21. Todo se cumple

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Los días transcurrían y las cosas aquí en China eran muy divertidas e interesantes. Jin se encontraba inmensamente feliz. ¡Había tanto qué explorar! Muchos rincones qué conocer.

La habitación donde dormía de hecho era mucho más grande que el camarote del barco, al parecer esa habitación y la del señor Kirinmaru son las más grandes del lugar, y no sólo había una cama, muebles y una tina, sino también un recibidor, un lugar para cambiarse, otro para descansar, etcétera, etcétera, y todo estaba decorado de una forma muy bonita, distinta a los demás lugares del palacio, ¡Le encantaban los arreglos florales y las pinturas! Y también que hubiese mucho color rosa y morado, ¡Era sensacional! Además de que al exterior había un inmenso jardín donde había muchos árboles.

Además, una de las mejores cosas sin duda es que la habitación del señor Kirinmaru no se encontraba demasiado lejos de la suya. Bueno poquito, unos 100 metros de distancia tal vez, o algo así, no es muy buena con los números, pero sus pasos eran exactamente 100.

Podría ser que los pasos de él fueran menos, dado que sus piernas son más largas y sus pies mucho más grandes que los suyos.

Desde la puerta de su habitación era perfectamente perceptible la habitación de él y obviamente también la entrada a ese lugar. Tiene muchas ganas de un día verlo salir de allí por la mañana y saludarlo.

Espera que pueda ocurrir pronto, es que ha hecho todo lo humanamente posible pero no logra levantarse temprano, y cuando abre sus ojos, se asea y desayuna él ya se ha marchado. Entonces a ella le tocaba caminar por el jardín del palacio, pensando hacia que lugar se dirigiría a explorar esta vez.

¡Porque por supuesto que ese no era el único jardín ni el único palacio! ¡Había más lugares!

No sólo existía este palacio llamado Laozi, sino otros cuántos más: Palacio Mozi, Palacio Sun Zi, Palacio Shang Yang, entre muchos otros. Había también mucha gente, bueno, tanto demonios como humanos que trabajaban para el señor Kirinmaru.

Dice la señorita Kyuki que a pesar de que sus periodos laborales terminan en pocos años, los humanos desempeñan algunas labores que los demonios no se atreverían o podrían ser tediosas o aburridas.

Lo anterior claro que la emociona, pues siente que podría de alguna manera serle útil al señor Kirinmaru. Cualquier actividad que deba desempeñar en este lugar la hará lo mejor posible, así sea algo aburrido, ella lo hará de la forma más divertida posible.

No puede negar que siente algo de pena por las personas que trabajan arduamente para mantener este lugar tan bonito, quisiera ayudar, pero la señorita Kyuki dice que no hasta que no haya la indicación del amo.

Desea en verdad sentirse útil y tener la satisfacción de que está ayudando a mantener este lugar tan sensacional como es... Pero también le causaba una opresión en el pecho pensar que el trabajo fuera 'complicado' y no pudiera realizarlo bien.

Quizá si su trabajo es en Palacio Laozi pueda ser más llevadero y la haga sentir más motivada. Aunque también le gustaría conocer un poco más los otros lugares.

Algo que le llama la atención es que cada palacio tenía una entrada principal y una inscripción.

"La naturaleza no se apresura, pero todo se cumple"

Eso es lo que dijo la señorita Kyuki que decían las letras de las puertas de Palacio Laozi, y que esa placa fue un regalo de quien sabe quién hacia el señor Kirinmaru.

Las letras eran muy curiosas pero bonitas, y todo estaba siempre tan limpio e impecable para que el amo estuviera feliz en su reino.

¡Si! Todos llaman al señor Kirinmaru Amo o Alteza y hacen una reverencia al verle pasar... No entiende por qué muchos ni siquiera se atreven a mirarlo, pero ha escuchado que es un Rey muy importante. Es decir, ya sabía que era alguien importante, claro, pero cada vez que lo escuchaba se emocionaba por igual.

Un destello de luzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora