juego.— repito y apartó la mirada de él, no quiero decir la verdad: no he dado ni mi primer beso, tampoco he follado nunca y no he estado en una relación, tampoco me he enamorado y tampoco se fijarían nunca en mi."

Y cada recuerdo que veo se va rompiendo en pequeños cristales, cayendo al suelo junto a mi, algunos calvándose en mi piel.

"—Te puedo enseñar a jugar a un juego.— dice con la voz ronca.
—Ian– advierto nerviosa ante su mano en la parte trasera de mi muslo desnudo, sube poco a poco su mano hasta pasar a mi espalda debajo de la camisa. 
—Dios, Wolf— gruñe e instantáneamente enredo los dedos en su cabello y lo atraigo a mi para besarlo.—Nena..— gruñe cuando muerdo su pircing y tiro un poco de él.
—Esto.. esto no está bien.— le empujó haciendo q caiga a mi lado y yo me levante, mi corazón esta a mil, la electricidad de su roce sigue como si estuviera todavía tocándome, las hormigas en mi estómago son insoportables. —No he tenido ningún amigo en mi vida pero se que los amigos no se besan.— digo nerviosa"

"—Estoy tan segura de como te quiero.— murmuro mirando sus ojos de distinto color, esos que son capaces de leerme tan fácilmente.
—¿Me quieres?— pregunta con la voz rota
Y me duele verlo así, así que hago lo que mi corazón hace rato quería hacer... por que tal vez esto se trata de pequeñas victorias diarias y no de grandes hazañas, como decir "te quiero" a pesar del miedo.
—Te quiero, te quiero y eso no lo dudes.— acuno su cara en mis manos.—para mi esto no podía haber sido más perfecto. Ian, te quiero, te quiero muchísimo, lograste entrar a mi corazón de hielo, a mi corazón sin puerta, y tengo tanto miedo de perderte.—digo
—Te quiero, Alaska, te quiero tanto que duele.— dice acercando su cara a la mía."

Las voces de cada uno de los recuerdos se va haciendo más fuerte hasta que no las soporto, me acurruco sobre mi misma tapando mis oídos, pero la voz no viene de afuera... viene de dentro de mi cabeza, y cada vez se van haciendo más fuertes, uniéndose cada uno de los recuerdos, narrando lo que sentía en cada momento y lo que pensaba...

"—¿Por que lo pintas tan bien? No es fácil... no puedes darme tu dinero.. no puedes—
—Si puedo ¿sabes por que? Por que tú me haces feliz, me haces sentir segura, miles de cosas bonitas y eso vale más que cualquier billete.— sigo limpiando su lagrima.—Dejarás eso y lo resolveremos bien ¿me lo prometes?—
—Te lo juro— dice sonriendo entre la tristeza, y una sonrisa triste vale más que cualquier sonrisa.
—Ahora volvamos allá dentro y bailemos hasta que nos duelan los pies. Arreglaremos tu vida, arreglaremos todo.— digo
—¿Como estas tan segura?—
—Por que te tengo aquí, a mi lado.—"

"—¿Resolver que?— preguntó
—Nuestro caos interior.— respondo sin dudar.
Y en ese mismo momento, con esa mirada, con su mano entrelazada con la mía supe que algo en nosotros se ató, se ató con un hilo de confianza... y así, no se como, supe que Ian era algo importante para mi, algo demasiado importante."

"—No lo haré, eres la que ve a través de mi, y contigo puedo ser yo... no me iré...— dice con voz suave. —Soy un desastre pero haré lo mejor posible para quedarme..—Y como otras miles de veces mi mirada va directa a sus labios, su pircing parece llamarme pero no lo hago, no hasta que él lo hace y junta nuestros labios.
Y es distinto, es delicado, reconfortante, como si estuviéramos sellando un pacto de confianza,  como si ese beso nos hubiera atado más.
Y entendí que a pesar de que el se vea como un desastre yo veo perfección, por que para mi el es perfecto.
Por que como dijo Mario Benedetti: "la perfección es una pulida colección de errores."
Y todos sus errores me parecen perfectos."

¿En donde estoy? ¿En el purgatorio? ¿Que pasó?

"—¿Quieres ser mi novia?— pregunta y le miro mientras mastico. Jamas en mi vida me he sentido tan feliz como estando junto a él.
—¿Yo quiero ser?— preguntó burlona
—O sea... ¿puedes ser mi novia y yo puedo ser tu novio?— pregunta y noto sus nervios.
—¿Oficial?— preguntó dejando la caja ya casi vacía a un lado.
—Oficial.— afirma y sin avisar me lanzo a sus brazos.
—Por supuesto que si— digo y le beso, el responde mi beso y reímos cuando ambos caemos al suelo. Nos reincorporamos y nos quedamos en un silencio mientras nos miramos."

No puedo más... cada cristal roto impacta contra mi cuerpo incrustándose en mi carne, el dolor no es físico... es ¿psicológico?... gritó pidiendo que paren.... Sin demasiados recuerdos a la vez, demasiadas voces... es demasiado.

Agitada, cansada, frustrada y destrozada gritó hasta que mi garganta se desgarra hasta que caigo al suelo, todos los recuerdos se rompen en cristales y se clavan en mi cuerpo, hasta que el dolor me vence y la oscuridad me consume.

MIEL Y TORMENTA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora