4. Forasteros

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"La guerra de Onin fue una contienda civil ocurrida en el centro de Japón que destruyó los remanentes de la autoridad gubernamental e indujo a un siglo de conflictos armados... Esta guerra desembocó en lo que conocemos como Sengoku jidai, "la era de los estados combatientes".

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Nota: Ese párrafo iba en este capítulo, no en el anterior 🤡 pero me di cuenta cuando ya tenía algunos comentarios y no quise editar y borrar porque se me iban a perder 😔 así que sólo finjamos que no lo vimos xD
Bueno, ahora si, proseguimos 😁❤

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Ser mujer en este mundo era algo en verdad difícil, triste y aburrido. ¡Todo era tan injusto!

Es verdad que los varones realizan labores un poco más pesadas donde es requerida mayor fortaleza física, como partir leña o arar la tierra, realizar largos viajes o cargar mercancías, sin embargo, tampoco era algo que una mujer no pudiera hacer.

De algún modo ellos se llevan toda la diversión. Se les permite reunirse en grupos al atardecer, aún desde muy corta edad pueden viajar solos, los enseñan a pelear, pueden golpearse y eso los vuelve 'interesantes'. Pero lo más importante: no son forzados a aprender cosas para ser buenos esposos.

Incluso cuando son esposos de alguien continúan realizando las mismas actividades, pero a la mujer se le prohíbe aún más. Salvo por aquellas que se encuentran por las mañanas y se brindan un saludo y cruzan algunas palabras, jamás ha visto a un grupo de mujeres reuniéndose al atardecer para conversar y regresar a sus casas entrada la noche. Tampoco a una mujer pidiéndole a un hombre que guarde silencio.

En serio, ¿por qué ellos son libres mientras las mujeres deben agachar la cabeza?

Hasta parece que es necesario vivir con temor.

De cualquier modo, últimamente se ha sentido justo así. Y es que no son sólo las responsabilidades de asear, lavar o cocinar, sino esos nuevos temas de conversación que realmente no son de su agrado.

Últimamente su madre hablaba de eso, de que debe aprender cómo convertirse en una buena esposa, de que debe arreglar su cabello y mantener limpias sus ropas para que algún varón ponga su atención en ella.

Como si de ello dependiera en verdad su felicidad, como si un esposo que la obligará a callar pudiera convertir su vida en algo más interesante y menos solitario.

A no ser por sus padres y las personas que ocasionalmente la saludaban a lo largo de sus días la vida de Jin sería completamente solitaria y más, mucho más triste aún.

Si, a pesar de todo considera su vida muy triste. Su salvación durante los últimos días o semanas ha sido este barquito que cuando la envían a recolectar agua, lavar ropa, o asearse, se convierte en su única compañía y diversión.

Tal vez ese trozo de madera con un pedazo de tela sea lo más cercano a tener un amigo.

Mientras observa como lentamente la corriente de agua se lo lleva, mojando la mini sabanita que lo hace moverse, como dicen los ancianos; piensa si en todo el mundo las mujeres de su edad tendrán una vida tan triste y pre destinada, como la suya.

A veces dicen que es una niña, en otras ocasiones la llaman mujer. De no ser por su padre que la considera 'muy joven aún', probablemente hoy en día estaría viviendo con alguno de esos hombres que alguna vez, de forma extraña, sin que ella supiera realmente sus intenciones, han ido a hablar con su padre.

Un destello de luzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora