La joven humana que viaja en el majestuoso y temido Tekkousen, muy emocionada por el muy próximo desembarco en ese lugar llamado China toma un baño, el tercero desde que tiene memoria.
Debido a que no recuerda nada, no sabe si ya antes ha tomado baños en altamar, pero no es lo más divertido que exista. ¡Toda el agua se le tira!
En fin.
Sea como sea terminó de asearse, y luego de varios días, al fin deja de lado esas ropas de descanso que le quedaban enormes.
Bueno, esta prenda que le entregó la señorita Kyuki y que pertenece al señor Kirinmaru también le queda un poco grande, pero es más sencillo acomodarla haciendo algunos dobleces. Afortunadamente la señorita recortó sus mangas y añadió algunas costuras para hacerlas más angostas. Además el simple hecho de que la prenda no sea tan larga como para que arrastre ya es para ella una gran ventaja.
Apenas unos centímetros arriba de sus rodillas le otorgan mayor comodidad, podrá caminar o hasta correr sin sentir que pisará la prenda y caerá de boca contra el suelo.
No es que le haya pasado antes...
Bueno si, pero estaba sola en la habitación y es mejor hacer como que no sucedió.
Aunque no hay un espejo en el cuál pueda ver cómo luce, está segura de que se le ve increíble.
¡Es hermosa!
¡Le encanta!
¡Y lo mejor es que no arrastra!
No... Lo mejor es saber que es del señor Kirinmaru. ¡Luce tan genial como él!
Bueno no, le falta tener más cabello, más largo y rizado.
En un intento por parecerse un poquito más a él, Jin con sus dedos hace una división hacia el lado izquierdo de su cabeza, llevando un poco más de cabellos hacia el lado derecho.
¿Al señor Kirinmaru le gustará como se ve?
Espera que sí.
Su cabello parece no tener la intención de acomodarse como ella lo desea, por eso una y otra vez lo cepilla con sus dedos, en un intento de darle la forma que pretende luzca tan maravillosa que el señor Kirinmaru se sienta emocionado de verla.
Lamentablemente no hay en esta cabaña llamada camarote nada donde pueda verse y asegurarse de cómo luce. Necesita un espejo para saber cómo luce su rostro o si su cabello se ve fantástico.
Al día de hoy le causa algo de conflicto el no saber a ciencia cierta cómo luce su propio rostro y por qué el lado izquierdo, arriba de su ojo se siente tan sensible y extraño.
Aunque no pueda ver cómo luce, le encanta la prenda que usa y lo cómoda que resulta, pero al volver sus ojos hacia sus rodillas y el resto de sus extremidades inferiores que han quedado al descubierto, se siente algo insegura y preocupada.
En sus piernas hay manchitas moradas que días atrás no estaban. Le preocupa que salgan más y sean tantas que su piel de pronto sea toda de ese tono morado oscuro.
Lucirá extraña, aunque si eso ocurre tal vez su apariencia se asemeje más a un demonio y entonces la señorita Kyuki y los señores tripulación se sentirán más en confianza y estarán felices de que ella viva con ellos.
De ser así, entonces el señor Kirinmaru también le asignará un trabajo para demonios... Ojalá sea algo que pueda realizar cerca suyo, así podrá verlo todos los días.
Transcurren apenas unos cuántos minutos cuando se escucha mucho ruido en el exterior, son sonidos diferentes a los que provienen del mar, puede jurar que hay muchas voces en las lejanías, como si hubiera una multitud.
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Un destello de luz
FanfictionLa vida del Rey Bestia del Este podría resumirse en dos palabras: batallas y poder. Luego de casi 1500 años Kirinmaru vuelve a Japón para reclamar sus dominios marítimos, pero un inesperado encuentro desencadenará una serie de sucesos que jamás imag...