Han transcurrido varios días desde que Kirinmaru volvió a su embarcación con esa mujer herida e inconsciente. Kyuki ha sido directamente la encargada de atenderla, y de alguna forma u otra los otros peligros han recibido algunas indicaciones especiales, enfocadas hacia el bienestar de la muchacha.
La tripulación no tiene idea de qué clase de relación pueda haber entre la mujer y el amo. Dedujeron que probablemente él intentó asesinarla, arrepintiéndose de ello horas después.
¡Y vaya que lucía arrepentido! Pues nunca lo había puesto poner tanta atención en alguien.
De hecho pasa la mayor parte del día allí en su camarote, ordenando cada cierto tiempo que se lave su rostro, se le dé de beber o comer, y que se revise su herida, cosa que incluso él mismo ha hecho.
Está preocupado y esto preocupa a los cuatro peligros.
Es luego de varios días que Jin al fin abre sus ojos.
Sus párpados se sienten pesados y ella se siente demasiado mal, confundida, adolorida, no tiene idea de lo que está pasando.
Todo duele y las imágenes que aparecen ante sus ojos lucen demasiado borrosas por lo cual aprieta sus párpados una y otra vez, tratando de aclarar su visión.
Se siente muy débil y lentamente eleva sus manos para frotar sus párpados... Se siente mareada, como si todo diera vueltas, todo su cuerpo duele y se siente medio adormecido, como si no se hubiera movido en un largo tiempo.
Poco a poco su vista se aclara... No sabe donde está, no reconoce este lugar.
No, no se siente para nada bien, se siente adormilada, como si estuviera en un plano existencial completamente distinto, donde su mundo se mueve como si estuviera flotando, donde las fuerzas la han abandonado, donde, donde... ¿Dónde está?
No, definitivamente no reconoce este lugar.
Gira su rostro a su izquierda y nota que allí hay una ventana a través de la cual se ve el cielo azul... Tal vez necesite salir y respirar un poco de aire fresco. Si, definitivamente eso necesita.
Lamentándose mientras se incorpora, con un dolor de cabeza terrible que la hace creer que en cualquier momento su cabeza va a estallar, sólo piensa en que definitivamente estando en el exterior se sentirá mejor.
Además debe saber dónde se encuentra y por qué está aquí. Realmente esto no le parece precisamente normal. Aunque por ahora prefiere no pensar demasiado, no se siente bien.
¿Qué le pasó? ¿Por qué duele tanto? No le apetece en este momento hacer esfuerzo alguno por recordar, siente incluso que sus ojos saldrán de las cuencas donde se encuentran y saltarán fuera de su rostro, o quizá estallen junto con su cabeza.
Puede que su vista desenfocada y borrosa también se deba a tan fortísimo dolor.
Le cuesta mucho incorporarse y sentarse al extremo del futón.
¿Por qué está tan alto?
¿Qué son esos barrotes a cada extremo?
¿Por qué es como una casita con techito?
¿Por qué este lugar le parece tan extraño e irreconocible?
Desconcertada observa cómo sus pies verdaderamente cuelgan de esa cama. No, no está entendiendo nada, y nuevamente eleva sus manos pero esta vez para tocar su cabeza a la altura de sus sientes, dándose cuenta que del lado izquierdo tiene algo... ¿Lodo? No, no, es como una textura áspera pegada a su piel. ¿Será una costra? ¿Se lastimó acaso?
Todo le duele, claro que su cabeza se lleva el primer lugar, pero su cuerpo... Siente como si la hubieran puesto a rodar sobre piedras por días enteros. Su movilidad es limitada y cada movimiento parece ser nuevo.
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Un destello de luz
FanfictionLa vida del Rey Bestia del Este podría resumirse en dos palabras: batallas y poder. Luego de casi 1500 años Kirinmaru vuelve a Japón para reclamar sus dominios marítimos, pero un inesperado encuentro desencadenará una serie de sucesos que jamás imag...